Las viejas leyendas de hombres lobo son reales. Tal vez no sean tan sádicos y sin amor como los cuentos, No...
Algunos de ellos son cariñosos y románticos, ellos solo protegen lo que es suyo.
Anhelan a su pareja desde su primera transformación y la...
Gire mi cabeza y vi a mi papa, a Diego y a Sebastian parados mientras nos veían enojados.
Me baje de la encimera de la cocina y camine hasta ellos igual de enojada.
-¡Yo quiero ir con Sean, papa!-hable mirándolo fijamente justo como el lo hacia
-No estoy diciendo que no iras-fruncí mi ceño, ¿Que mierda pasa aquí?-Solamente estoy diciendo que tienes que pedirme permiso.
-Entonces, ¿Puedo ir?
-Claro, después de todo, yo tambien iré. Al igual que Diego.
-Pff, obvio, a Diego nunca lo dejaría-hable feliz-Pero, ¿Y Sebastian?
-El tendrá que ir a otra parte
-Que suertudos son-murmuro Sebastian blanqueando los ojos
Reí
Tengo mucho que empacar.
Supongo que empezare hoy ya que no quiero andar toda apurada.
***
6 días después
***
Carajo, se me olvido empacar todo.
Ahora solo tengo menos de 24 horas para meter ropa en las maletas.
Muy bien, no te desesperes Erika, todo estará bien.
Eres muy floja
¿Quien eres?¿Mi loba interior?¿No se supone que aparezcas después de mi transformación?
Soy tu conciencia idiota, y cuando eso pase, me reemplazaras a mi por esa chucha
Oww lo siento amiguita.
Y ya no recibí respuesta de mi misma.
Ahora soy una loca.
Como sea, saque un bolso de mano y empece a meter un par de bikinis y muchos shorts con pequeñas blusas de tirantes y tenis.
Porque de verdad me encantan.
Metí un par de cepillos para el cabello y otro para los dientes.
Y por ultimo tome otra mochila la razón de mi vida: Libros, que eran 4.
Cuando termine de empacar puse la bolsa a un lado de mi cama y prepare mi cama para dormirme.
Mañana seria el vuelo y planeaba estar dormida en el avión para que no se me hiciera mas largo el viaje.
***
-Hermosa, hora de levantarte para irnos, bebe-susurraba Sean en mi oído.
-Mmm, ya voy...-abrí los ojos y me fije en el reloj-Carajo Sean, son las 3:30 de la madrugada, ¿No podemos irnos mas tarde?-murmure molesta.
El soltó una risita y negó divertido
-El avión despega a las 7:10 de la mañana, no podemos estar ni un minuto menos ni un minuto mas allí-me dijo y luego se fue de la habitacion.
Acomode mi ropa y me metí a bañar lentamente.Cada vez tenia mas flojera, con el frió de la madrugada daban tantas ganas de quedarse durmiendo.
Pero no, ¿Adivinen quien esta de vacaciones otra vez?
Cuando salí del baño enredada en una toalla, vi a Diego sentado en la cama con la cabeza entre sus manos.
-¿Y ahora que te ocurre?-pregunte caminando hacia el.
Su cabeza se levanto y me miro sorprendido.
-Creí que estabas dormida así que decidí acostarme contigo pero no te vi por lo que supuse que te estabas bañando y aquí estoy-me sonrió y se recosto en la cama de espaldas.
-Bien, pero no te voltees porque me voy a cambiar.-dije y comencé a quitarme la toalla lentamente fijándome en Diego por si acaso volteaba.
Me puse mi ropa interior y luego me puse mi demás ropa.
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Cuando ya estuve preparada me quite la toalla que tenia en el cabello y me puse a cepillarme el cabello dejandomelo suelto porque me daba flojera peinarme.
-Ya puedes mirar-le digo a Diego.
El se levanto de la cama y fue hasta donde estaba yo y me agarro de la cintura arrodillándose a mi altura y me dio un corto beso en los labios.
-Si sigues besando así me volverás loco-murmuro sobre mis labios.
Reí y el tambien. Nos separamos y fuimos por mis cosas.
Agarre mi mochila que contenía los libros y Diego me ayudo con la otra que tenía mi ropa. Cuando salimos de la habitación y bajamos las escaleras para encontrar a un impaciente Sean, que caminaba de un lado para otro.
-Te vez hermosa, Erika-sonreí sonrojada y caminamos a la salida.
-¡No se olviden de mí!-escuche que dijo Sebastián atrás de nosotros y me di la vuelta para abrazarlo mientras le decía palabras como: ''Te extrañaré'' y palabras relacionadas.
-Adiós Sebastián, volveremos pronto-le dije una vez que nos separamos del abrazo, él se quitó una lagrima falsa.
-Mi bebe ya se va de la casa-hablo exagerando.
-Cuida a Cali por mí-le dije divertida a lo que el asintió.
Sonreí mientras blanqueaba los ojos y me despedí con un beso junto con otro abrazo hasta que por fin salimos de la casa.
-Entonces, ya vámonos-dijo Sean abriéndome la puerta de atrás.
Me subí y Diego se subió conmigo. Mi papa se subió de copiloto y Sean iba manejando.
Aprovechando que faltaba tiempo para llegar al Aeropuerto, me recargue en el cristal de la ventana y admire el paisaje.
El aeropuerto estaba llenos de personas desesperadas por entrar y niños llorando.
Bajamos las maletas y caminamos dentro del aeropuerto, Dios, es casi lo mismo solo que aquí todos buscan sus vuelos.
-¿Y donde esta nuestro avión?-pregunte girándome a verlos porque estaban atrás de mi.
-Bromeas, ¿cierto?, nosotros nos iremos en uno privado.-¿que demonios...?
-Espera Sean, ¿Privado?
-¿A poco crees que te dejaría ir en uno de esos aviones públicos que nos retrasarían?-sonrió burlón
-¡Oye!, yo estoy bien con los públicos-proteste-Maldito adinerado-murmure después.
***
-Y este es nuestro avión-hablo Sean presumiendo.
-Si si lo que tu digas, entremos de una vez-dije cansada.
El muy maldito nos hizo que camináramos en círculos y al final dijo:'' Lo siento, no era por aquí'' y luego nos regresamos a la entrada y volvimos a caminar.
Cuando entramos al avión todo estaba muy ordenado y limpio.
-¡Yo escojo la ventanilla!-chille aventandome en el asiento a un lado de la ventana donde podía ver los aviones despegando.
Diego llego y se sentó frente a mi. Después vino Sean y se puso a un lado de mi y mi papa se sentó con Diego.
