CAPÍTULO 19: Tiempo y distancia.

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Los milisegundos se vuelven segundos, los segundos se vuelven minutos, los minutos se convierten en horas, las horas se transforman en días, los días crean las semanas y las semanas crean los meses

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Los milisegundos se vuelven segundos, los segundos se vuelven minutos, los minutos se convierten en horas, las horas se transforman en días, los días crean las semanas y las semanas crean los meses. Solo quedaban dos días para que Ibrahim volviese a España. Durante las últimas semanas había aprovechado las últimas horas para relacionarse más con sus familiares llegando a tener más afinidad con ellos. Había aprovechado las horas para salir de casa y por fin animarse a ir a trabajar al campo con sus tíos, quienes aprovechaban los segundos para reírse de los pocos milisegundos que el chico necesitaba para demostrar que no estaba echo para ese trabajo.

Corrió durante minutos por la persecución de un Gankuran, un hombre disfrazado con hojas y acompañado con un hacha que daba espectáculo algunas horas de la tarde atemorizando a los jóvenes presentes. También tuvo la oportunidad de ir algunos días con su abuela junto a sus tías y sus primas a visitar a sus otros miembros de la familia en el Bolonge, una de las comarcas más grandes de Gambia, para así ampliar más su perspectiva sobre lo enorme que era su familia.
Pero no todo fue cosa de rosas, porque durante ese tiempo, no había logrado tener un trato cordial con sus dos primos Ibrahim y Mamadu, quienes aprovechaban cada segundo para provocarle mientras su padre no se encontraba en casa, pero Ibra, consciente de que ya le quedaban pocos días para volver, hacia lo posible para ignorar todas esas provocaciones.

Ibra: ¿Pero eso será dentro de dos días verdad? –Preguntó a Lamin, quien observaba como su primo ordenaba las últimas cosas en su maleta.

Lamin: Se supone que si –Se acercó para observar la maleta –Oye, si no quitas esa bamba de ahí no se te cerrara –Dijo en tono burlón.

Ibra: ¡Ya lose niño! –Exclamo sin mirarle -¿Pero es un internado en el que solo estudiareis árabe? –Volvió a preguntar.

Lamin: Si, es un internado nuevo que han abierto.

Ibra: ¿Y cuánto tiempo pasareis allí? –Levantó la vista y la desvió para observar como entraba una de sus tías en el cuarto, interrumpiendo su conversación.

Zeinab: Papa, ¿Te falta mucho para recoger tus cosas? –Se detuvo en la puerta contemplando a sus dos sobrinos.

Ibra: No, tía Zeinab –Respondió.

Zeinab: Ah vale, es tu abuela que te quiere mandar con Lamin a casa de un amigo suyo que es curandero.

Ibra frunció el ceño extrañado y miró a Lamin quien asentía a las palabras que decía su tía.

Zeinab: Bueno, cuando termines ya te lo dirá tu abuela –Se dio la vuelta y desapareció.

Ibra: Vale –Asintió y se puso de pie después de cerrar la maleta.

Ibra: ¿Curandero? –Preguntó extrañado a su primo.

Lamin: Si, cosas raras que sinceramente yo no me trago – desvió la mirada con gestos de no saber nada –Dicen que ese hombre hace maravillas –reiteró.

DOS PAÍSES Y UN AMOROpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz