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Después de curar las heridas de Diego, se sentó junto a mi y recosto se cabeza en mi hombro mientras me abrazaba, y yo le acariciaba el cabello suavemente.

-¿Porque dejaste que te golpeara mi papa? ¿Porque... no te defendiste? -murmure haciendo que mi voz sonara tranquila pero en el fondo me estaba aguantando las ganas de gritarle miles de palabras obscenas a mi papa que yacía en los asientos de la izquierda, mirándonos seriamente.

-Bebe... -murmuro con un tono de dolor en su voz- Yo no me defendí porque... el es mi suegro. ¿Entiendes? Se que lo quieres y yo jamas lastimaría algo que amas. -volteo a verme adolorido y se acerco lentamente a mi cara. -Te quiero, hermosa -murmuro y beso mis labios torpemente. No quería lastimarlo así que deje que el me besara con cuidado.

-Parece que no aprenden la lección ¿verdad? -dijo burlonamente Sean frente a nosotros.

Me separe lentamente de Diego para que no le doliera pues tenia el labio partido. Mi papa lo golpeo muchas veces en sus hermosos labios para que no pudiera besarme. 

Si no fuera mi papa iría con el y lo golpearía con la misma fuerza con la que el lo hizo con Diego.

Diego gruño por la separación y se quiso acercar para volver a besarme pero la voz de mi papa resonó en el avión.

-¡Mejor aléjate de mi hija antes de que te golpee mas fuerte! -exclamo mi papa con rabia.

Blanquee mis ojos y le di un corto beso en los labios a Diego.

***

Cuando el avión aterrizo, tomamos nuestras maletas y fuimos a nuestra casa ya que Sean le dijo al piloto que aterrizáramos en el bosque, cerca de la casa.

Jamas había estado tan feliz de haber vuelto a mi casa pero dadas las circunstancias, era lo mejor.

Corrí hacia el interior de esta y encontré a Sebastian en bóxer recostado sobre el sofá con Cali junto a el.

En cuanto escucharon el sonido de la puerta abrirse voltearon a verme y Sebastian se levanto rapidamente para llegar antes que Cali pero fue imposible ya que ella lo logro.

Sin embargo, abrace primero a Sebastian.

-¡Que bueno que ya llegaste!, ¡me estaba volviendo loco aquí solo!.

-Aww ¿me extrañaste?

-No, extrañaba molestarte -sonrio burlón.

-Que tonto -dije divertida y le pegue suavemente en el hombro.

Después de eso, me agache a la altura de Cali que movía la cola feliz.

-¡Hola mi bebe hermosa! ¿¡Como te portaste!? ¿Quien es la bebe mas hermosa del mundo? ¡Eres tu! -murmura feliz mientras acariciaba el suave pelaje de Cali, que se arrimaba cada vez mas a mi contenta.

-Auch, ¡hasta a un perro le das mas cariño que a mi! -me reprocho Sebastian.

-En primer lugar ella es hembra y en segundo lugar no es ''un perro'' es ''el perro'' porque es un miembro de la familia. -musite sentándome por fin en la alfombra que estaba ahi. Cali se subió arriba de mi y comenzó a lamer mi rostro.

Sebastian comenzó a reír pero después de unos segundos simplemente, paro. Como si algo le hubiera quitado la gracia.

-Erika, ¿te marcaron? -pregunto tenso mientras quitaba el cabello de mi cuello.

-No... bueno si... pero no tiene nada de malo ¿cierto? -tartamudee

-¿Acaso tu...?

Abrí mis ojos a mas no poder- ¿Que? no no no no. Aun sigo siendo... pura.

Su rostro se relajo y me abrazo.

-Por Dios Erika, creí que... te matarían si lo hicieran al mismo tiempo ¿no tienes miedo o asco o lo que sea? -Me miro a los ojos con preocupación.

-Eh... yo... no lose... -que situación tan incomoda.- ¡Oh mira, hay viene el amor de tu vida! -exclame apuntando hacia otro lugar y el, como el retrasado que es, volteo hacia donde dije y salí corriendo a mi habitacion con Cali detrás mio.

-¡¡Erika!! -grito desde la puerta.

Uff, de la que me salve.

Mi pequeña mateOn viuen les histories. Descobreix ara