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La alarma sonó por toda la habitación.

Gruñí.

¿ Quien pondría alarma estando de vacaciones?

Bueno ni tanto de vacaciones, entro a la escuela en una semana.

- Sean... -bostece abriendo los ojos.

- Mmm -Sean se volteo para apagar la alarma.

-¿ Para que pusiste alarma?

-Tengo que ir a algún lado. susurro levantándose.

Me levante rápidamente. -¿A donde? 

- Comprare algo que necesito.

-¿ Puedo acompañarte? -Dije 

- Claro, solo vístete rápido y nos vamos.

Me levante de la cama y fui al closet para ponerme un short negro y una blusa blanca.

- Erika... -dijo Sean todavía sentado en la cama.

-¿ Que?

- No vayas vestida así -gruño.

-¿ Que tiene de malo?

- Solo... no vayas vestida con eso ¿ si? -se le veía tenso.

- De acuerdo. -cambie el short por un pantalón color negro.

Puse la ropa sobre la cama y busque mis tenis Converse que había dejado la ultima vez aquí.

- Sean ¿donde están mis Converse?

- Busca debajo de la cama -musitó saliendo de la habitación.

Me arrodille y baje la cabeza buscando con la mirada mis tenis.

Y ahí estaban.

Estire mi mano para alcanzarlos y vi algo que se movió entre la oscuridad de la cama.

Fruncí el ceño.

¿ Sean tenia una mascota?

Me levante del suelo y salí de mi habitación dispuesta a buscar el teléfono de Sean para alumbrar la criatura que estaba debajo de la cama.

Después de encontrar su teléfono, corrí hasta mi habitación para arrodillarme de nuevo y fijarme que era la cosa esa.

Mi miedo a la oscuridad no era tan fuerte, es decir, me da miedo cuando es de noche, pero cuando es de día es un caso totalmente diferente.

Estire mi mano junto a el teléfono y puse la linterna.

Mi corazón se acelero en menos de dos segundos.

Simplemente me dio un pequeño susto, como cuando se te pierde el celular pero descubres que estaba en tu mano.

Sinceramente, no me importaba que eso estuviera debajo de su cama.

Agarre una toalla y entre al baño dispuesta a bañarme.

Después de quince minutos, salí del baño en ropa interior justo en el momento en el que Sean entro a la habitación.

- Vaya... -Murmuro Sean humedeciéndose los labios mientras caminaba hacia mi. Ya no me importaba que me vieran así Diego o Sean, de todas formas, estaremos desnudos en poco tiempo. -... Parece que llegue justo a tiempo.

-¿ Eso crees? -musite caminando hacia el seductora mente.

Los ojos de Sean se oscurecieron rápidamente.

- Joder Erika, créeme que si no tuviéramos que ir hacia allá te haría mía en este momento -gruño mientras me pegaba una nalgada, seguido de otra y otra mas.

Mi pequeña mateWhere stories live. Discover now