Numero Desconocido - Joerick

● Capítulo 28 ●

[Tipo: ¿Qué paso ayer?]

09:35 a.m. Narra Erick

Desperté por un fuerte olor a perfume masculino, una fuerte jaqueca y un dolor en mis piernas. Levante la mirada tan solo para ver a un chico con chaqueta salir del apartamento.

- ¡Hey! – grito para que se detenga.

Me levanto y noto que aún sigo desnudo.

- Mierda. – susurro enredando una sábana en mi cintura. – Jonathan, espera. – vuelvo a gritar corriendo hasta la puerta, al salir observo por los pasillos, pero nadie estaba.

Se me había escapado mi acosador.

Regreso a la habitación y entonces me observo en el espejo, había mucho de qué hablar.

Toco el moretón que tengo en la mejilla, - "¿Cómo carajo me lo hice?" – pensé.

Después observo en mi cuello dos ligeros chupetones, realmente no eran ligeros, estaban bastante marcados.

Levanto la mirada fijándola sobre la esquina superior del espejo, había un postick pegado. Lo arranco y leo lo escrito.

"Te dije que tenías cara de pasivo, me gustaría que se repitiera lo de anoche, sabes dónde encontrarme. Firma – J"

Mordí mi labio, recordando las tantas posiciones en las que mi acosador me había puesto. Recordando cada detalle del sexo.

Volví a mirar al espejo, y entonces fruncí el ceño al no recordar nada sobre mi moretón en la mejilla.

Tome mi celular y trate de encenderlo, fue inútil, la batería se había agotado completamente.

En fin, lo puse a cargar y esperé impaciente por cinco minutos.

Fui directo a mis mensajes y entre al chat con mi acosador "Número desconocido", presioné en llamar y entonces los nervios me recorrieron el cuerpo.

|| llamando a Número Desconocido ||

Erick: No juegas limpio. – reclamé.

N. D.: No sé de qué me hablas, hasta donde se todo lo hice bien. – pudo escucharse una risita.

Erick: Salgamos a desayunar, necesito que me aclares muchas cosas. – me recosté. Colocando el altavoz.

N. D.: Por el momento prefiero seguir en el anonimato, ya sabes mi nombre. – contesto rechazando mi invitación.

Erick: Por favor, quiero ver tu rostro, además dudo que tu nombre sea Jonathan.

N. D.: Auch, nunca nadie había desconfiado de mí. Ni porque te di una "enorme" prueba de confianza.

Erick: Vaya que fue enorme, aun me duelen las piernas. – reí avergonzado.

N. D.: No quisiera ser tú en este momento. – contesto agitado.

Erick: ¿Qué estás haciendo? – pregunte refiriéndome a su tono de voz.

N. D.: Camino ¿Y tú? ¿Ya te lavaste los dientes?

Erick: Cierto, te acabo de ver saliendo de mi departamento, fuiste cobarde al no voltear cuando te grité.

N. D.: Lo siento, como te digo, prefiero seguir en el anonimato.

Erick: Bien, necesito que me aclares unas cosas. – ignore lo testarudo que era.

N. D.: Te escucho, tengo tiempo libre, estoy llegando a mi casa. – el sonido de unas llaves abriendo una puerta, pueden escucharse del otro lado del teléfono.