Cruzamos el parque mirando constantemente hacia atrás, asegurándonos de que el coche de policía no subía por ninguna de las calles. Y corrimos hacia el edificio en obras del que solo existía la alta estructura de hormigón rodeada por una verja de metal y una lona verde para que no se viera el interior.

Taehyung apoyó una de las manos en ella y la movió, sacudiendo toda la reja de aluminio con lona verde, asegurándose de que era fácil de mover. El ruido del metal agitándose me hizo mirar hacia los lados. Corrimos hasta donde un candado grueso unía las dos partes. Separó todo lo que pudo los dos lados de la verja y me ayudó a colarme, cruzando él después.

- Vamos.

- ¿Habrá cámaras aquí dentro? – susurré, intentando recuperar el aliento.

Taehyung volvió a agarrarme de la mano, echando un último vistazo al exterior, tirando de mí hacia el interior de la estructura de hormigón, completamente a oscuras, acercándonos a tientas a una de las gigantescas y macizas columnas que sujetaban todo el edificio, escondiéndonos detrás de una de ellas.

- Creo que no – jadeó. – No veo nada y no hay ningún aviso en los carteles.

Apoyamos la espalda contra el hormigón, dejándonos caer hasta el suelo, soltando un suspiro. Nos quedamos en silencio, intentando normalizar la respiración y que dejara de ardernos la garganta, al menos a mí.

Las luces rojas y azules de la policía iluminaron el lugar donde estábamos y me pegué un poco más a Taehyung, que se inclinó hacia delante, vigilando el lugar por donde habíamos entrado. Pero no se escuchó la sirena y el ruido del motor no se detuvo. Las luces fueron alejándose poco a poco y pude relajar los hombros, volviendo a respirar de verdad después de un buen rato.

Taehyung permaneció inclinado hacia delante, con una de las piernas estiradas y la otra rodilla arriba, apoyando uno de los brazos en ella, intentando ver por el hueco por el que habíamos entrado. Su espalda subía y bajaba con la respiración agitaba, respiraba fuerte, solo se le oía a él. Tragó saliva, girando el rostro para mirarme, boca entreabierta y ceño fruncido.

La luz que había aquí era la que llegaba de las farolas de fuera, así que solo lo veía sombreado.

- ¿Habrán atrapado a alguien? – pregunté, Taehyung volvió a echarse hacia atrás para apoyar la espalda, mirándome, con el rostro hacia un lado, se humedeció los labios con la lengua y se encogió de hombros.

- Espero que no.

- Vi a dos corriendo detrás de Seokjin y Jeongguk.

- Jungkook es rápido. Jin es listo.

Tragué saliva, mirando hacia el techo de cemento armado. Cada uno de nosotros había pasado, como mínimo, un par de noches en comisería ya. Mis padres casi me crucifican a mí y a Namjoon cuando me tocó. Estuvieron a punto de prohibirme volver a salir con mi hermano y sus amigos, y hubiera tenido que cumplirlo porque yo aun vivía bajo su techo y tal, pero hubo problemas más graves justo después y lo olvidaron.

Taehyung se limpió la frente con la muñeca y después se miró las manos llenas de pintura, desviando los ojos hacia mí, abriendo mucho los ojos y tragando saliva. Alcé una ceja, removiéndome.

- ¿Qué? – Y entonces me fijé en sus manos, manchadas de pintura verde. Me había estado agarrando todo el tiempo. Apreté los labios, mirando mis manos y muñeca, encontrándolas manchadas de la misma pintura. Me había sujetado de los hombros y la espalda.

Mierda, mi camiseta.

- Taehyung... – me quejé, lloriqueando. Él sonrió.

- Lo siento.

Hana, dul, set - Kim Taehyung, Min YoongiWhere stories live. Discover now