¡Rayos!... Me Enamoré De Un Cristiano [Parte 1]

Epílogo

Querido Diario:

Wuau... no esperé volver a escribir estas palabras en ti...

Creo que ambos tenemos muchas cosas pendientes aún, ¿No es así? ¿Me odias por abandonarte?

En mi defensa: yo te metí en mi mochila, pensé que la mochila me la habían robado junto con otras cajas que mágicamente desaparecieron durante mi mudanza, pero no, estás aquí, libre de toda humedad y de todo deterioro... eso sin contar tus bordes o el polvo... además de que hueles raro... pero supongo que es el precio que pago por abandonarte aquí después de cinco años.

Han pasado muchas cosas, sinceramente no sé por dónde empezar, y en realidad debe de ser rápido si no quiero que mi prometido e Izar suban a pegarme en la cabeza con una escoba por dejar de ayudarles a limpiar la casa, pero quería ver mi antiguo cuarto.

Está tal y cómo lo dejé.

Vamos a donar algunas cosas y a tirar otras, pues vamos a convertir este de nuevo en mi hogar, porque...

¡Me voy a casar!

Con un vestido blanco y toda la cosa, el velo estaba en duda, pero al final lo llevaré, creo que lo que significa no importa tanto como lo que significa para él y para mí el que yo lo lleve, todavía faltan 13 meses, sí, se escucha como mucho tiempo, pero queremos tener nuestros títulos universitarios en mano además de poder organizar todo de forma correcta, será una gran boda, no por los lujos, sino que todos vendrán para nuestra boda, incluso Moisés vendrá con Dayana, ¿Ves que sí sirve orar, Diario?

Además de que Izar se mudará con nosotros, ese siempre fue mi sueño: que cada día fuese como una pijamada, y también se hará realidad. Será como mi pequeña hija, además de que sus madres se irán al extranjero, me siento muy feliz por ellas y agradecida de que dejaran a Izar quedarse con nosotros. Si por mi fuera nos hubiesemos mudado desde los veinte, pero mi madre...

Creo que me dejan hacer esto porque saben que ya voy a asentar cabeza, y quién sabe... quizás esta habitación quede para mis futuros bebés y sean ellos los que escriban en tus páginas de nuevo.

Los chicos están bien, no te preocupes por ellos, sobre todo Gabi y Julio, pronto tendrán a su beba y estoy emocionada por cuidarla y mimarla, y sé que Mateo también está emocionado por conocer a la nueva integrante de nuestra gran familia aunque no quiera admitirlo. Yo digo que está celoso porque no va a ser él quién case a Gabi y a Julio...

En fin, Diario, fue entretenido leer tus páginas, de verdad que me sentiría muy avergonzada de que alguien más te leyera, ¿Podrías guardar todos mis secretos?

Me agrada ver esa Mary, era un amor inocente, y ahora he crecido y madurado... por suerte no expresé mucho de mis pensamientos vergonzosos aquí...

Fuiste mi mejor apoyo, dónde podía desahogarme y estoy muy agradecida por eso.

Ahora sí te pondré en el estante, junto a los demás libros que cuido con mucho cariño, porque en tí está el proceso de cómo me enamoré de Jesús, de Dios, de cómo cambió mi vida para siempre y el cómo encontré a las personas con las que compartiré mi vida.

Ahora sí, me voy a ayudar a David y a Izar porque sino me matarán por andar de floja cuando ellos ya han avanzado tanto. 

Hasta entonces, querido Diario.