Llevaba
un mes y medio de escuela cuando conocí la profesora más
encantadora que se haya visto jamás. Su nombre era algo extraño.
Yo nunca antes había oído el nombre Laybinia y no he vuelto
a conocer ninguna mujer que se llame así.
Era un Lunes
por la tarde. Aproveché los cinco minutos de los que disponemos
entre clase y clase para ir al baño.
- ¿Vosotras
tenéis que entrar? -Le pregunté a Valeria refiriéndome
a todo el grupo.
- No, te esperaremos
aquí fuera.
- Bien, pero
no me dejéis plantada. -Repuse entrando- Ya sabéis que no
me gusta quedarme sola en este edificio.
- Descuida,
mujer, te esperaremos pero no tardes.
Así
que entré al baño y empecé a lavarme las manos y la
cara, ya que estaba sudada de tanto correr en gimnasia. ¡Y pensar
que me tocaba otra hora más de deporte!
- Hola cielo,
¿te estás refrescando? -Oí una voz dulce tras de mí-
Eso está bien.
Al girarme
me encontré ante una mujer de unos 33 años pero que parecía
tener una edad inferior a la que realmente tenía.
- ¿Usted
es nueva en el colegio? -Le pregunté tímidamente- Nunca la
vi.
- No importa
-Me pasó la mano por el cabello-, hace muchos años que trabajo
aquí, sí, aunque nunca me hayas visto.
- Y usted
es profesora, ¿de qué asignatura?
- Hace muchos
años fui profesora de química hasta que un día, con
un experimento, el laboratorio incendió.
- ¿Murió
alguien? Espero que no.
- Sí,
una sola persona.
- Lástima.
-Miré a la profesora a sus ojazos azules- Yo no he hecho ningún
experimento ahí pero el profe Aitor quiere que pasado mañana
hagamos uno muy peligroso.
- ¿Lo
harás? Espero que no vengas ese día a la escuela.
- ¿Por
qué?
- Bueno, el
miércoles hará un año más de la explosión…
- ¿Se
imagina que fuese el mismo experimento?
- Eso es lo
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Leyendas Urbanas 2
RandomSegunda parte del primer libro "Leyendas urbanas" nuevas historias. Gracias por leer