Todo
empezó cuando terminaron las clases y mi amiga Loli me invitó
a pasar las vacaciones de Semana Santa a su casa. Ella vivía en
un pueblecito costero muy bonito y muy antiguo. Yo no me lo pensé
mucho, conociendo a Loli la diversión estaba asegurada y además
sus padres no estarían porque habían salido de viaje fuera
de España. Con lo cual teníamos la casa para nosotras solas,
así que cogimos nuestras maletas y nos fuimos a nuestro destino
vacacional. Al llegar a casa de Loli yo me quedé un poco parada,
no me imaginaba que la casa tuviera tantos años y aunque reformada
y todo imponía bastante. Cuando llegamos nos recibieron Jose y Nuria
que son las personas de confianza de los padres de Loli, cuidan de la casa
y se ocupan de que todo funcione a las mil maravillas. Cuando me enseñaron
mi habitación no me lo podía creer, parecía que había
retrocedido en el tiempo, era una super habitación y del siglo pasado
más o menos.
Una vez instalada
Loli fue a buscarme y bajamos a cenar, estábamos haciendo nuestros
planes para el día siguiente cuando escuchamos unos pasos aceleradísimos
por el pasillo y una especie de gemido. Salimos corriendo pensando que
eran Jose o Nuria que les había pasado algo pero los encontramos
en la cocina cenando tan tranquilos. Volvimos al comedor pero yo ya no
estaba igual de tranquila que antes. Loli intentó animarme pero
yo preferí retirarme porque a mí estas cosas inexplicables
me dan mucho respeto. Nos fuimos a la cama y yo no podía dormir
cuando sentí pasos por el pasillo. Me levanté sin hacer ruido
y ví a Jose por el pasillo con alguien que llevaba en brazos. Me
asusté muchísimo y fui a buscar a Loli a su habitación
pero no había nadie. Así que no me quedó más
remedio que irme a mi habitación, cerrar bien la puerta e intentar
dormir.
Fue una noche
muy larga pero por fin salio el sol y todos los miedos de la noche anterior
se fueron con la noche. Así como pasó todo se lo conté
a Loli y ella me dijo que lo habría soñado, que lo de Jose
era imposible y que ella no se había movido en toda la noche de
su habitación. Yo no insistí pero no me creí ni una
palabra porque sé que no imagino cosas, pero estaba en su casa y
no iba a recriminarle nada. Después de comer fuimos a dar una vuelta
por el pueblo y algo que me llamó la atención es que todo
el mundo nos miraba con miedo, incluso había gente que hasta nos
retiraba la mirada. Loli me dijo que era debido a la envidia que sufría
su padre en aquel pueblo, que nadie quería por allí ricos.
Aunque así hubiera sido, yo juraría que era miedo, no envidia
pero…
Volvimos a
casa y encontramos a Jose y a Nuria preparando la cena para la noche. Nos
dijeron que era su noche libre y que iban a salir. Todo fue bien, estuvimos
contando historias divertidas y muchas anécdotas y se nos pasaron
las horas volando hasta que llegó la hora de dormir. Al llegar a
mi habitación y meterme en la cama todo era como la noche anterior:
pasos, gemidos, gritos. Así que llena de valor me propuse descubrir
lo que fuera porque me quedaban muchos días de vacaciones y no quería
pasarlos asustada. Me vestí, salí al pasillo y ví
a Jose con una chica en sus brazos. Le seguí y vi que se metía
en una habitación. Como pude me asomé y me quedé estupefacta
cuando vi también allí a Nuria y a Loli desesperadas mordiendo
la yugular de la chica que llevaba Jose en sus brazos. Al instante Jose
también se unió al festín.
Cuando terminaron
su banquete Loli se dirigió a Jose: Papá, ten más
cuidado con los paseos para traernos la comida por la noche porque Lucía
no es tonta y se va a dar cuenta de que no somos normales y que somos unos
vampiros, y es la única amiga que tengo!
Me quedé
helada ya que me hubiera mentido con lo que eran unos simples criados en
vez de sus padres, me pareció una tontería comparado con
lo de que todo la familia con la que yo había venido a pasar unas
vacaciones eran unos vampiros. Me desmayé y cuando me desperté
Loli estaba a mi lado y me dijo que no pasaba nada, que era un simple mareo.
Le dije que me quería ir a mi casa para terminar de pasar allí
las vacaciones y así lo hice, me fui.
Al volver de
las vacaciones Loli y yo seguimos siendo amigas y ahora más que
nunca porque ahora ella no se va ni una sola noche sola a buscar la cena,
y todo porque cuando yo me desmayé en su casa, alguien me dio un
mordisquito y me hizo como ellos, como los padres de Loli y como ella misma.
Sí, yo también soy una vampiresa y por tu bien te invito
a cerrar bien la ventana de tu habitación si no quieres ser como
Loli y yo. ¡¡¡¡JA
JA JA!!!!!
ESTÁS LEYENDO
Leyendas Urbanas 2
RandomSegunda parte del primer libro "Leyendas urbanas" nuevas historias. Gracias por leer