[Capítulo 11] |Viaje|

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En la habitación del hotel, dos vastayas miraban fijamente un mapa, mientras la chica soltaba información, mientras el otro escuchaba con atención.

— Veo que en verdad sí te estás tomando esto en serio, Rakan.— Xayah soltó una sutil risa mientras Rakan sonreía, satisfecho.

— Ya te dije, si quiero concentrarme, lo logro.— También rió, alegre por la reconciliación.— ¿Y cómo llegaremos a la prisión noxiana?

— Tenemos dos opciones. Una es hacernos pasar por personas que vienen a visitar a algún prisionero. La otra opción es colarnos.

— Yo creo que la primera alternativa es... rara. No creo que los noxianos dejen pasar a familiares o amistades a ver prisioneros.

— Yo también creo eso, por lo que dejé de dar vueltas al primer plan y me he dedicado a evaluar el mapa de la prisión y por dónde entraremos, si es seguro o si necesitaremos refuerzos.— Explicó con posado serio.

Gracias a la buena actitud de Rakan y el hecho de que ayudó bastante a Xayah, pronto tuvieron todos los planes hechos, por lo que al día siguiente partirían.

Xayah se sentía satisfecha por el mero hecho de haber visto a Rakan tan serio, y pensó que después de todo no podía juzgar a alguien hasta que no lo conociera por completo.

Aunque lo más probable era que en un futuro cercano sí tendría verdaderas razones para enfadarse con él, y entonces éste lo lamentaría caro.

— Entonces... ¿Fuiste de turismo?— Decidió preguntar la vastaya mientras volvía a repasar el mapa.

— No, fui a pedir consejos a Luxanna.— Respondió el otro, mirando por la ventana, intentando entretenerse de alguna forma.

— ¿Consejos?— Confundida Xayah dejó el mapa en la mesa, levantándose para ponerse al lado de su compañero.

— Por lo de la pelea. Me ayudó bastante, la verdad.— Confesó pensativo, pues seguramente en su estancia en Demacia acudiría bastante a Lux.

La de ojos ámbar rió, definitivamente no solo ella había estado sufriendo un tiempo por no saber cómo se reconciliarían. El vastaya también tenía sus propias preocupaciones.

— Si quieres... Cuando rescatemos al prisionero y regresemos, podemos hacer turismo.— Le dedicó una sonrisa sincera, ella quería recompensar a Rakan por su atención. ¿Y qué mejor que recompensarlo concediéndole un día de turismo junto a ella?

— ¡Genial!— Exclamó en tono bastante alto, haciendo que una persona que pasaba por la calle se sobresaltara por el grito.

— Oye, no grites así, que asustas a los civiles.— Rió a la par que se volteaba hacia el sillón. Estaba bastante cansada, y una siesta no le haría mal, además de comida, porque aquel día no había desayunado, y su estómago pedía a gritos alimentación.

— Es su culpa por pasar por esta calle.— Sonrió mientras veía la cara del civil que había asustado.— Tendrías que haber visto su reacción.

— No me interesa ver gente asustada por gritos. Me interesa ver gente asustada porque va a morir a mis manos.— Xayah amaba ver esas reacciones en sus misiones, sobretodo porque siempre le pedían piedad.

Pero ella nunca se las concedía, y aunque muchas personas decían que era cruel, solo era parte de su trabajo.

Xayah cerró los ojos, intentando dormir para no sentir la molesta sensación en su estómago, pensando en que ya iría a comprar algo de comida después.

Pero para su desgracia-fortuna su estómago gruñó, haciendo que Rakan se diera cuenta de la situación de la chica. Se acercó a Xayah y la levantó por el brazo.

[Rakan x Xayah] Un nuevo despertar [League Of Legends]Where stories live. Discover now