[Rakan x Xayah] Un nuevo despertar [League Of Legends]

[Capítulo 14] |Sentimientos|

Rakan quería que la tierra lo tragara, hacían ya tres horas que habían regresado al hotel, no sin antes avisar a Lux de que a la mañana siguiente partirían, y seguía abochornado por la cercanía que había compartido con Xayah, y seguía preguntándose por qué ésta no lo había apartado.

Pero no podía negar que aquello le había sentido muy bien, había sido un alivio emocional bastante fuerte, pudo olvidar todos los problemas que le seguían y le estaban haciendo la convivencia con Xayah algo imposible.

Si había algo que quisiera hacer en aquel mismo instante, era poder abrazar a Xayah, pues sentía que aquello sería mucho mejor que apoyar su cabeza en su hombro, quería escuchar el corazón de Xayah y olvidar nuevamente todos sus problemas.

¿Pero por qué se atrevió a hacer ese acto en el parque? La pregunta, algo estúpida, pues él mismo sabía la respuesta sin tener que pensarla mucho. Lo había hecho porque necesitaba el calor de alguien cercano, lo necesitaba para pensar que todo estaría bien.

Y lo logró, junto a Xayah pudo ordenar sus pensamientos, sus sentimientos, sus ideas, pudo pensar al fin con claridad y sin tener que sentir el dolor que se había instalado en su pecho a causa de las situaciones dolorosas que había comenzado a imaginar por el tema del amor.

Pero no podía hacer nada por evitar el temer, pues el amor es algo tan complicado de definir, de sentir y de olvidar, que sí o sí tendrás alguna época en tu vida en la que debes sufrir por sentimientos no correspondidos o amores complicados.

Y Rakan estaba viviendo aquella época ahora mismo, junto a una chica que no conocía por completo pero que parecía complementarlo, tanto por personalidad como por apariencia física, y deseaba conocerla, saber sus ambiciones, propósitos de la vida, sus sueños.

Quería saber todo de ella y hacerla feliz, quería que sonriera, pues al no hacer mucho esa acción, cada vez que movía sus labios para formar una sonrisa, Rakan también sonreía por lo bella que se veía.

Ahora mismo se hallaba en la cama, las luces apagadas, escuchando un suave sonido proveniente de la cama al moverse por el nerviosismo. Sabía que Xayah estaba durmiendo, y lo que menos quería era despertarla de su sueño, fuera bueno o malo, no tenía ni idea. Quería encender la luz para poder sentirse menos incómodo, pero aquello significaría despertar a su compañera, por lo que se conformó con la oscuridad.

Sus ojos celestes intentaron acostumbrarse a la oscuridad, que consumía la habitación entera, pues aunque era temprano, las seis de la tarde, estaban bastante cansados y decidieron descansar más temprano, cerrando todas las ventanas de la habitación junto a las cortinas.

Pero a decir verdad, Rakan no podía conciliar el sueño, se le era imposible por culpa de la cantidad de pensamientos que lo atosigaban sin piedad y sin la intención de dejarle tranquilo de una vez por todas. 

Él solo quería dormir, descansar su mente por completo durante algunas horas, disfrutar de la comodidad de la cama, ya que pronto tendría que conformarse con dormir en el pasto, sin importar la cantidad de insectos que hay allí, después de todo Xayah y él eran viajeros, con algo se debían conformar.

Rakan sonrió al pensar en su antiguo yo, cínico, mujeriego y casi sin sentimientos. Pero eso fue antes de conocer a Xayah, pues después de su encuentro empezó a darle vueltas a sus emociones, a comprenderse más a sí mismo. Había cambiado por completo gracias a aquella chica.

Si alguien le hubiera dicho a su yo pasado que cambiaría por culpa de amor, éste habría reído y se habría burlado, diciendo que era algo imposible, ya que él siempre se había preocupado solamente por él mismo, y aunque no carecía de sentimientos, no era del tipo que se preocupa de la vida de los demás.