Capítulo 36.

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Los días pasaban y Lilly era demasiado feliz al lado de su nueva mascota, para ser exactos llevaba una semana con Minie y no dejaba que por nada del mundo cualquier extraño lo tocara sin la autorización de ella, se volvió el niño de sus ojos y su mejor amigo, claro, obteniendo el segundo lugar ya que el primero lo ocupaba su querido padre.

Toda la familia se encontraba en el patio viendo el espectáculo de Lilly en compañía de su mascota, le enseñaba a dar la mano y vaya que estaba aprendiendo, con el pasar de los días y las horas ha aprendido cosas nuevas, una de ellas hacerse el muerto, favorita de su querida dueña, Lilly.

Tras escuchar su móvil sonar entró a la casa para responder a la llamada, soltó el aire pesado que tenía en su interior y con fastidio atendió tras ver en la pantalla que se trataba de Sara.

-¿Algo qué tengas para decir?- interrogó Jimin antes de que ella pudiera articular palabra alguna.

Después de unos largos días por fin decide hablar, agotando la paciencia de Jimin y la poca confianza que le tenía. ¿Puede recuperarse?, claro que sí, pero eso lo decide el tiempo y él mismo, no daría su brazo a torcer no sin antes saber los malditos motivos de aquella visita tan despiadada en su vida.

Saldría de su casa y volvería cuando acabe de hablar con su secretaria, rápidamente fue hacia el patio y dio un beso a cada uno y emprendió camino a su oficina, donde Sara lo esperaba con algo que Amanda le había entregado ese mismo día. Un chantaje era poco para el tipo de persona que es ella, durante el tiempo que trabajaron juntos pudo darse cuenta de que tan víbora puede llegar a ser.

-Es mejor que hables de una vez antes de que yo te obligue a hacerlo- habló tras abrir las puertas de cristal de par en par.

-Esto fue lo que ella me dio a cambio de que le diera permiso para poder entrar, junto con una carta escrita por ella, me pidió que te la diera personalmente, perdón- entregó todo en sus manos y Jimin pudo darse cuenta de lo apenada que se encontraba Sara, sinceridad y vergüenza era lo único que podía ver.

-¿Por qué hasta ahora?- no quería ser rudo pero su paciencia y enojo estaban de por medio, cosa que le era difícil de retener y manejar, hiriendo a la persona que tuviese al frente suyo.

-Resulta que había dejado eso en casa y por alguna razón no lograba encontrar la bolsa de dinero que me dio, la cantidad no es mucha, pero dijo que con eso iba a pagar mi silencio para que no pudiera decir palabra alguna. Tenía planeado llamar a la policía para poder hacer algo pero aquello fue lo primero que me dijo para que no lo hiciera.

-Ya que fuiste sincera conmigo quiero que me hagas un pequeño favor- toma la carta que le dio Sara y la observa por un segundo. -Contacta a su padre y dile que Park Jimin necesita hablar urgentemente con él, que de paso lleve a su hija ya que ansío verla.

-Sé que no te gusta que anden preguntando pero... ¿qué tramas, Jimin?- preguntó Sara algo dudosa tras pensar en hacerlo o no.

-Te darás cuenta cuando todo mundo se entere. Avísame en cuanto tengas noticias de esos dos estúpidos- habló Jimin mientras caminaba a la salida. -Olvidaba una pequeña cosa. El dinero, puedes tomarlo si quieres, eso si, tendrá una consecuencia si lo haces- Sara frunce el entre cejo y Jimin le güiña un ojo para después irse a casa de nuevo.

El cielo era cubierto con las estrellas y la gran luna en el centro de este, los niños dormían tranquilamente en sus habitaciones mientras que Jimin y____se encontraban en la suya, ambos mirando hacia el techo manteniendo el silencio que durante veinte minutos ha permanecido.

-El tiempo se está pasando muy rápido, amor- habló la castaña rompiendo aquel tranquilo silencio. -Los niños están creciendo bastante rápido, en especial Jung.

-Suele ser la etapa de ellos, ayer Lilly me lo dio a entender.

-¿Lo dices por el momento de partir?- Jimin asiente tras escucharla y a decir verdad, su hija de tan solo tres años tenía razón, llegará el momento en que tenga que irse para dejar que ella haga su propia vida. Están criando a tres bellas orugas, donde protegen a cada una de ellas para cuando llegue el momento ya sean unas grandes mariposas y puedan volar con libertad, puedan hacer una vida.

-Quizá, nunca me vaya de su lado- comentó Jimin sosteniendo la mano de_____. -Por más que tengamos que irnos, siempre estaremos detrás de ellos, velando por nuestros bebés.

-Dejarán de ser bebés- ríe la castaña y deja ver su bella dentadura.

-Para mamá yo sigo siendo su bebé a pesar de la edad que tengo. Aunque seas mi mujer siempre serás mi bebé, aquella niña ingenua e inocente y, nuestros hijos serán mis bebés por más edad que tengan, seguirán siendo aquella alegría al saber que darías a luz a los ángeles más hermosos.



















































Por favor vayan a leer milky way :3

#3 ¿quieres jugar? ©park jimin.Where stories live. Discover now