💌 Décima Sonrisa

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[Kabukichō – Distrito 4]

[Departamento de Tn]

– Jefa, llegó esto para usted –le entregó una carta.

– Gracias –apagó su cigarrillo y leyó la carta.– Maldición –gruñó.

– ¿Qué sucede?

– Moscas –suspiró.– Al Distrito 16.

– Entendido.

Nao se acercó a Aki y le susurró, éste asintió. Tn se cambió de ropa y salió del departamento, seguida de sus dos amigos.

[Distrito 16]

Nimura se había separado de su superior para examinar el distrito mas rápido. Llegó a un callejón, en el cual debió ocultarse al oír unas voces, mirando a escondidas.

 
Tn, Aki y Nao entraron al callejón, encaminándose hasta una puerta que estaba en el edificio de la derecha, al fondo de todo. La puerta se abrió, y por ella salieron tres hombres robustos y de mal aspecto.

– Así que sí haz venido –rió.

– Te dijimos que vengas sola.

– Y yo les dije que se vayan al demonio.

– Tch. Maldi-

– Espera, déjala.

– Aki, Nao, espérenme en el auto.

– ¿Segura?

– Sí –los miró.– Ya –ordenó.

Ambos asintieron y se fueron hasta el vehículo, subiendo a él y abriendo las ventanillas para fumar.

Tn miró a los sujetos frente a ella, quienes la veían con lujuria en los ojos.

– Dame lo que me deben –ordenó la chica.

– ¿Y lo nuestro?

La pelinegra metió la mano dentro de su chaqueta y sacó de allí un paquete envuelto con papel madera, el cual entregó a uno de ellos. Uno de esos sujetos sacó del bolsillo de su chaqueta un rollo de billetes y lo entregó a la chica; ella lo tomó y lo ojeó un momento.

– Es menos de lo que pedí.

– Te tardaste.

– Dije: "Fin de semana".

– Y nosotros dijimos: "Viernes".

– ¿Quieres más dinero? Trae más.

– O tengo una idea mejor –se acercó a ella.– Te daremos el doble...si te quitas la ropa –sonrió lascivo.

– Antes me arranco los ojos con las uñas –dijo frunciendo el ceño.

– Oh vamos –la tomó de la muñeca.– A las zorritas como tú les gusta esto.

– Es cierto. Vas por ahí con ese escote, ¿Y finges ser prudente? –rió.– No jodas.

– Suéltame.

– ¿O qué...zorrita?

Tn apretó los puños y golpeó al hombre que la tenía sujeta de la muñeca, arrojándolo contra una pared. Los otros dos se le acercaron, pero rápidamente fueron golpeados y arrojados al otro lado del callejón.

– No sé que es una "zorra" para ustedes –dijo ella, acercándose al líder de los tres.– Pero yo no soy una –se agachó a su altura, ya que aquel estaba tirado en el suelo. Lo tomó del cabello para verlo a la cara.– Yo soy Agrath, y soy la jefa. ¿Entendido, basura?

Sonríe, Tn... 💌 Souta Nimura WashūWhere stories live. Discover now