- 7 -

7.8K 855 580
                                    

Mis primeros pasos


Querido Diario:

¡Ay, Diario!... me has sacado el peor susto de mi vida, te perdí unas... no sé, unas, ¿Dos o tres semanas?... el caso es que mi mamá te encontró.

Ella jura no haber leído nada, pero yo casi no le creo mucho, pero ya no hay nada que hacer ya, solo confiar que de verdad no haya leído nada...

Tengo tanto que contarte. Empezaré por dónde me quede la última vez:

¿Te acuerdas que me peleé con Ester y Estela? ¿Sí?, Bueno, 5 días después me desbloquearon de whattsapp y me escribieron.

Sabía que no se podían enojar para siempre, es usual que nosotras discutamos, así que las perdoné.

Para ese entonces yo ya no me perdía ninguna reunión, y ellas siempre faltaban, van solo cuándo se les antoja, pero siempre tenían que ir al menos una que otra reunión para no tener problemas con sus padres, y así fue como acordamos en ir a una reunión juntas.

Por más ganas que tuve de irme con mi madre, esperé pacientemente a que llegaran por mí, pero la mamá de Esther no es exactamente puntual, por lo que obviamente íbamos a llegar tarde.

—Miren, una tienda, hija ve a comprarte un botecito con agua que olvidé el mío, y se compran algo para ustedes —ordenó la mamá de Esther mientras se estacionaba.

—¡No! —dije desesperadamente sin pensar, por lo que todas me quedaron viendo, Esther y su madre con confusión y Estela con cierta diversión—. Es que... si llego tarde mi madre puede regañar —me logré excusar.

Pero al parecer esa mentira convenció a la mamá de Esther ya que volvió a encender el auto.

—¡Ay!, Ésta Susana no tiene remedio, tu mami debe relajarse un poquito y dejarte vivir tu vida, si tardamos un poco, ¿Qué más da?, lo importante es llegar —se quejó cual niña adolescente mientras conducía.

—Sí... —respondí solamente.

¡Y genial!, mi mentira solo le generó más mala fama a mi mamá, aún me siento mal por eso...

Al cabo de unos minutos llegamos, para mí fortuna, aún no habían iniciado, así que logramos llegar justo a tiempo.

En la entrada de la iglesia estaba Gabi, Julio, Martha, David... en fin, todos esperándome. Pero, ya tenia a mis amigas devuelta y sí se daban cuenta que era amiga de Gabi iba a morir, al menos para ellas.

Así que cuándo pasamos cerca de ellos y me saludaron, yo me hice de oídos sordos, entré como que si nada.

Me sentí tan mal.

Estaba acostumbrada a hablarles, a sus mensajes y a sus llamadas, a sus visitas inesperadas, y sentí que estaba perdiendo todo eso, pero pareció que a ellos no les importó tanto ni me siguieron buscando explicaciones, simplemente ingresaron a la iglesia.

Como te imaginarás, Diario, no me pude concentrar por mis amigas, me quedaron viendo raro cuando me levante para cantar y durante la predicación no paraban de hacerme preguntas, y yo no quería volver a pelear, así que les contestaba de la manera más amable y tranquila, aunque quería decirles que quería escuchar.

Al final de la predica paso algo que estaba esperando desde hace muchos días... estaban haciendo el llamado de seguir a Jesús.

—Emm... chicas... no sé... quisieran... ¿pasar al frente a aceptar a Jesús? —pregunté nerviosa, estaba muy ansiosa y quería pasar ya.

—¿Estas loca? —me cuestionó Esthe—. Ni que me pagaran un viaje a parís, Francia pasaría.

—Sí, qué vergüenza —le apoyó Estela—, mira, esa que acaba de pasar yo la conozco, que feo llora —dijo con ese humor ácido que antes disfrutaba, pero que ahora solo me causaba tristeza.

Estaba en una encrucijada, ¡ESA ERA MI OPORTUNIDAD!. 

Desde aquella platica con Gabi he querido aceptar a Jesús, pero, si pasaba perdería a mis amigas para siempre, ¿Porqué querrían salir conmigo si ya no haré las mismas cosas que ellas?

Mí mente empezó a jugar conmigo, me decía a mi misma: «eso que sientes es emoción, es por Gabi y encajar en su grupito, no pases, ya no importa» y «si aceptas a pasar perderás a tus amigas y Gabi y su grupito no te aceptaran por lo que hiciste hace rato».

Mi corazón latía fuerte, mis manos sudaban, estaba temblando, no tenia control de mi cuerpo..., pero me decidí.

Unos minutos después de que hicieran el primer llamado me levante, mis amigas me miraron boquiabiertas, gire mi cuerpo para pasar por enfrente de las personas y cuando llegue al pasillo que lleva hacia al frente me paralice... no podía caminar, lloraba sin parar.

Quería pasar, pero tenía miedo... miedo a lo que pasaría después... de lo que me pasaría después... miedo, porque sabía todo lo que había hecho y a lo que estaba acostumbrada y todo a lo que debía renunciar, y quise regresar cuando una mano agarro la mía... Era Moisés.

Jajaja no, no, no, lo siento, Diario, no era la de Moisés, era la de Gabi, quise emocionarte así cómo yo me emocioné pensando que era él.

—Si quieres, te acompaño —dijo Gabi con ese tono tranquilo que la caracterizaba—, no te dejaré sola en ésta importante decisión.

Yo solo lloraba como hace mucho no lo hacía y temblaba, luego todos los demás se acercaron y pasamos al frente. allí estábamos: Gabi, Julio, Jaser, Moisés, Martha, samanta, Angie, David, Jose y yo... acepté esa tarde a Jesús en mí corazón, luego todos me abrazaron. Pensé que estarían molestos conmigo por ignorarlos al inicio, pero ellos dijeron que no importaba, que todo estaba bien y que todo estaría bien, que ya nunca más estaría sola.

Al terminar el culto busqué a mis amigas, pero ellas se fueron sin sus madres, y pues a la fecha no me han contestado los mensajes, ni las he visto... supongo que las veré en el regreso a clases.

Eso es lo mas relevante que tengo que reportar.

Creo que les afecta porque al inicio ellas pensaban que solo era un juego para gustarle a Moisés, y no algo que me tomaría en serio y que tal vez me vuelva como sus mamás, y para ser sincera conmigo misma, era solo eso al inicio, pero realmente quiero cambiar, quiero tener esa misma felicidad que se ve en el rostro de mis amigos y poder disfrutar ser hija de Dios.

Aunque todavía me falta mucho para llamarme una verdadera cristiana... pero, creo que hasta ahora voy bien.

Bueno, Diario, ya me voy a dormir, mañana es un día muy importante para mí, es mi cumpleaños, e iremos al parque, bueno, en realidad solo seremos Gabi y yo, pero es lo que necesito, un tiempo entre chicas.

Ahora sí, éste es todo mi reporte del día de hoy.

Ah, y, desde ahora en adelante te esconderé entre los colchones de mi cama para ya nunca más perderte, no me quiero arriesgar a que nadie más te tenga en sus manos o que alguien te pueda leer.


Ah, y, desde ahora en adelante te esconderé entre los colchones de mi cama para ya nunca más perderte, no me quiero arriesgar a que nadie más te tenga en sus manos o que alguien te pueda leer

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¡Rayos!... Me Enamoré De Un Cristiano [Parte 1]Where stories live. Discover now