.capítulo veintiuno.

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31 de diciembre de 2002.

gerard.

Luego de lo que pasó con Bert, no estuve mucho en casa, sólo para evitarlo, y pasé más tiempo con Matt. Él me había aconsejado que, si realmente quería a Frank, haga lo que sea por recuperarlo, y eso era exactamente lo que iba a hacer. Decidí llamarlo, no habíamos hablado desde la pelea de Navidad, y estaba dispuesto a pedirle perdón.

Llamando a Frankie.

-¿Qué quieres ahora, Gerard?-bella forma de saludarme.

-Quiero verte.-le dije.

-¿Para qué? No estoy para tus jueguecitos, estoy ayudando a mis padres a preparar la casa para ésta noche.-realmente estaba enojado.

-De acuerdo, entonces ahora no, luego de las 12 nos vemos en tu casa, ¿quieres?-escuché su suspiro pesado desde éste lado de la línea.

-¿Cómo vas a venir?-preguntó.

-Le pediré el auto a mi padre, tú no te preocupes.-le dije.-Nos vemos, Frankie.-él ni siquiera se despidió, sólo cortó. Todo estaba saliendo bien.

[...]

Llego a la casa de Frank con dos cajas de pizza sobre la mano izquierda, mientras que con la derecha golpeo la puerta. Abre él.

—Gerard, que sorpresa, ¿qué haces aquí? Son las 7 de la tarde.—me dice con una sonrisa divertida. Yo sólo me limito a dedicarle el mismo gesto y beso su mejilla, entrando en la casa.

—No pude aguantarme hasta la noche para venir. ¿No están tus padres?—pregunto, luego de que nos sentemos en el sofá.

—No, están en la casa de mi tío James. Se supone que yo debía alistarme pero... Viniste tú.—dijo.

—¿Vamos a ver películas, en serio?—reí.

—Vimos películas la primera vez que fui a tu casa, ¿recuerdas?—se levanta del sofá y se agacha para buscar alguna película en la mesita bajo el televisor. Me contuve para no tocarle el trasero. En cambio, sólo me limité a mirarlo y a hacerme el distraído cuando volvió a sentarse.

—Tengo Carrie, ¿qué opinas?—realmente no me gustaba esa película, pero acepté sólo porque tenía otros planes para esa noche.

A mitad de la película, Frank y yo estábamos demasiado cerca, él estaba recostado sobre mi pecho y yo pasaba mi brazo sobre sus hombros. Me estaba debatiendo si debía besarlo o no, ya que él parecía muy absorto en la película y no quería interrumpirlo.

—Frank...—susurré. Él levantó su cabeza hacia mí, mirándome.

—¿Mhm?—preguntó.

—Quiero besarte.—murmuré.

—Entonces hazlo.—cerró los ojos y sólo me dejé llevar. Comenzamos a besarnos tímidamente, como si fuera la primera vez. Frank se subió a horcajadas sobre mí y me tomó del cuello. Lentamente, el beso se fue poniendo más intenso.

—Vamos a tu cuarto.—le dije, separándonos un poco.

—No, Gerard, no estoy... seguro todavía.—volvió a sentarse en el sofá.

—Estoy harto, Frank.—me paré.—Hace un año estamos yendo y viniendo en nuestra relación, pero tú no sabes qué quieres.

—¿YO NO SÉ LO QUE QUIERO? ¿O eres tú quien siempre esta drogándose con ese imbécil de Bert y no me presta atención?

—Bert no tiene la culpa.—dije.

—Antes de Bert eras un drogadicto también, ahora lo sigues siendo, ¿qué se puede esperar de alguien como tú?—me había cansado. Estampé mi mano sobre su mejilla, pero me arrepentí al instante. Lleno de furia, Frank me pegó un puñetazo que me dejó la nariz sangrando.

—Nunca más te atrevas a ponerme una mano encima, ¿me oíste?—me dijo.

—Frankie... Lo siento...—acaricié la zona donde lo había lastimado, pero me quitó la mano.

—No me toques.—se dio vuelta, dándome la espalda. Lo abracé poniendo mi cabeza en su hombro. Intentó removerse, pero no pudo.

—Perdóname, Frank...—me acerqué a besarlo, pero me esquivó.

—Vete.

—Frankie...—otra vez intenté besarlo, y, dificultosamente, pero con suerte, pude tomarlo entre mis brazos y apegarlo a mí. Al principio, se quejaba y forcejeaba para soltarse, pero luego se rindió y me abrazó por el cuello.

—A mi habitación.—susurró. Sin soltarnos, lo tomé de los muslos y subimos las escaleras, soltando risitas cuando yo me trastabillaba y estábamos a nada de caernos.

Lo acosté sobre la cama y le quité la remera.

—¿Estás seguro de ésto?—él asintió, no muy convencido.—Si quieres lo dejamos...—Frank me calló con un beso mientras metía sus manos bajo mi buzo, acariciando mi espalda baja.

Lo demás sucedió bastante rápido. Cuando me di cuenta, Frank había tomado el control de la situación y estaba quitándome los jeans.

—¿Estás listo?—me preguntó mientras me acariciaba una mejilla.

—No lo creo. ¿Me va a doler?—cerré los ojos fuertemente.

—No lo sé, yo no soy la pasiva.—se rió mientras se levantaba de la cama y saca un condón del armario.

—¿Así me va a doler menos?—pregunté.

—No. No vas a poder caminar por semanas, te lo aseguro.—mientras se ponía el condón, rezaba por mi salud mental y para que Frank no me parta el culo en dos.

Entonces el momento llegó. Frank me tomó por las caderas y lentamente introdujo su miembro en mí.

—¡Mierda! Auch, aaaaaauch. Me duele.—me quejé. Él salió de dentro de mí y me sentí aliviado, pero molesto, porque a pesar el dolor, había sido muy placentero.—Frank, vamos...

—Aquí voy otra vez.—ahora no había dolido tanto, y ante mi falta de quejas, Frank aumentó la velocidad. De a poco, el dolor se fue retirando para dejarle lugar al placer. Los dos gemíamos el nombre del otro, sumadas varias maldiciones, a todo pulmón, por lo que los vecinos probablemente estarían traumados.

Al compás de las estocadas, Frank me masturbaba mientras yo clavaba mis uñas diminutas en su espalda.

—¡Frank, sí, por favor, más rápido!—gemí. El susodicho atendió mis pedidos y me penetró con más fuerza, hasta llegar a ese punto donde me hacía ver las estrellas. Allí fue cuando llegué al clímax, y luego de un par de segundos más, Frank también lo hizo.

Se quitó el condón y se acostó junto a mí, juntando nuestros torsos.

—No seas asqueroso, estamos llenos de semen.—le dije. Él soltó una risita.

—¿Te puedo decir algo?—preguntó. Me esperaba alguna propuesta de matrimonio, irnos a vivir juntos, algo del estilo. Pero lo que Frank dijo fue:—¿Follo bien?

Los dos comenzamos a reír en demasía, éramos lo menos romántico que existía. Pero nos queríamos, oh sí, vaya que lo hacíamos.

xoboyd.

mi smut es una mierda y encima estoy tarde, ya sé, perdónenme

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⏰ Last updated: Sep 07, 2017 ⏰

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the true lives of the fabulous killjoys ; mcrWhere stories live. Discover now