Llegamos a la PPG Paints Arena, entramos a la sala de conferencias que habían armado ahí. Los periodistas al vernos entrar a mí y a mi abuelo inmediatamente tomaron sus respectivos lugares. Nosotros copiamos su acción, tome asiento en medio de mi abuelo y de Lenno. Comenzaron a hacer las preguntas, la mayoría iban dirigidas a Lenno y a John, y una que otra a mi abuelo. Sinceramente no sé porque vine sino me iban a preguntar nada. Me dediqué simplemente a escuchar, me está aburriendo un montón, al punto que sentí que cabeceé. Una chica se levantó y me miro solo y exclusivamente a mí.

―La siguiente pregunta es para Atenea― diablos, me senté con la espalda recta, adoptando un porte serio― se especulado mucho de tu capacidad como boxeadora puesto que eras una peleadora de mma, personalmente creo que nos demostraste tu dominio del ring― sonreí halagada, me estaba alimentando el ego― desde tu nocaut de ayer se ha hablado que muchas boxeadoras quieren pelear contra ti, inclusive se escuchó el nombre de Holly Nelson la campeona de peso welter de la WIBA ¿Qué piensas tú de eso? ¿Estas lista para enfrentar a oponentes que son más veteranas que tú en el deporte?

Pregunta difícil, lo analice muy bien, no podía cometer la estupidez de responder erróneamente, sino me tragarían viva.

―Mira...― leí el nombre de su gafete para saber su nombre―Lily, ¿Qué si estoy lista? Por supuesto, no temo enfrentar a boxeadoras con mayor experiencia que yo, no hay rival invencible― excepto yo, pensé irónicamente― y con respecto a lo otro, pues...― miré a todos los reporteros que están atentos a mis respuestas, sonreí de lado porque sabía bien cual era mi respuesta― si quieren pelear contra mí, tienen que ganárselo.

La conferencia termino, la camioneta que antes nos había traído ya traía nuestras maletas, así que partimos directo al aeropuerto. Eran las doce de la tarde, nos esperaba un vuelo de seis horas, llegaríamos aproximadamente a las siete a San Diego. Zach se acercó a mí con unas donas glaseadas, me ofreció y negué. Tomo lugar a mi lado y se entretuvo en su celular. Avisaron que nuestro vuelo estaba listo, nos levantamos tomando nuestras cosas para poder abordar.

Llegamos hasta la parte de primera clase, una azafata nos mostró cuales eran nuestros asientos, tome el asiento de la ventanilla y Zach el del pasillo, detrás de nosotros venían mi abuelo, Lenno, John y los demás miembros del equipo. El avión despego, Zach iba parloteando, lo mire mal, en este preciso momento no lo quería escuchar, solo quería dormir y fue lo que hice, tenía seis horas hasta San Diego y no las desperdiciaría.

«Estaba a punto de salir al pasillo que me llevaría hacia el ring, la puerta de mi vestidor se abrió, supuse era Lenno o mi abuelo. Sin embargo, no era ninguno de ellos, era la peor escoria del mundo. Lo mire preguntándome que hacia el aquí. Se acerco a mí, tanto, que sentí asco.

―No te engañes Atenea, ambos sabemos que tarde o temprano regresaras a mi― sonrió perverso y salió de mi vestidor.»

Seis horas después, una pesadilla y tres puñetazos a Zach después desperté. Ya habíamos llegado a nuestro querido San Diego, el sol comenzaba a desaparecer dando paso a la noche. Fuera del aeropuerto nos esperaba una Cadillac negra, el chofer le entregó las llaves a mi abuelo, lo mire interrogatoria, el simplemente sonrió y me indico que subiera a la camioneta. Subí mis maletas con ayuda de Zach. Una vez todo listo cerramos la cajuela, estaba a punto de despedirme de Zach cuando mi abuelo nos detuvo, más bien a él.

―Alto ahí criminal― el abuelo Clay sostuvo a Zach impidiéndole el paso. Arrugue el entrecejo al ver que hizo eso― el hecho de que le agrades a ella, no quiere decir que a mí me agrades― Zach lo miro mosqueado, mi abuelo era muy honesto― entiende que no me caes bien. Si le haces daño, te hare daño. Ella es MI angelito, no tu conquista, ¿quedo claro?― asintió sin quitar su mirada retadora de mi abuelo.

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