CAPÍTULO 7: Yo

857 45 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Los golpes a la puerta de su hermana pequeña le despertaron de ese profundo sueño, haciéndole entender que ya era la hora de comer. Se quitó lentamente el edredón y se sentó tocándose una parte del ojo, que lo noto hinchado. Le había costado dormir, a causa de todos esos dolores, y esos latidos violentos que provenían del hinchazón –Si solo hubiera sido el, le habría machacado –Se repetía una y otra vez pensando con ira en el rostro de Bakary. Se lavó la cara con cuidado, observándose y negando con la cabeza. No podía creer que hubiera llegado hasta esos extremos por una chica. Ya en la mesa rodeado de todo aquel silencio, que incomodaría a cualquier que estuviese presente, la madre se estremeció contemplando el rostro de su hijo, hinchado y con pequeñas heridas en sus brazos, paro de masticar y cambio el rostro repentinamente.

- Ibra, ¿Qué te ha pasado? –Preguntó ella con un tono preocupado.

- ¿Te has peleado otra vez? –Añadió Alagi aun sabiendo cual era la respuesta. 

Ibra no respondió, continuo comiendo con la mirada fija en el bol. A su lado estaba Fátima que también le observaba, cabizbaja y preocupada sin pronunciar palabra.

- Hee Ibra, ¿Podrías dejar de meterte en problemas? -Dijo la madre con un tono intranquilo. 

- Yo no lo empecé –Contesto tajante.

- ¿Entonces que paso?

- Ese no es vuestro problema –Contesto a la vez que se metía la cuchara en la boca.

- Tu madre solo esta preocupada por ti Ibrahim -Agrego Alagi. 

- Cuando termines de comer ve a urgencias, tu tarjeta sanitaria está en mi bolso. Fátima luego saca la tarjeta de mi bolso ¿Vale? - Observo a su hija que asintió de inmediato.

El timbre de la puerta sonó con fuerza varias veces. Fátima se sobresalto y se levanto de un tirón para abrir la puerta. Por la forma en que sonó el timbre todos sabían quien era el causante de semejante ruido. Era Idrisa, el primo de Ñuma que de vez en cuando venía de visita. Era un tipo muy diferente a su prima, tenía un carácter bastante fuerte que no se veía reflejado en su rostro, ya que a primera vista parecía una persona tranquila. Tenía la piel muy oscura y unos músculos bastante marcados, resultado de los trabajos realizados desde pequeño en Gambia y que más de uno pensaría que es por el gimnasio. Se había trasladado meses atrás a España  después de haber pasado un año en Italia, gracias a que Ñuma seguía en contacto con un amigo de la infancia que estuvo en el mismo colegio que su primo, y que acepto acogerlo. Ella quería tener a su primo cerca, y mas después de todo lo que había pasado años atrás. Idrisa desapareció de  Gambia de manera súbita durante meses, nadie sabia de el. El también recurrió a lo que muchos gambianos piensa que es la mejor solución, el infierno de camino al "Paraíso". Meses después, cuando todos pensaban que había muerto, una llamada disipo ese pensamiento y confirmo que logró cruzar el infierno para poder alcanzar el "Paraíso".

DOS PAÍSES Y UN AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora