Capítulo 16

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—¿No quieres que conduzca? ¿En serio? —pregunto por quinta vez. No es que desconfíe de Eric pero sigue siendo menor de edad.

Tomé la decisión sin pensarlo, pedí permiso a mis padres, y tres horas después, los seis nos encontrábamos subidos al auto, conduciendo por la carretera. Un descanso no será malo para nadie y aunque aún es una sorpresa a dónde iremos es suficiente tan solo salir de la rutina.

—No—murmura en voz baja, casi como un gruñido.

—Solo te falta ladrar—comento con diversión y juro que noto una de las esquinas de sus labios elevarse. No estoy segura de caerle bien a Eric pero debo admitir que no es muy fácil tratarlo, ya que al parecer le gustan las personas calladas y con humor negro, nada parecido a lo que somos en el grupo.

Pero debe sentirse cómodo, sino simplemente se alejaría.

«Seguramente esconde algo, debe haber un chico loco por ahí adentro».

—Mis piernas se están acalambrando—vuelvo a hablar ​con sutileza, rompiendo con el ambiente neutral. A pesar de ser un viaje tranquilo donde decidimos solo colocar una suave música y donde incluso me dormí una hora, mis piernas ya no soportan el peso de mi amiga, quien está sentada sobre mí. Y todo eso es debido a que tomamos el auto de la mamá de Aiden, y es mucho más pequeño que el de la mía.

Así, apretujados, nos acomodamos. Delante Eric, y Aiden, y detrás, Matthew sobre Owen, y mi amiga y yo.

—Podríamos comer algo en la primera parada que haya y descansar—propone Matthew, sin quitar la mirada del panorama cubierto de árboles—Aunque no sé si soporte más tiempo sin comer.

—¿Por qué simplemente no nos detenemos un segundo? —agrega Aiden, observándonos desde el espejo retrovisor.

—Será mejor que cambiemos de lugar—interrumpe Owen un poco adormilado. Recostado sobre el asiento, baja la ventanilla para ver mejor el exterior. Por suerte, la primavera se acercó rápidamente dándonos una salida cálida—Emily, podría ir en el portaequipaje.

—Muy gracioso, idiota —responde ella, molesta. Se mueve para poder golpearlo provocando un agudo dolor sobre su asiento.

«Esto es una tortura, mi amiga no tiene trasero y me clava los huesos como cuchillos».

De esa forma, el clima calmado termina y los murmullos y peleas comienzan a llenar el espacio.

Comentarios sin sentido y fuera de contexto abarcan el antiguo silencio:

—Solo quédate quieta.

—Dile al idiota...

—Solo tengo hambre.

—No entiendo qué haces aquí, tonta...

Un chillido de parte de Emily es lo único que se escucha en el momento en que el auto frena en seco, sorprendiéndonos a todos. Debido a la fuerza del impulso, los cuatro de atrás nos vamos hacia adelante, desparramándonos.

—Llegamos. Salgan todos, cállense y que alguno saque la comida de atrás. Recuerden que preparamos el equipaje juntos, idiotas—Como es de esperarse, el portavoz destraba las puertas para que salgamos y con un poco de miedo, todos hacemos lo que ordena.

«Bien, Eric me sigue asustando ».

En cuanto estoy sobre mis piernas, estás se aflojan al no resistir mi peso por el cansancio, y me tambaleo.

Tímido | 02 | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora