Beat of my heart | Sterek |

Capítulo 39

Lobo blanco de ojos amarillos.

Derek abrió los ojos sorprendido. Una sensación que jamás experimentó se alojó en su estomago, en su garganta, en su pecho. Todo su cuerpo vibraba. El calor que recorrió su columna vertebral le hizo tambalear y se dejó caer de rodillas al suelo.

El tiempo se detuvo en ese mismo momento, todo estaba en silencio, el viento cesó, solo veía como aquel majestuoso, peludo y gran lobo blanco se acercaba lentamente a él.

Cuando el lobo estuvo lo suficientemente cerca, transformó sus ojos amarillos en el ámbar más brillante y hermoso que había visto jamás. Aquel precioso animal hizo una especie de reverencia al Alpha pero Derek cerró los ojos y el lobo apoyó su frente a la del hombre lobo. Entonces pasó... cuando le acarició la nuca a Stiles como lobo, se dio cuenta de que había vivido toda su vida con las manos vacías. Sí se había convertido en lobo completo y sí estaban esperando un bebé. La criatura perfecta con la combinación de dos impresiones personas.

- Lo hiciste, Stiles. - susurró acariciándole hasta que lo abrazó y hundió su rostro lloroso en el pelaje blanco. Los latidos del animal sonaban tranquilos. Y el segundo latido que llegó a oír le hizo apretar aún más al animal.

El brillante y claro pelo del lobo se sentía suave y esponjoso. El ambiente estaba invadido por el aroma puro de Stiles que había aumentado cien veces más siendo lo que era.

De pronto Derek volvió a la realidad al escuchar los balbuceos de la manada impresionada. El lobo Stiles se removió de sus brazos y empezó a gruñir cuando los demás intentaban acercarse. El moreno le acarició la nuca para calmarlo pero el lobo ladró fuertemente.

- Tranquilo, Stiles. - se apresuró a decir su Alpha poniéndose de cuclillas frente a él. - Es la manada... son tus amigos... - siguió acariciándolo. - Tu familia. -

El lobo gimió lastimeramente bajo y se acostó en el suelo apoyando la cabeza sobre sus patas. El moreno frunció ceño al oler el miedo en el lobo completo, así que se sentó a su lado y le acarició suavemente.

- Mejor los dejamos solos. - musitó Scott y Derek simplemente asintió antes de que la manada ingresara a la casa.

- Hey... ¿Qué sucede, pequeño? - murmuró mirándolo con cariño y preocupación en partes iguales. - Nadie te hará daño. Lo sabes, ¿verdad? - el lobo se volvió a poner de pie y empezó a mover la cola. Aquello le dio risa a Derek pero no para burlarse sino que se sentía dichoso de que su novio lo reconociera siendo un animal. Después vio la mancha roja de la sangre en su hocico. - Vamos adentro y te lavaré eso, ¿de acuerdo? Tú solo concéntrate en mí y no ataques a nadie. - pidió incorporándose. No muy convencido, el lobo blanco le siguió hacia la entrada de la mansión.

Derek y el lobo Stiles quedaron a solas en la sala. Luego de que Scott le alcanzara un paño húmedo al moreno, éste lo limpió y quedaron a solas en la sala. El resto de los integrantes de la manada se encerró en la cocina para luego cada uno volver a sus respectivas habitaciones.

Posteriormente el Alpha se sentó en el sofá para que el lobo blanco pegara un salto y también se aupara en el diván.

- Ven aquí. - dijo el mayor palpando sus piernas. El animal se acostó y colocó la cabeza sobre su regazo. - No te diré: buen chico porque seguramente me morderás. - murmuró recibiendo un leve gruñido de Stiles. - Pero de verdad eres un lobo increíble. Creíamos que serías castaño y mírate. - siguió acariciándole el lomo. - Y hueles muy bien. - agregó.

Como nunca en su vida, Derek prácticamente estaba hablando solo admirando en voz alta cada detalle de aquel lobo blanco. De momentos recibía unos que otros gemidos o aullidos del animal pero el Alpha no se cansaba de decirle cosas bonitas.