Capitulo 34 - Tu matemática es increíble

5.7K 314 5
                                    

Capítulo XXXIV

—Solías ser más divertido hace doscientos años—murmuró Elina cuando entré de vuelta a la habitación. ________(TN) estaba al fin durmiendo y el rostro de Grace proclamaba problemas. Yo era paciente, pero Elina era un caso serio, así que no quiero ni siquiera imaginar cómo debe estar Señorita Impaciente lidiando con ella.

—Bueno, hace doscientos años no estaba tratando de salvar a mi novia de peligro mortal, ni al mundo, ni ayudar a que los vampiros se vuelvan humanos otra vez.

—Es una larga lista —se encogió de hombros—. Ya casi amanece.... Supongo que ahora solo quedan cuatro días.

—Tu matemática es increíble —murmuré con sarcasmo.

—Vaya, pero qué humor —declaró, revoloteando los ojos—. 

—Elina... vayamos al punto, ¿qué quieres? —soltó Grace, fastidiada.

—Pasó hace mucho, chicos —dijo y por primera vez se puso seria—. Hace más de dos mil años. No recuerdo qué fue lo que sucedió, ni siquiera recuerdo cómo ocurrió... ni a él —sus ojos brillaron con nostalgia, amarillo brillante—. Solo recuerdo el dolor... la pérdida... de mi integridad y de mi cuerpo. Ya no era yo misma, era un monstruo. Creo que nunca he terminado de aceptar lo que soy.

—Es difícil para todos —suspiré.

—Lo sé, y es por eso que quiero ayudar. Intenté no expandir esta maldita plaga, y lo logré durante mil años, pero entonces mordí a Mircea... y tú le entregaste tu alma al diablo. Creo que eso fue todo lo que se necesitó para que se hiciera una infección. Quiero cambiar esto, lo que somos y lo que soy, y vivir en paz y no tener que matar a cada maldito hombre del que me enamoro.

—¿Entonces vas a ayudarnos? —pregunté. La ayuda de ella podría ser potencialmente buena... es decir... ella estaba loca, pero seguía siendo el vampiro más poderoso.

—Sí, lo haré —asintió levemente con la cabeza—. ¿Qué hay del Clan? 

—Ellos van a mantenerse al margen de esto, supongo —dijo Grace, levantándose del sillón—. Sería hermoso si pudieran deshacerse de los vampiros, pero no van a arriesgar sus malditos traseros.

—Grace tiene razón —dije—. Solo podemos confiar en nosotros mismos. Hay algunos otros vampiros que nos están ayudando, pero cualquier paso en falso podría quitarnos ventaja, así que preferimos mantener la ubicación de _________(TN) al margen de la mayoría.

—¿Quién sabe? —preguntó Elina.

—Mircea y algunos vampiros de su confianza —respondí—. Nadie más.

—Bien, porque nuestro mundo es incluso más traicionero que el de los humanos y créeme, eso no es fácil.

|*|

Estaba amaneciendo cuando desperté... no habían pasado más de dos horas, pero algo era algo y mis pobres párpados lo agradecían. Justin no estaba en la cama, y sospechaba que se había ido hace largo rato porque su lado no estaba tibio.

Todo lo de ayer pareció más como un sueño cómico que no había tenido propósito alguno. Puede que la haya querido matar durante unos segundos pero había algo en Elina que me gustaba... quizás era su sonrisa de niña, esa que empleaba a pesar de que yo conocía ahora bien lo que había sucedido con ella hace más de dos milenios, o aquella catártica energía que sacó de alguna parte. Además, todo ha sido tan lúgubre los últimos días, que un poco de risa no nos hace mal. 

Tenía una de las camisas de Justin puesta encima de mi ropa interior... no recuerdo haberme cambiado así que supuse que lo ha hecho él... tengo que recordar regañarlo luego por eso, pero aún así estoy sonriendo.

Night View |j.b| [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora