[Capítulo 9] |Planear|

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Rakan sorbió de su vaso lleno de café con leche, mientras constantemente lo removía con una pequeña cuchara, esparciendo el azúcar. Miró curioso a la rubia que estaba sentada frente a ellos, y de vez en cuando tomaba alguna que otra galleta, cortesía de la demaciana.

Xayah tenía semblante serio, necesitaba saber cuál era la misión que les encargarían y no hablar de sus vidas como viejas chismosas y amargadas.

— Bueno, empecemos de nuevo con las presentaciones.— Dijo con una dulce sonrisa la rubia demaciana. Xayah bufó molesta.— Soy Luxanna Crownguard, hermana de Garen Crownguard y soy conocida como la dama luminosa. Podéis llamarme Lux. 

— Yo soy Rakan, encantado.— El vastaya correspondió el saludo con una sonrisa cálida.

— Xayah, me llamo Xayah.

— Debo agradeceros el haber venido hasta aquí. Me gustaría mandaros a descansar a vuestro hotel, pues ya es plena noche, pero primero quiero aclarar todo.

— Ve directa al grano.— Ordenó la vastaya, algo enfadada, quería ya saber cuál era la misión que tenían que llevar a cabo, conseguir sus quince mil monedas y marcharse de Demacia para retomar sus antiguas vidas hasta que hallasen más misiones. 

—Necesito que liberéis a uno de nuestros mejores guerreros. Ha sido encerrado en una prisión Noxiana, y como vosotros no sois reconocidos entre los demacianos, los generales noxianos no os reconocerán y seguramente podréis colaros en la ciudad.—Declaró en un tono serio, frívolo, muy distinto al que había emprado para saludar y conversar. 

— Bien. ¿Cuándo tendremos que ir?— Xayah se cruzó de brazos, mirando sin parar a Lux, pues si debía cumplir aquella misión, que para ella parecía sencilla, necesitaba información, o al menos la necesaria. — ¿En qué prisión? ¿La misión implica asesinatos? 

— Mañana contestaré todas vuestras dudas. Ahora, por favor, acompañadme, os enseñaré dónde os hospedaréis. 

Los dos vastayas asintieron, y Xayah no se quejó por el cansancio y el sueño que tenía en aquellos momentos por haber pasado más de cuatro horas caminando. Pronto llegaron a la entrada de un gran hotel, donde Lux les enseñó cual era la habitación que compartirían. 

Subieron unas escaleras de piedra lisa pintada de blanco, hasta llegar en frente de su habitación designada. Allí, los dos vastayas cruzaron miradas con Luxanna.

— Bueno, mañana os espero en el palacio, en el mismo salón que hoy. Tengan una buena noche.— Se despidió en tono cordial la rubia. Xayah hizo un gesto con la mano y entró a su habitación.

— Adiós, Lux.— Murmuró Rakan yendo junto a Xayah.— Entonces nuestra misión será rescatar a un prisionero demaciano.— Susurró, confuso.

— Exacto, y como ya escuchaste, mañana nos darán los detalles. 

— ¿Y tendremos que volver a hacer una caminata?— Suspiró algo cansado Rakan, tirándose a una de las dos camas que había en la pequeña habitación blanca, camas separadas por una gran mesita de noche. 

— Podemos perder la vida allí... ¿Y lo único que te preocupa es tener que caminar demasiado? ¿De verdad, Rakan?

— Pues sí. No creo que mis pies puedan soportar muchas más caminatas.— Murmuró divertido Rakan. Amaba sacar de quicio a Xayah de todas las maneras posibles, aunque a veces no le salía bien y tenía que disculparse mil y una veces. 

— Oh, venga ya... Bueno, ahora solo duerme.— Rakan asintió y cerró los ojos una vez Xayah había apagado las luces de la habitación.

🌕🌔🌓🌒🌘🌕

La noche pasó rápida, y cuando los dos vastayas despertaron tenían bastantes energías por saber lo que les deparaba en el futuro. Estaban ilusionados, algo atemorizados, y es que en cierta parte Rakan, e inclusive Xayah, sentían que aquella misión podría acabar mal.

Desayunaron en una cantina que había al frente del hotel, un desayuno sencillo pero que les daría energías suficientes como para aguantar hasta el mediodía sin quejarse de hambre. 

— Bueno, hora de marcharnos al castillo.— Ordenó la chica de ojos ámbar. 

— ¿Y cuando nos den los detalles, tendremos que dirigirnos al instante hacia Noxus?

— ¡Claramente no! Tenemos que preparar una estrategia , estudiarnos el mapa de la prisión, buscar salidas en casos de emergencia, provisiones, contactos por si la misión sale mal y un vehículo para huir en cuanto tengamos al prisionero junto a nosotros.

— Oh bueno, ya entendí. No todo es tan fácil como ir allí, matar a todos y tomar al prisionero, ¿no?

— No, Rakan, hay que planear una buena estrategia.— Explicó, acabándose una tostada con mantequilla. 

Una vez terminaron el desayuno, pagaron y salieron de la cantina con una sonrisa en sus rostros. Ahora solo les faltaba ir al palacio, saber todos los detalles de la misión y empezar a planear una buena estrategia.

Llegaron a la entrada del castillo, donde la joven demaciana les estaba esperando, radiante como el día anterior y con un rostro jovial. ¿A caso no se cansaba de sonreír tanto? 

— ¡Buenos días! Acompañadme. ¿Habéis tenido una buena noche? ¿Os gustó vuestro alojamiento?— Lux les taladró las orejas con un montón de preguntas y afirmaciones.

— Buenos días también, sí, tuvimos una buena noche, y el hotel es bastante bonito.— Respondió Xayah sin inmutarse. 

— ¡Buenos días, Lux!— Exclamó con felicidad Rakan, mientras seguía a las dos muchachas. Estaba muy emocionado por el tema de la misión, y quería saber inmediatamente cuando partirían y qué tendrían que hacer, si la misión implicaría matar o noquear. ¿Podrían ir en plan ninja? Aquello sería fantástico, tanto como si fueran en plan magos, tirando miles de hechizos para despistar.

Una vez sentados en una pequeña sala, Lux sacó un mapa de un cajón, pasándoselo a Xayah, quien lo tomó con rostro interrogante.

— Es el mapa de la prisión, están marcadas las salidas, conductos de ventilación, donde está el prisionero, dónde están situados los guardias de rango inferior y los de rango superior. Deben tener mucho cuidado con los guardianes de rango superior, pues entre ellos está Darius, la mano de Noxus.— Lux se cruzó de brazos, esbozando una mueca de preocupación.

— ¿Sabes cuándo se toman un descanso los de rango superior?— Cuestionó la vastaya. 

— Más o menos a las cuatro de la tarde, en aquella hora suelen asistir a un show de ejecuciones de prisioneros. 

— Gracias por la información. También me gustaría tener un vehículo para escapar junto al prisionero y Rakan, y si podría ser posible, que nos acompañe algún guerrero demaciano por si se complican las cosas.— Demandó, planeando en su mente las probables situaciones de peligro. 

— Oh, le pediré a Garen que os acompañe, y pediré en la corte que os brinden algún carro. 

— Bueno, entonces Lux, cuando tengas más información dínosla, iremos hacia Noxus dentro de dos días en los que estaremos estudiando el mapa. 

Rakan bostezó. No había aportado ningún tema de conversación, pero no estaba acostumbrado  a temas de misiones, después de todo él siempre se dedicó a bailar y entretener a sus fans. 

Salieron del palacio, con destino al hotel para poder planear, y mientras caminaban Rakan se fijó en la cara de preocupación de Xayah. 

— ¿Qué te preocupa?— Preguntó.— Yo sé que tú puedes cumplir aquella misión, eres fuerte y valiente.

— No es eso. Es simplemente... He escuchado que Darius es el mejor guerrero de Noxus y... Yo soy demasiado débil contra los guerreros. La misión la podremos cumplir, pero solo si no me encuentro con la mano de Noxus.

— Xayah.— Exclamó con voz segura.

— ¿Sí?— Xayah miró los ojos de Rakan, que derrochaban una gran seguridad que calmó un poco sus nervios.

— Yo siempre estaré allí para protegerte. 

CONTINUARÁ 

[Rakan x Xayah] Un nuevo despertar [League Of Legends]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora