Capítulo 2: Chase Hamilton

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Aunque odiara vestir malditamente bien para verme con un Hamilton, no me quedaba de otra. Al menos que quisiera ser despedida y por el momento, prefiero tener un trabajo para poder pagar mis gastos.

No soy una persona madrugadora y aunque ya me tome mi café con leche, sigo de un humor de perros. Estaba esperando en una sala de conferencias del hotel, mirando a los encargados de preparar las luces, cámaras y otras cosas, para la sesión de foto que le harán a Chase después de la entrevista.

Marcus, mi jefe, no me dijo el motivo de la entrevista, así que deduje que Chase será el encargado de explicarme sobre que quiere hablar, o al menos eso espero, porque no vine preparada para improvisar.

Cinco minutos después, entró el presumido de los Hamilton viéndose tan malditamente bien como siempre, razón para odiarlo aún más. Vale, en realidad no lo odio, pero las pocas veces que he tenido la "oportunidad", recalcando las comillas, de estar con él, me di cuenta que somos como el aguacate y el chocolate.

—Señorita Salvatore, un placer volverla a ver —me sonrío, mostrando sus brillante dientes. Tonto—. Hoy luce hermosa, como siempre.

Falso.

—Muchas gracias, señorito Hamilton —sonreí falsamente—. Me alegro de que esta vez sí haya sido puntual.

Se quitó el saco y lo puso en el respaldar de la silla, subió las mangas de su camisa color azul, que combina con sus ojos, y luego tomó asiento en la silla a la par de la mía.

—¿Podemos empezar ya? —preguntó mirando alrededor— Tengo cosas que hacer.

Y ahí estaba el maldito arrogante que conozco.

—Claro —respondí sin quitar mi sonrisa de actriz profesional, cosa que no soy pero que debería de considerar después de actuar amable con este Hamilton idiota—. Solo dígame de que quiere hablar.

Me senté y crucé mis piernas, haciendo que mi falda se subiera unos centímetros más arriba, ganándose una mirada de Chase que no pase por desapercibida.

—Mi renuncia al apellido Hamilton —dijo, subiendo su mirada lentamente, por todo mi cuerpo.

Casi dejo caer mi libreta y lapicero, que había agarrado de la mesa que tenía al lado junto a una botella de agua, más por la sorpresa de sus palabras que por la sorpresa que me llevé al sentir un leve escalofrió al verlo analizar mi cuerpo.

—¿Perdón? —pregunté incrédula.

—En unos minutos, cuando esta entrevista termine, iré donde mi abogado a firmar los papeles para renunciar al apellido Hamilton. Dejaré de tener las acciones de los hoteles y se las pasaré a mi hermano Lucas.

—¿Puedo preguntar por qué?

Sonrió de lado y acarició su barbilla con un poco de barba creciendo, me miró a los ojos, los cuales tenían un toque burlón.

—Puede, pero no le contestaré —respondió, haciendo que rodara los ojos por su respuesta—. Confórmate con saber que no tendré más relación con el señor Hamilton.

Todos conocen a los Hamilton, especialmente a los hijos, quienes disfrutan de salir en revistas, modelando ropa interior, peor hay más que lo que vemos en las revistas.

El Señor Alexander Hamilton es el dueño de una cadena de hoteles de cinco estrellas a nivel mundial. Tiene más dinero que el presidente y todos los gobernadores juntos. Se casó con Alicia Avery; Una señora muy mimada por su esposo. Pertenece a una familia de ricos, no como los Hamilton, pero siempre ha estado rodeada de dinero.

Y luego seguimos con Lucas Hamilton; el hijo mayor. Arrogante, egoísta, un desastre de persona, mujeriego, modelo de Calvin Klein, sale con una modelo de Victorias Secrets y es un consentido de papá. Dueño de un veinticinco por ciento de las accione de los hoteles.

El hermano de en medio, Chase Hamilton: Arrogante, Mujeriego, Modelo, la imagen de Gucci & Gabbana, dicen que dona dinero a la caridad, pero arruina eso con su actitud y su enorme ego. Su debilidad es su hermana. Dueño del veinticinco por ciento de las acciones.

Dimitria Hamilton: La menor de los hijos Hamilton, la consentida de Chase Hamilton. Con solo 20 años es dueña de una tienda de ropa. Aclaro: es dueña de una gran tienda de ropa que ahora es conocida a nivel mundial. La única amable de los Hamilton y mi mejor amiga. Aunque nunca podemos vernos porque ambas tenemos una agenda muy apretada, hablamos casi todas las noches. También es la única que rechazó ser parte de la cadena de hoteles Hamilton.

—Me sorprende que mi hermana no te haya dicho nada —me miró confundido— ¿O ya no hablan?

Suspiré.

—No eres de mi importancia, así que no hablamos de ti.

—Pero si de mi hermano, ¿no?

Salí con Lucas Hamilton... una noche. Fue una noche que ya olvidé, pero, parece ser que Chase no y según tengo entendido, estos chicos solo son competencia donde las chicas son sus premios.

—No, Chase— rodee los ojos—. No hablamos de ti ni de tu hermano.

Me miró casi inspeccionando mi rostro y luego resopló.

—Como tú digas, Aly.

Lo mire molesta. Algo que enserio odio es que me llamen Aly porque la única razón persona que me llama así es él, suficiente razón para odiar ese horrible apodo.

—Entonces, Chase ex Hamilton —sonreí cuando vi que me miró mal—, ¿Que harás ahora que no tendrás ganancia sobre los hoteles?

—Me dedicaré a mi carrera de modelo y tal vez empiece con mi carrera de actuación y canto.

No puede evitar soltar una risita. Chase Hamilton podía tener la apariencia de un actor de cine y un cantante de pop/rock, pero es pésimo mintiendo y ni hablar de su canto.

—Me encantaría ver eso.

Él sabía que me estaba burlando, pero me sorprendió cuando soltó una carcajada.

—No, no voy a actuar ni a cantar. Pero estoy pensando en abrir mi propia empresa de modelaje.

—¿Aceptarías a chicas que midan menos del metro ochenta?

Me miró con curiosidad y luego sonrío.

—Si, aceptaría a enanas como tú.

Ahí estaba de nuevo el idiota.

—Bueno Señorito ex Hamilton, creo que ya es hora de empezar con las fotos.

Antes de que lo mate.

Nos levantamos y él se volvió a poner su saco. Empezó a caminar hacia el fotógrafo cuando se dio la vuelta y me vio con una sonrisa.

—Dimi vendrá mañana. Creo que su vuelo aterrizará a las 9:30 AM. Si tienes tiempo de ir por ella, te lo agradecería.

No espero ni una respuesta de mi parte y se fue hablando con el fotógrafo hacia el fondo de la sala donde estaban las de maquillaje.

¿Estaba trancando de ser amable? O solo quiere un chofer para su hermana

Este chico me da dolor de cabeza


Hamilton Origin [TERMINADA]  |Serie Hamilton| #0.0 <SIN EDITAR>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora