Capítulo 22.

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La pareja disfrutaba de una magnífica taza de té en el patio exterior de la casa. Sentados en unas sillas para tomar el sol miraban hacia las estrellas, la luna se encontraba en su punto fijo mostrando su brillo como siempre. Era luna llena, la etapa favorita de Jimin, en donde podía disfrutar mas tiempos a solas con su mujer sin interrupción alguna.

-No sabía que Jung sentía algo por la menor de los Jeon- comentó Jimin con una sonrisa. Hoy en la tarde habían ido hasta la casa, la visita de improvisto sorprendió a todos los de la casa, Jimin simplemente quería pasar y ver los encantos de su hijo, y vaya que los tenía. Jung sería igual a su padre en el futuro, inclusive, peor.

-¿Cómo lo sabes?- puso toda su atención sobre el pelinegro quien quitaba sus zapatos color negro para dejar que el pasto hiciera contacto con sus pies pudiendo estar más relajado.

-Me entero de todo tarde o temprano, toma nota- le guiñó un ojo mientras posaba sus brazos en la parte de su nuca para dejar escapar un suspiro. -El caso es que mi hijo es todo un galán, igual que yo- sonrió satisfecho.

-Con que igual a su padre- dejó la taza sobre la mesa que estaba a un lado y tomó asiento sobre las piernas de Jimin, sintiendo poco a poco como su pene cobraba vida.

-Sí- puso cada manos en ambos muslos de la castaña para dar caricias. -Es muy coqueto con Aline, le he dado algunos consejos- al escuchar eso_____rodó los ojos al saber de que se trataba. Todo consejo de Jimin ha de ser malo, más encima si son cosas del amor. Ya empezaba a corromper a su pequeño hijo.

-¿Qué clase de consejos, amor?- intentaba mantener la risa para no querer hacer sentir mal a su esposo, mucho menos despertar a sus tres hijos que se encontraban ya dormidos.

-Lo que tenía que hacer cuando estuviera con ella, tratarla bien, acariciarla, darle besos, ya sabes, que actúe por si solo.

-¡Darle besos! ¿enserio?- enarco una de sus perfectas cejas delineadas. -Son unos niños, Jimin- rió suavemente. -Todas esas cosas que dicen no las puede hacer, Aline es muy tímida, tanto que hace que Jung incremente más sus sentimientos, pero eso así no se puede, amor- dio un casto beso sobre los labios de Jimin.

-Esas eran las cosas que yo hacia cuando estaba en mi etapa de conquista- sonrió con picardía. -Y me iba muy bien hasta la fecha- apretó su trasero al ver que esta empezaba a moverse causando un escalofrío por toda su espina dorsal.

-Como quisiera que un hombre me bese todos los días, que me lleve el desayuno a la cama, sentirme amada, ver como sus manos tocan mi cuerpo, ¿sabes? Un hombre así no sería tan mala idea- se levantó antes de que Jimin pudiese tomarle del brazo, se introdujo rápidamente en la cocina para hacer de cuenta que estaba lavando algunos trastes.

-¿A dónde vas, señorita?- preguntó Jimin tomando con autoridad el cuerpo de_____.  -¿Con qué necesitas un hombre con todos esos aspectos?- ella simplemente asintió con la cabeza.

-Lo necesito- susurró en su oído. Aquello fue todo lo necesario para que Jimin tirara al suelo todo utensilio de cocina, sin importar si los niños despertaban. Necesitaba estar dentro de ella o se volvería loco. La puso sobre el Mesón de mármol y rompió su blusa color blanco dejando a la vista aquel sujetador rojo con encaje.

-Procura no hacer ruido, linda- este llevó sus labios al valle de sus senos y con su lengua empezó a explorar cualquier rincón, haciendo que_____estuviera mojada en instantes. Metió una mano dentro de su sujetador para sentir lo erecto de sus pezones. La castaña echó su cabeza hacia atrás cuando sintió los labios de Jimin sobre su cuello, dejando marcas a su paso como sabía hacerlo.

Aquella falda color negro se fue al olvido cuando este la desgarro sin permiso alguno, dejando ver como las bragas de_____se encontraban ya mojadas y pedían a gritos que fuesen quitadas con un arrebato feroz. Este corrió la pequeña tela hacia a un lado y acarició su clítoris. A ella le fue inevitable soltar un leve gemido.

-¡Umm!- apretó sus labios en una fina línea al sentir como el dedo índice de Jimin hacia presencia en su interior, moviendolo sin piedad alguna provocando un sin fin de sensaciones en ella. La tomó del cabello mientras la miraba con autoridad, sus uñas fueron enterradas en la espalda de Jimin teniendo así su camisa blanca. Estaba tocando la cima del cielo.

Un segundo dedo se vio introducido haciendo que esta gimiera deteniendo su venir con la otra mano que Jimin tenía disponible.

-¿Te gusta?- preguntó Jimin con voz ronca mientras aceleraba sus dedos.

-¡Me encanta!- trataba de hablar sin dejar escapar gemidos. Jimin acercó sus labios para besar los de ella sin perder el ritmo que llevaba en sus manos. Sacó sus dos dedos para llevarlos a la boca de_____quien esperaba a gusto recibirlos.

Se apartó rápidamente de ella cuando sintió una fuerte picada sobre su cabeza, haciendo que su vista se tornara pesada y le fuera imposible caminar. Como si se tratase de un caso extraño cayó al piso siendo cómplice de lo que estaba pasando. La castaña como pudo puso su ropa aunque ya estuviera algo estropeada y tomó la misma altura que tenía Jimin.

-Llévame a la habitación- fue lo único que sus labios pudieron articular.

-¡Dime qué es lo que te pasa!- preocupación era todo lo que su cuerpo podía sentir.

Y ambos se alarmaron cuando un llanto proveniente de la habitación de Jung se escuchó.

#3 ¿quieres jugar? ©park jimin.Where stories live. Discover now