Capítulo 4

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Me niego a aceptarlo.

En cuanto su padre salió por la puerta principal, el castaño se levantó del sofá y subió a ver como estaba su amiga. Golpeó una sola vez. - ¿Lydia? - preguntó pegando la oreja por la puerta, para escuchar si se estaba bañando o hablando con alguien.

- Pasa, Stiles. - habló apenas, se escuchaba como si no tuviera fuerzas para hablar.

El chico pasó y la encontró sentada en medio de su cama, recostando la espalda por el cabecero. Tenía el pelo mojado, se notaba que acababa de bañarse. No tenía maquillaje y estaba con el pijama puesto. No parecía la Lydia de siempre, pero Stiles no podía negar que se veía realmente hermosa así. - ¿Cómo te encuentras? Veo que ya no iras a clases. - supuso pasando los ojos por la pelirroja de arriba a abajo.

- No. Me duele un poco la cabeza y las piernas. - expresó con pesar. - Pero de todos modos voy muy bien en la materia. No hay problemas con que falte por hoy. -

- ¿Quieres que me quede contigo? - ofreció amable.

- No te preocupes, Allison se quedará conmigo. Pero gracias. - le dedicó una bella sonrisa, algo forzada.

- Esta bien. - se inclinó para dejar un beso en su mejilla. - Te veo luego. - avisó y la dejó que durmiese un rato.

Al salir del cuarto se topó con los ojos de Derek, el mayor estaba pasando a su lado pero se dio cuenta que el ojiverde rápidamente aparto la miraba y siguió su camino. Sintió que su corazón dio un vuelco por tanta indiferencia. ¿Pero por qué sentía eso? Sólo eran amigos y lo que pasó entre ellos fue un simple error del cual se dejaron llevar y les gustó. No tenía que andar sintiéndose mal por no recibir nada departe de Derek.

Sin mirar atrás, bajó las escaleras y buscó a su mejor amigo, quien ya se había ido en su motocicleta. Quería que le hiciera el favor de llevarlo al instituto.

- ¡Stiles! - llamó Cora. - ¿Quieres que te lleve a la escuela? - preguntó agarrando las llaves de su carro.

- Te amaría si lo haces. - musitó divertido antes de abrazarla. Ella respondió el abrazo y pasando un brazo por los hombros de la loba, mientras ella pasada otro por los costados del castaño, se dirigieron a la salida. La pequeña Hale adoraba al castaño, lo supo desde que se enteró que Stiles le había dado respiración boca a boca antes de que fuera tarde cuando la manada de Alphas perseguían a Jennifer.

Se fue al instituto y participó de las únicas dos horas de clases que le quedaba. Para su suerte no estaban en épocas de exámenes, porque de otra forma, el inconveniente con el cuerpo que encontraron, era mas importante que cualquier examen.

Salió de la escuela con Isaac y Scott. De pronto vio su jeep en el estacionamiento, en medio de la moto de Scott y el auto de Isaac. Se sorprendió, se suponía que estaba en su casa, en su cochera.

- Derek te lo trajo. - avisó su latino amigo mientras se ponía el casco. El castaño miró al rubio y este movió las cejas exagerado y cómplice.

Scott le lanzó sus llaves y arrancó su maquina para luego asentir amable y desaparecer.

- Que atento es Derek, ¿no crees? - lo provocó Isaac.

- ¡Tú te callas! - gritó el castaño y el rubio carcajeó antes de subirse a suyo.

- Nos vemos, caperucita. Acuérdate que tenemos una plática pendiente. - dijo ya dentro de su auto.

- Esta bien, ricitos. - devolvió gracioso dejándolo mudo. Montó su jeep y tomó rumbo a su casa.

Que el moreno se haya tomado la molestia de traerle su jeep no era para nada de otro mundo. Ya fueron varias las veces que Derek le había alcanzado el jeep a la escuela o en algún otro lugar donde se encontraba el castaño. Entonces significaba que empezaría a comportarse nuevamente normal y lo que fuera que hayan hecho, tenían que olvidarlo.

Beat of my heart | Sterek |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora