💌 Decimoctaba Sonrisa

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Cuando el vehículo que transportaba a Tsukiyama Mirumo desapareció, muchos otros vehículos mas fueron atacados. Luego, se reveló que los ataques fueron hechos por el Árbol Aogiri. Cómo Aogiri sabía las rutas del CCG, sigue siendo un misterio...

Nimura sonrió mientras cortaba la llamada.

– Do na do na doo na doo naa~ –canturreó mientras marcaba otro número.

[Kabukichō]

Tn salió del bar corriendo, subió a su departamento para cambiarse y volver a salir. Antes de subir al taxi, sus amigos la detuvieron.

– Jefa, ¿A dónde vas?

– Estamos divirtiéndonos, volvamos adentro.

– Lo siento. Surgió una emergencia, pero ustedes quédense a divertirse, yo regreso en seguida.

– ¿No quieres que vayamos contigo?

– No, esta bien –sonrió.– No tardaré nada.

– Ah...De acuerdo, ten cuidado.

– Y llama si necesitas algo.

– Lo haré.

Ella subió al taxi, el cual la llevó lejos de allí.

[Departamento de Nimura]

El pelinegro entró y se quitó su saco, el cual colgó en el respaldo de una silla; fue al baño a limpiar la sangre en su nariz y regresó al comedor; realizó una rápida limpieza, escondiendo todas las fotografías que tenía (pues todas eran de Tn), y se arregló un poco. Alguien llamó a la puerta.

– Esta abierto.

La puerta se abrió, y por ella entró Tn, quien estaba algo agitada pues había subido las escaleras casi corriendo. Nimura sonrió, mirándola de pies a cabeza; su jean negro ajustado a sus delgadas piernas, esa blusa blanca que marcaba bien sus pechos, su chaqueta negra y blanca sukajan, su cabello recogido en una coleta alta y algo despeinada, y su rostro de preocupación...estaba preocupada por él...y esa simple imagen generaba en Nimura varias sensaciones satisfactorias.

– Tn, viniste –dijo sonriendo.

– Maldición, ¿Qué le pasó a tu rostro? –preguntó mientras entraba y cerraba la puerta.

– Trabajo –rió.– Estuve en la misión de erradicar a la familia Tsukiyama y...bueno, terminé peleando con una de sus guardaespaldas. Me golpeó un poco –mintió, rascando su nuca.

– ¿Un poco? Mírate –suspiró.

– Bueno, al menos puedo hablar mejor.

– Pero-

Tn iba a regañarlo, pero antes de decir algo vio como Nimura llevaba su mano a su nariz, apretándola para detener el sangrado. Soltó un pesado suspiro.

– Olvídalo –se acercó a él.– Ven –lo tomó de la corbata y lo arrastró.

– E-Espera –tartamudeó mientras la seguía, sin soltar su nariz.

Entraron al baño, donde él se sentó sobre el retrete y ella buscó el botiquín de primeros auxilios.

– ¿Hago mi cabeza hacia atrás?

– No, a menos que quieras ahogarte con tu propia sangre –lo miró.– Haz la cabeza hacia adelante, lo mejor es que dejes salir la sangre.

– De acuerdo.

Nimura inclinó la cabeza hacia adelante, dejando que la sangre de su nariz saliese; cuando el sangrado se detuvo, Tn lo tomó del mentón para levantárle el rostro y limpiarle los restos de polvo y sangre seca, luego le colocó un poco de algodón en su fosa nasal sangrante; él la miraba sonriendo, atento a cada movimiento. Ella guardó el botiquín y lo miró.

Sonríe, Tn... 💌 Souta Nimura WashūWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu