Erick sufre de bullying en el colegio por su orientación sexual, por lo consecuente no tiene ningun amigo y su padre se averguenza de el, por lo que el necesita un nuevo amigo, aunque sea uno desconocido.
Me quede inmóvil, al ver sus ojos, cristalinos, mierda, Joel quería llorar, y no le importaba estar frente a todos, en su cara se veía decepción, rabia, ganas de matar.
- Hola Erick, un gusto conocerte. – dice extendiendo su mano.
- El gusto es mío Joel. – conteste nervioso. Tomo de la mano a su acompañante y entonces salió de mi campo de visión.
Christopher paso su mano frente a mi varias veces para hacerme reaccionar.
- Hey flaquito. – dijo riendo. - ¿Te has enamorado de la shoela eee? – dijo sonrojado. – debo decirte que ese hombre no es para ti, es más macho que Richard, míralo. – señalo al chico de buen cuerpo y aspecto bastante varonil.
- Lo sé, no te preocupes. – dije conteniendo el llanto, de un minuto a otro, sabía que había perdido a Joel, para siempre.
- Oigan. – grito Richard. – Vengan aquí.
Christopher y yo nos dirigimos hasta la pequeña mesa que había a un costado de la alberca, había un lugar disponible, frente a Joel, en realidad no sabía si quería sentarme ahí.
- Siéntate wey. – dijo Joel agresivo. Todos lo miraron. – Mierda, me está mareando con que se sienta y no se sienta.
- Lo siento. – dije sentándome.
- Tranquilízate amor. – dijo su acompañante riendo. – Cuéntanos de ti Erick. – puso toda su atención en mí.
- Si, preséntate, di tus hobbies y esas cosas. – dijo un chico alto. – Yo llamo Zabdiel. – sonrió.
- Todos aquí conocemos a todos. – menciono Richard.
- Si, que divertido, preséntate y quizá después podamos jugar cartas. – dijo sarcástico.
- ¿Qué te sucede Joel? – Replico Christopher.
- Hay tranquilícese es una fiesta. – dijo otro chico saliendo de la casa del moreno. – Me llamo Johann. – me miro.
- Mucho gusto. – dije incómodo.
- Bueno preséntate. – dijo otro chico saliendo del mismo lugar que Johann, vi que ambos se tomaron de la mano y se besaron.
- Que no te intimiden. – sonrió Zabdiel, creo. – siempre han sido gays, pero no muerden. – todos rieron.
- Ya, preséntate. – repitió la chica, abrazando a Joel.
- Bueno yo... - dije temeroso. – Me llamo Erick Brian, tengo 16 años, vivo en Monterrey, me gusta mucho la escuela. – mordí mis labios, no sabía que hacia aquí.
- Es un nerd, para terminar. – contesto Christopher. – Pero el palito de coco puede ser divertido, ¿No es así Erick? – palmeo mi espalda con fuerza.
- Ya pongan música. – contesto Joel, ignorándome totalmente.
Saqué mi celular y entonces le envié un mensaje a Joel.
Erickin <3
¿Podemos hablar? Por favor, puedo explicártelo.
Escuche como el celular del mexicano sonó, notificándole mi mensaje.
- Y cuéntanos Erick. – me hablo Zabdiel. - ¿Tienes novia?
- Tiene cara de gay. – contesto Joel, me sentía mierda, Joel me trataba como los estúpidos de mi salón. Quería llorar, juro que quería hacerlo, pero tenía que contenerme.
- Ya cállate Joel. – dijo molesto Yoandri. – deja de molestarlo, tal parece que te hizo algo.
- Además, ¿Qué si es gay? – siguió Johann. – No tiene nada de malo, nunca te ha molestado eso.
- Lo siento. – dijo al sentirse atacado por todos, en verdad se estaba comportando como un idiota. – Vamos Erick, cuéntanos ¿Tienes novia? – dijo sarcástico nuevamente.
- No, no tengo novia, soy gay. – dije cabizbajo.
- Comienza agradarme este chico. – Zabdiel dio un ligero golpe en mi hombro. – Me agrada cuando no se avergüenzan de decir eso.
- Gracias. – trate de sonreír. Volví a tomar mi celular.
Erickin <3
Por favor, Joel, quiero explicarte.
No quiero que me odies.
Necesito explicarlo.
Me siento fatal.
El sonido de su celular al parecer había incomodado a su novia, quien tan solo miro molesta al mexicano.
- Contesta Joel. – dijo tomando su celular.
- No debe ser nadie importante, apagare el celular.
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