Tímido | 02 | Completa

Capítulo 0

Para las chicas como yo, que se "enamoran" hasta del que ven pasar "caminando" por primera y única vez.

Lo peor de tener que ir a clases, es despertarte una hora antes de lo necesario, y exaltada, por culpa de los exagerados gritos de tu hermano menor, provocados por su extraño miedo a su gato.
Soltando un quejido debido a la extraña manera en que despierto, giro mi cuerpo con algo de torpeza, hasta el borde de la cama matrimonial para caer lentamente al suelo (cubierta aun con mi gran enredón negro) y sentarme. —¡Al fin te despegaste del colchón, Alice! —se queja enojado. Como hasta el momento no he abierto los ojos, decido hacerlo en el instante en que escucho sus pequeños pasos adentrarse en mi habitación, hasta arrodillarse frente a mí.

Lo miro con los ojos entrecerrados, y retengo una risita, al ver que lleva su pijama de Superman, y una enorme almohada entre sus brazos, listo para defenderse de "felino asesino".

—Ya desperté—aclaro todavía adormilada, pero él sólo apunta repetidas veces la puerta con un ceño fruncido; con una mueca de cansancio salgo de mi pieza seguida por Max, y camino a la de al lado para tomar a la pequeña mascota de arriba de su cama.

—¿Contento? —pregunto mientras acaricio a la pequeña bola de pelos.

« ¿Cómo puede temerle a algo que parece un peluche blanco? ».

Max frunce sus labios sin quitar su mirada verdosa de nosotros dos, y luego asiente con aprobación, pero luego de un largo proceso en que lentamente me ve dando pequeños pasos hacia atrás, hasta que cruzo el umbral, estando así por completo fuera de la habitación.

—Lo odio—susurra con voz suave, asiéndolo ver bastante temible.

¿O es acaso es posible no sentir miedo ante esas palabras saliendo de un niño de cinco años?
Lo miro con recelo y abro la boca para decir algo, pero él me detiene al hacer un pequeño puchero.
Verán, tengo un problema bastante extraño con lo ¿"adorable"? Cualquier cosa, actitud o frase cursi o de ese estilo, prácticamente me transforman en alguien casi irreconocible.
Soy realmente patética.

—Perdón, no debería haberlo dicho—dice con inocencia.

Lo que siguiente que ocurre debido a su exagerada ternura es que bajo al animalito, reemplazándolo por mi hermanito, sosteniéndolo entre mis brazos, y luego comiendo a repartir besos por todo su rostro haciendo que Max se desarme en risitas.

—¿Cómo es que mamá y papá no te escucharon?—pregunto incrédula mientras distraídamente peino algunos de los mechones castaños que han caído sobre sus ojos.

En ese mismo instante como por arte de magia, mamá aparece en el segundo en que termino de hablar y me quita a su hijo para sostenerlo ella e inspeccionarlo—¿Qué ocurrió?—murmura asustada, y con la respiración acelerada, seguramente por venir corriendo de su habitación que está a unos seis metros.

—No pasa nada, sólo lo asustó Miles—explico, encogiéndome de hombros. Dando por terminada la conversación al ver que ella comienza a hacer lo mismo que yo hacía hace unos segundos, tomo a Miles una vez más y me marcho.

Media hora después, estoy lista y sentada frente a la entrada de casa esperando por papá para que me lleve al instituto—Oh, demasiado frío—susurro, sin evitar que mis dientes castañeen. Cubro mis manos con las mangas del suéter rosa que llevo puesto, y me quedo mirando la calle vacía— ¿Acaso nadie hace nada? —bufo confundida.

Sí, el clima está del asco. Hace demasiado frío ya que hace una semana comenzó el invierno, y parece que el cielo está a punto de caer, pero tampoco es para tanto aún se debe ir a clases, y al trabajo—¿La gente es tan...? —Vuelvo a hablar conmigo pero me detengo al notar una gran camioneta blanca girar en mi calle.

Curiosa, lo observo, y espero que pase por el frente mío.

«Oh, Dios»

Hipnotizada, fijo la vista en la persona que va en el asiento trasero.

«Demonios, acabo de enamorarme».

.

.

.

Recuerda votar y comentar si la historia es de tu agrado <3

Instagram & Twitter: lourdesrbenitez