Capítulo 31

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Vitalidad.

Aunque nunca lo admitiría, pese a su hiperactividad, su torpeza, sus berrinches y planteos infantiles, lo que siempre admiró de Stiles era su actitud madura frente a los problemas. Se sentía tan identificado con ese chico. Tan cercano en muchos aspectos.

Desde que lo conoció hacía apenas casi dos años, el chico se mostraba feliz, temerario, valiente. No se parecían en lo feliz o en lo risueño, claro, sino en que los dos sufrieron demasiado a lo largo de su vida. El chico había perdido a su madre desde muy pequeño, Stiles vio a su madre morir, maduró antes de tiempo.

Derek perdió a toda su familia en un incendio y sus casos no podían compararse. La realidad era que al menos Derek aprendió a salir adelante teniendo una edad más avanzada a la de Stiles.

En fin... en ese simple anterior humano pudo ver las cosas que él había perdido sin nadie con quien contar más que con Laura, pero teniéndolo como compañero de vida lo había recuperado por completo.

Odiaba verlo sufrir, verlo llorar, verlo preocuparse simplemente. Y su lobo interior se ponía inquieto cuando no sabía que hacer para ayudarlo.

Cuando su vida peligraba meses atrás, al principio intentaba poner buena cara. Pero tratándose de su padre, su novio no podía fingir que todo estaba bien.

Lo sorprendente de todo era que Stiles, siendo un hombre lobo muy reciente, no perdía el control mientras que cuando él perdió a su familia casi enloqueció.

No podía estar más orgulloso de sí mismo por amar a un hombre como Stiles.

Los cuatro iban incómodamente callado en el Camaro. Lydia y Scott en el asiento de atrás, Derek conduciendo y Stiles en el asiento del copiloto.

El moreno volteaba a cada rato para echarle un vistazo a Stiles, mientras conducía. El pobre no dejaba de derramar lágrimas. Estiró la mano y la colocó sobre la pierna del castaño quien no dejaba de temblar. Este le miró un segundo y volvió la vista a la ventanilla.

Detrás, la pelirroja y el latino se miraron mutuamente sin saber que hacer ni que decir. Estaban muy preocupados por lo que pudiera llegar a pasar.

Entonces Derek aparcó el vehículo y ni bien calló el motor, el castaño salió a toda prisa para dirigirse a la entrada del hospital. Los demás no tardaron mucho en estar a su lado en segundos.

Como un torbellino, Stiles abrió las puertas de par en par y fue a pasos apresurados hasta la mesa de guardia.

No veía a Melissa en ninguna parte.

Cuando quiso preguntar por su padre a la primera enfermera que vio, Parrish apareció frente a él y apoyó las manos en los hombros del menor. - Stiles, tranquilo. - se apresuró a decir el oficial.

- Mi padre... ¿Dónde está mi padre? - preguntó con lágrimas insistentes. Detrás, Lydia, Scott y Derek miraban preocupados, expectantes.

- Él ya está bien. Se descompensó en su oficina, frente a mí. - empezó a contar.

- ¿Se lastimó al caer? ¿Lo atrapaste? - estalló alterado.

- Sí, descuida. Se desmayó en mis brazos pero despertó cuando llegamos aquí en la ambulancia. - dijo Jordan.

- ¿Dónde está? - preguntó Derek poniendo la mano en la espalda de su novio.

- Lo están atendiendo. No se preocupen, Melissa está con él. - avisó y Stiles abrazó al mayor con todas sus fuerzas, escondiéndose en el hueco de su cuello. El mayor le respondió el abrazo con la misma fuerza.

Beat of my heart | Sterek |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora