[Rakan x Xayah] Un nuevo despertar [League Of Legends]

[Capítulo 15] |Dudas amorosas|

El salón estaba en un profundo silencio que ninguno de los dos quería romper, los dos se dedicaban a mirarse el uno al otro, embelesados por la belleza de sus ojos. Xayah suspiro, moviendo su rostro y cortando al fin el contacto visual que tanto los había incomodado.

Xayah carraspeó, mirando hacia el suelo, rogando para que Rakan no dijera nada acerca de lo ocurrido, y pareció que el chico tampoco quería hablar sobre ello. La vergüenza no les permitió hablar.

Rakan sonrió por lo bajo, recordando el rostro rojo de Xayah cuando ésta se dio cuenta de que se estaban observando mutuamente, aunque lo más probable es que él también estaba rojo por completo.

¿Pero quién no lo estaría si a tu lado está una hermosa chica? Y entonces se dio cuenta de que quizás Xayah ya no estaba disponible, podría haber algún chico esperando su retorno.

Entonces se sacó de encima esos pensamientos, era imposible que una chica con pareja ofreciera a un chico ser su compañero. Suspiró, volviendo a alzar la cabeza para ver el televisor, ya sin ganas.

Xayah también regresó toda su atención al programa que había en aquel instante, aburriéndose cada vez más. En ese mismo instante solo deseaba ir a la cama y dormir hasta el día siguiente, o quizás más tiempo incluso.

Después de aquel momento vergonzoso todo le daba igual y solo quería ignorar el mundo hasta poder dar la cara a Rakan. Frustrada se giró, intentando pensar que nada había ocurrido. ¿Cuando fue que las cosas se complicaron tanto?

¿Cuando fue que las cosas cambiaron de aquella manera tan drástica? ¿Cuando fue que comenzó a preocuparse por amor? Nunca se había preocupado realmente por esos temas, pero con la llegada de Rakan todo se había tornado complejo. 

Quizás ocurrió por empezar a pasar tiempo con alguien de personalidad opuesta, o tal vez por la falta de compañía verdadera que había sufrido durante meses e inclusive años, vagando sola por el mundo y creando una mala fama acerca de ella.

¿La juzgaría Rakan por todos los actos que había cometido con su nombre de 'La Rebelde' o la seguiría acompañando sin importar qué? No había dicho nada cuando mataron a todos aquellos que la perseguían cerca de la ciudad, así que todavía quedaban esperanzas.

— Creo que ya voy a dormir.— Avisó la vastaya, destapándose y saliendo con lentitud del sofá, dirigiéndose a su respectiva cama.

Rakan asintió mientras apagaba el televisor, lo mejor sería que él también intentase dormir para poner en calma sus sentimientos de una vez por todas. No era sano el pensar tanto y no darle un descanso a su cerebro y a su cuerpo.

Tomó la manta y la llevó al lecho, tumbándose de golpe. Ya estaba en su pijama, por lo que no se tendría que cambiar de ropa. Ya acomodado, cerró los ojos con fuerza y gracias a alguna clase de fuerza mística pudo dormir tranquilo, bueno, en verdad pudo porque ya estaba agotado del todo.

En cambio, Xayah se removió durante un buen rato, sin saber qué hacer para conciliar el sueño, e incluso estando agotada no podía descansar la mente durante toda la noche. Soltó un suspiro de frustración intentando poner su mente en blanco y facilitar el sueño.

Y al fin, entre miles de pensamientos,sin darse cuenta acabó por dormirse, acurrucada de lado en la cama en una posición bastante cómoda para ella, y por suerte, no se volvió a despertar en toda la noche, al fin había vencido el insomnio.

La noche pasó pacífica, sin ningún problema entre las horas nocturnas. Los primeros rayos de luz surcaron el cielo, y después de tres horas al fin amaneció por completo, despertando a la mayoría de demacianos.