30

13.3K 901 154
                                    

Cuando salí del salón para irme al receso, me encontré con Sharon, quien me me miraba con desagrado, lo que me faltaba.

-Deberían de haberte llevado un reporte por tu vocabulario-dijo mirándome con desprecio.Me contuve de golpearla en su horrible cara de payaso que tenia, tengo que controlarme.

Todo estará bien, empezare mi rutina de no golpear a Sharon cuando me moleste...empezando hoy.

-No necesito uno ya que me porto mejor que tu.-murmure enojada

-Así que eres una niña de mami, verdad?, oh ya me acorde, tu no tienes-ella se rio con sus amigas que llegaron justo a un lado de ella, ¿Se acuerdan de la rutina diaria que acabo de decir?, ¿si?, pues empezare mañana.

No dije nada solo me lance encima de ella y empece a arañarle la cara mientras ella lanzaba alaridos como perra en celo. Ella me jalo el cabello y me queje en voz alta pero luego rasguñe sus manos para que me soltara y ella dejo de hacerlo quejándose cada vez mas.

De pronto sentí que alguien me tomaba de la cintura y me separaba de mi presa, digo, de Sharon. Patalee para que me soltaran porque quería seguir dándole su merecido a Sharon. Pero una respiración en mi cuello me hizo perder la noción del tiempo.

-Shh tranquila, ya estoy aquí-susurro Matt. Ese idiota.

-¡¡Suéltame, carajo!!-gruñí molesta mientras me recuperaba de aquel patético trance, ¿que acaso hicieron brujería en mi?

-Erika tienes que controlarte-murmuraba en mi oído Matt pero yo solo pensaba en las miles de maneras de matar a esa bruja.

-¡¡Ya cállate Matt!! ¡¡No me controlare si ella sigue estando cerca de mi!!-Grite y el me arrastro por casi toda la escuela para un luego estar atrás de los salones.

-jamas tienes que hacer eso otra vez, entendiste?-decía Matt una y otra vez hasta que llego el Director hasta nosotros.

-Erika, recoja sus cosas, se va a su casa.-gruño el Director enfadado.

-¿Me iré de la escuela?-pregunte horrorizada.

-No, solo iras a tu casa...a solucionar sus problemas para que no los recrimine aquí en la escuela-me dio una mirada furtiva.

-Esta bien-me encogí de hombros mientras me caminabamos detrás del Director Matt y yo.

Cuando llegamos a la direccion, mire a Sean sentado en unas de las sillas que estaban ahi con las manos en el cabello mientras se lo pasaba repetidamente.

-Sean-chille ''contenta'' de verlo mientras corría a abrazarlo. Lo único que no quería era que me regañara y me diera todo un sermón de como portarme bien

-Vamonos Erika, tenemos muchas cosas de que hablar-dijo serio mientras agarraba mi mochila.

Me despedí de Matt quien me miraba burlándose, le enseñe mi dedo de en medio y seguí a Sean hasta el carro.

Cuando subimos en este, Sean se recargo en el respaldo del asiento del copiloto y hecho la cabeza hacia atrás cerrando los ojos.

-¿Sean?-murmure mientras le tocaba el brazo.

No contesto.

-Sean...¿Estas vivo?-pregunte.

Definitivamente esa pregunta sera agregada a mi lista de preguntas estúpidas

No aguante mas la curiosidad y me acomode arriba de Sean sentándome a horcajadas sobre el.

-¡Despierta!-reproche picandole los ojos.

De pronto el los abrió y me miro enojado. Pero después de verme encima suyo, toco mis muslos y me fue acercando mas a el, me agarro de la nuca y comenzó a besarme tiernamente.

¿Que clase de brujería es esta?

¿No debería estar molesto mientras me regaña a muerte en este instante?

Aunque esto no es tan malo comparado con lo que me dirá cuando lleguemos a casa...aunque, si me besa no me dirá nada y me salvare de un futuro castigo.

Oh vaya, es tan malvado lo que pienso.

Cuando Sean se separo de mis labios y me di un respiro, volví a besarlo pero con mayor intensidad.

Dios, esto es tan nuevo para mi que no se como seguir este beso.

Deje de pensar cuando las manos de Sean comenzaron a vagar por debajo de mi falda.

Tengo que parar, esto se esta saliendo de control.

Pero me gusta

Pero tengo que detenerlo

Me removí incomodo pensando que si entre mas me movía, Sean quitaría sus manos de mi, pero fue un total error.

El desabrocho mi falda y la empezó a bajar lentamente y siento vergüenza al decir esto pero sentí algo raro bajo mis piernas, algo duro.

El soltó un gruñido porque roce esa parte dura y decidí que era hora de abandonar el plan que tenia en mente.

Intente alejarme de el para irme a mi asiento y hacer como si nada de esto hubiera ocurrido pero el me acercaba cada vez mas a su cuerpo.

Entonces si no funcionaba el plan A entonces recurriría a mi plan B

Hablar.

-Se-sean-gemía y el gruñía mas alto, Dios, si seguía así, nos escucharían toda la escuela.-Pa-para-¿porque las palabras no me salían?

-Mmm-gruño Sean.

Reuní toda la valentía para gritarle a Sean y finalmente.

-¡¡Que pares, carajo!!



Mi pequeña mateWhere stories live. Discover now