.capítulo diecisiete.

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julio de 2002.

gerard.

Desde que el «incidente» con Frank pasó, no hablamos mucho, sólo lo necesario cuando nos vemos por temas de la banda, y muy cortante. Varias veces intenté volver a hacer las cosas normales, pero él parece no querer. Mikey me contó que habló con él y él le dijo que estaba confundido y prefería pensarlo y luego hablarme, así que estaba dándole su espacio.

Estaba en el apartamento como casi siempre, fumando un cigarrillo y componiendo un poco, cuando sonó el timbre. Pensé que era la pizza que había ordenado, así que tomé mi cartera y abrí la puerta.

-Hol... Frank, eres tú.-dije sorprendido.

-¿Esperabas a alguien más?-enarcó una ceja.

-Sí, de hecho, esperaba una pizza, pero, pasa.-me hice un lado para que pudiera entrar, y cerré la puerta.-Entonces... ¿ya te decidiste?-le dije mientras dejaba la cartera en la mesa y nos sentábamos en el sofá.

-Oh, veo que Mikey te contó.-cruza los brazos.

-Naturalmente, es mi hermano. ¿Entonces?-pregunto.

-Pensé mucho, Gee. Y creo que está mal lo que siento.-dice, apoyando su cabeza en sus manos, que estan apoyadas en sus rodillas.

-¿Y qué sientes?

-Me gustas. Sí, estoy casi seguro de que me gustas.

-¿Cómo casi?-pregunto, confundido.

-Hay una parte de mí que me dice que está mal que me gustes, somos amigos, y trabajamos juntos, pero hay otra que me dice que mande todo a la mierda y lo acepte.-confesó. Yo me acerqué mas a él en el sofá, pasando mi brazo izquierdo por sus hombros.-¿Tú que sientes, Gee?

-A mí también me gustas, pequeño Frank.-acaricie su mejilla con mi brazo libre, acercándome a su cara.-Pero estoy completamente seguro de ello.

-¿Qué deberíamos hacer entonces?-pregunta, mientras nos acercamos lentamente al otro, hasta casi chocar nuestras narices.

-Ésto.-Rompo los centímetros que nos separan y lo beso. Pero ésta vez estoy sobrio, y lo disfruto más. Es un beso lento, lleno de cariño, donde yo tomo sus mejillas y el me acaricia el pelo. Suena el timbre, por lo que nos separamos.

-Debe ser la pizza.-me levanto del sofá, tomo la cartera y abro la puerta. Efectivamente, una chica con una remera de «Peter's Pizzas» trae mi cena. Le pago y vuelvo con Frank.-¿Tienes hambre?-le pregunto.

-Realmente sí.-llevo la pizza hacia la mesita de café que está frente al sofá, y los dos comemos, mientras bromeamos o sólo nos miramos con ternura.

[...]

Otra vez estamos besándonos, pero ésta vez, en mi habitación. Frank está debajo mío, y yo estoy besando y mordiendo su tatuaje de escorpión en el cuello.

-Gerard... no creo que ésto... oh... esté bien.-intenta decir entre jadeos, acariciando toda mi espalda por debajo de mi camiseta.

-¿Por qué no?-respiro contra su cuello.

-Todavía no quiero... hacer eso... ¿está bien?-me separa de su cuello y acerca mi cara hacia la suya, para que nos miremos. Yo asiento y lo beso.

Escuchamos el ruido de la puerta abriéndose y nos separamos.

-¡Gee! Estoy en casa, ¿estás durmiendo?-mierda, es Mikey. Frank y yo comenzamos a acomodarnos el pelo y la ropa rápidamente.

the true lives of the fabulous killjoys ; mcrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora