Sonríe, Tn... 💌 Souta Nimura Washū

💌 Trigésimoquinta Sonrisa

[Chateau]

Urie abrió la puerta al oír como alguien llamaba a ella, y se sorprendió al ver a las dos personas que estaban al otro lado de ésta.

– Clase Especial Suzuya, Primera Clase Ito.

– Yo. Reunión, tengamos una reunión –pidió Ito.

Aquellos dos entraron y se sentaron junto a Urie en el sofá, con los demás Q's; exceptuando a Aura y Mutsuki, quienes no estaban allí, y Saiko, quien estaba en su habitación. Suzuya e Ito contaron lo que tenía para contar, el motivo por el que habían ido allí.

– ¿Qué quieres decir con que no era Sasaki? –preguntó Urie.

– Él se veía completamente diferente a la grabación encontrada el día del Asalto al Kokuria.

– Así que, entonces... –habló Hsiao.– Qué pudo...

– Algunos ghouls pueden cambiar sus caras.

– Igual que el payaso Sin-Cara.

– Él copió la cara de Shinohara-san, y contra Hirako copió la de Arima –dijo Juuzou.

– Ese no era Haise. De hecho, el Director en Jefe podría estar aliado con ghouls.

– Además...Se encontró una grabación donde se veía al Director en Jefe hablar con Agrath antes de que ella escapase del Kokuria.

– ¡¿Con Agrath...?!

– Sí. Se los veía hablando, luego la grabación se cortó y después se lo veía a él caminar mientras ella huía.

– Sin embargo, a la mañana siguiente, la grabación había desaparecido. Alguien la borró.

– Eso quiere decir-

Una puerta se abrió de golpe, llamando la atención de todos; era Saiko.

– Yonebayashi...

– ¿Ese no era Maman? –preguntó, acercándose a Urie.

– Nope.

Saiko comenzó a llorar, mientras sonreía levemente.

– ¡Estoy tan feliz! –gritó. Urie sonrió.

[Kabukichō]

– ¿Crees que Furuta este buscándote? –preguntó Aki mientras abría una cerveza.

– Puede ser –metió varias píldoras con sangre a su boca.– Tal vez no para meterme al Kokuria, pero si para tenerme.

– ¿Tenerte? –bebió.– Realmente está loco por ti, ¿Eh?

– Demasiado.

– Ya, ya –dijo Nao, cerrando su libro.– Llevan como tres horas hablando de ese idiota, me tienen harto.

– ¿Tres horas? –rió.– Solo fueron como 10 minutos, hermano.

– No me importa, estoy cansado de él –se levantó.– ¿Pueden hablar de algo más? Hasta Kaneki habla de él.

– Bueno...es el que está al mando del CCG ahora.

– ¿Acaso estás celoso? –se burló Aki.

– Claro que no –frunció el ceño.– Solo me molesta él. Aún estoy tratando de descifrar qué es lo que realmente busca.

– Algo para su propio beneficio, eso es obvio.

– Sip –encendió el televiso.– Je. Hablando del diablo...