Hamilton Origin [TERMINADA] |Serie Hamilton| #0.0 <SIN EDITAR>

Extra de Halloween: Parte 2 (SPOILER DE You & Me)

-Esto es tú culpa, HERMANO. - me pateo la pierna y halo la sábana.- No podré ver el disfraz que Alaska usará. Por tu maldita culpa tendré que esperar a mañana en la noche!

Me di la vuelta en la cama quedando frente a mi querido hermano.

-Que culpa tengo de ser guapo? -le pregunté serio.- En estos momentos quisiera ser normal, como tu.

Me dio un golpe en el estómago y yo me queje. Duelen mas que las patadas que me da Lucy cuando duerme. Ay, mi linda Lucy me a de estar extrañando. A quien engaño? De seguro esta durmiendo con Zac y nuestra princesa. Quiero a mis chicas!

-No pudiste ser más amable con Demi? Sólo es una niña y aunque no me gusta que este enamorada de ti, es mi pequeña! Que tiene que no te gusta, eh?

Silencio.

-Necesitamos dormir. -dijimos al mismo tiempo.

Nos volteamos, dándonos la espalda y cerramos los ojos.

◇◇◇◇

Mi niña esta jugando con Greggy mientras Tory juega con Zac. Perfecto, No? Salvo que tenemos a una pequeña Hollie llorando porque ella quiere jugar con las dos y no se puede dividir por la mitad. Maldito Lucas y su maldita cara de súper modelo.

Me acerqué a Lucy y me apoye en su cabeza. La muy enana no a crecido y aunque este mas vieja, sigue siendo divertido molestarla. Lucy además de ser mi cuñada y vice presidenta, es la mujer que cambió a Lucas. Gracias a ella, algún puedo decir que tengo un hermano con el que me llevo bien. Me dieron una sobrina que es una ternura pero muy peligrosa a la cual quiero con todo mi corazón. Tengo la familia que siempre soñé.

-Déjame, Chase! -se quejó Lucy golpeando mi costillas.- Pesado.

Bese su mejilla antes de que pudiera darme un golpe en una zona mas sensible y fui a la cocina donde mi hermosa esposa estaba intentando cocinarnos el almuerzo. Su vestido color azul resaltaba con su pálida piel, su cabello rubio y esa pulsera de pequeños diamantes que le regale para nuestro aniversario. No pude evitar ver sus delineadas piernas y ese trasero que tanto me gusta acariciar. Que digo? Me gusta acariciarla por todos lados. Me apoye en el desayunado con los brazos cruzados sin dejar de admirar a la mujer mas hermosa del mundo entero.

-Como diablos hago una salsa de tomate si me queda pura agua? -se pregunto en voz baja. Agarró una caja de espaguetis y leyó la caja.- Agregar la salsa. Pero como mierdas hago la salsa?! -gritó desesperada. Se dio la vuelta y me miro con un adorable puchero.- Chase, ayúdame.

Sin poder resistirme a esa adorable carita, bese sus labios antes de tomar los tomates y partirlos en pedazos. No es que sea un gran chef pero si soy mejor que Alaska en la cocina. Han pasado casi 10 años desde que nos casamos y en todo este tiempo, Alaska sigue siendo mejor como asistente de cocina que como chef. Greggy tuvo que aprender a la corta edad de 3 años que su madre no podía hacer ni una papilla de papa. Y aunque dicen que el hombre no es el que cocina sino que la mujer, yo disfruto cocinar para mi familia. Sólo que...

-Propongo algo mejor. -dije dejando la cuchara en la olla. Apague la cocina y me gire para quedar frente a Alaska. La agarré de la cadera, rodeándola con mis brazos y pegándole a mi. Sus piernas en medio de las mías, sus manos en mi pecho, su loción a flores llenando mis sentidos...Oh que mujer mas perfecta.- Pedimos pizza?

Asintió con una sonrisa.

- Que sea una carnívora, por favor.

El almuerzo paso rápido, los niños corrieron a ponerse sus disfraces y cuando dieron las 6 de la noche, todos corrieron a la entrada con sus calabazas de plástico para guardar sus dulces. Todos saltaban de alegría, menos mi dulce Demi que tenía la mirada en el suelo y sus ojos cristalizados. Quien diría que el primer corazón roto de mi hija sería por culpa de Lucas? Maldito.

-Vamos a pedir dulces! - gritó Derek en su disfraz de pirata. Infantil.-

Los niños gritaron "sí!" Y corrieron detrás de Derek. Lucy, Dimi y Lucas salieron detrás de ellos pero Alaska se agachó enfrente de Demi, quien no se había movido de un centímetro.

-No quiero dulces. -dijo entre sollozos.- Quiero irme a mi cuarto.

Alaska me miro triste. Me acerqué a ellas y agarré a Demi, cargándola como si fuera una bebé y pues para mi, ella siempre será mi bebé.

-Quieres ver películas con papi? -asintió con la cabeza antes de ocultar su rostro en mi cuello.- Vamos a ver películas, entonces.

Le di un beso a Alaska antes de que se fuera con los demás y yo subí las escaleras para ir a nuestra habitación con mi hija en brazos. La recordé en nuestra cama, en medio de esa cama tan grande ella se miraba pequeñita. Puse una película de Disney en el DVD, encendí la tele y me tire en la cama, haciéndola rebotar. Rio divertida pero se quedó callada de golpe.

Me recosté en el cabezal de la cama y la senté en medio de mis piernas, justo como suelo hacer como Alaska. Se recostó en mi pecho y la película empezó.

Fue a la mitad de la película cuando decidí hablar sobre este tema del amor.

-Demi, en el mundo hay miles de personas. Unas personas te van a querer y otras a odiar porque así es este mundo. Tu tío Lucas te quiere, te adora y te trata como si fueras su hija. Sólo que el te quiere de esa forma, nada mas. -acaricie su cabello tan parecido al de Alaska.- Pero un día, cuando estés mas grande, conocerás a un hombre que luchará contra dragones, logros, contra mi y tu madre. Ambos sabemos que tu madre será el monstruo mas temible que tendrá que afrentarse el pobre hombre. Él te tratará con el amor que yo trato a tu madre, con la admiración que tu tío Derek ve a tu tía Dimi y con la pasión e intensidad que tu tío Lucas y tu tía Lucy se aman. Este sólo es la primera vez que tendrás un corazón roto.

-Habrán mas veces? -preguntó con miedo.

-Muchas mas, cariño. Pero te cuento un secreto? - asintió- A veces necesitamos un poco de dolor para saber quien es la persona que repara nuestra alma rota.

No respondió pero sentí como se relajó.

-Tory.

-Demi.

Lucas y yo nos agarramos de la mano rezando para que las niñas no volvieran a pelear. No quería pasar otra noche lejos de mi Alaska! Asique cuando Tory sacó un chocolate de su bolsa lleno de dulces y se lo ofreció a Demi, contuve el aliento.

-Te quiero, Demi. Te presto a papi sólo si prometes no quitármelo del todo porque él es mi príncipe en armadura.

Demi agarró el chocolate y nos miro a ambos. Sonrió...

-No te quitaré a tu papá, Tory. Yo tengo a mi papi para que sea mi príncipe en armadura hasta que encuentre a mi caballero que luche contra todos los monstruos de la vida.

¡Ésa es mi niña!