Aiden

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Escuchaba su conversación con su madre desde su cuarto, mientras recorría la habitación observando las fotos que tenía colgadas por las paredes.

—Sí, mamá... —dijo—, me ha traído un amigo.

Amigo. Me reí yo solo.

—¿Y Max? ¿Dónde le has encontrado? —preguntó su madre.

—Estaba en los bosques de detrás —percibía el nerviosismo en la voz de Lynn.

—¿Y te has adentrado tú sola en el bosque? —continuó su madre con el interrogatorio.

—No, mama, Aiden... mi amigo le ha encontrado —dijo.

Su madre no se dio por vencida y yo me reía cada vez que sentía su desesperación en su voz, ya que sabía que la estaba esperando en su cuarto.

—¿Y dónde está ese amigo tuyo?

—Se ha ido a casa, mama —le dijo—, oye es tarde, voy a irme a dormir. Buenas noches.

Subió las escaleras básicamente corriendo si darle tiempo a su madre a continuar con el interrogatorio y abrió la puerta.

Me vio allí sentado en su cama y se quedó unos segundos así. Después pareció volver a la realidad y se apresuró a cerrar la puerta.

—Sabías dónde estaba mi casa —me acusó—, y no es la primera vez que entras por esa ventana —dijo y señaló mi principal forma de entrada.

Asentí lentamente.

—¿Por qué? —inquirió cruzándose de brazos. Era sexy cuando se ponía en modo exigente. 

Puse los ojos en blanco. Me incorporé y di unos pasos hacia ella.

—Porque me gusta verte dormir —dije.

Era la simple verdad. Arrugó la frente como hacía cada vez que algo la confundía.

—¿Y no crees que eso es un poco raro? Quiero decir, no es muy normal entrar en las casas de las personas porque te guste verlas dormir... aunque claro dada tu situación, tampoco es muy normal ir transformándose por allí en lobo...

Me empecé a reír a carcajadas rezando para que su madre no se levantara de la cama para ver qué estaba pasando en su cuarto. La agarré de la cintura y ella me miró. Sentía lo nerviosa que le ponía mi tacto. Y eso me gustaba.

—Gírate, —me dijo. Se apartó de mí y se soltó de mi agarre. Ahora era yo el que la miró confundido—, me voy a cambiar y no quiero que me mires.

Obedecí despacio y escuché cómo se quitaba el vestido.

I M P R I M A D A [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora