Capitulo 18

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Faltaban dos semanas para la pelea de Chazz, todos estábamos felices por él. En la última semana se había corrido el rumor de la pelea y su regreso a los cuadriláteros, fue tanta la conmoción de la gente que un día que llegamos al M&P había reporteros y varias personas afuera del gimnasio. Era algo sorprendente de ver, y claro no podían faltar las fans locas que golpeaban la ventana de su BMW solo para que el las saludara. Había causado mucha euforia la noticia de la pelea. Su contrincante era Luka Bosnic, un croata, que según se decía tenía puños de acero.

Entre al gimnasio disgustada, las chicas que había afuera se volvieron locas cuando me vieron, pensaron que era su boleto para poder entrar y ver a Chazz, inclusive de tanto que manoteaban para llamar mi atención una de ellas me golpeo en el rostro, apreté la mandíbula y seguí avanzando, ya suficiente alboroto teníamos, como para que saliera en las noticias que Atenea McCleane golpeo a una fan de Chazz Wayne.

Suspire aliviada cuando estuve dentro. Todo era paz y tranquilidad aquí, nada en comparación con lo que había afuera. Ares me vio a lo lejos y me saludo, busque por todo el gimnasio y lo vi por los sacos, estaba con John así que no iría a interrumpirlos, fui con Naira y me senté a lado de ella.

―¿Por qué esa cara?

―Una de las locas de afuera me golpeo el rostro― se carcajeo y la mire mal.

―Acostúmbrate que esto va para largo.

Nos alistamos y ambas fuimos a la cinta. Corrimos una hora, y después bajamos, Ian se acercó a nosotras y nos dijo que era lo que nos tocaba hacer hoy. Nos colocamos cada una con las sogas en las manos, nos tocaba entrenar fuerza con la soga gruesa, como lo hacen los sujetos de crossfit. Era hacerlos por intervalos de un minuto, cinco veces, con descanso de treinta segundos. No sé que me dolía más, si las piernas o los brazos, era cansado pero un ejercicio muy bueno y dinámico.

Lenno llego con nosotros y nos dijo que usáramos las manoplas, fuimos a vendarnos las manos. Rebusque por toda mi bolsa y no encontraba las vendas, las había dejado en el Jeep. Me levante dispuesta a ir cuando choque con algo duro. Chazz me sostuvo y me sonrió.

―¿Qué haces?

―Olvide mis vendas, iré por ellas― avance un paso y su voz me detuvo.

―Te acompaño― se ofreció amable.

―¡NO!― grite exaltada, me miro furibundo, no era que no quisiera su compañía es solo que si las chicas seguían allá afuera se haría un verdadero caos― espérame aquí.

Arrugo el entrecejo, lo conocía, iba a protestar. Gracias al cielo Naira me respaldo en esto. Salí y si, en efecto, ahí seguían, firmes. Trate de abrirme espacio entre ellas para poder ir al jeep. Quite los seguros, abrí la puerta del copilo, busque por todos lados las malditas vendas, me trepe de lleno para buscarlas en la parte de atrás, ahí estaban, debajo del asiento, sonreí cuando las tuve en mis manos. Se escuchó mucho revuelo y chillidos provenientes del M&P. Me senté en el asiento para ver que sucedía.

Chazz había salido del gimnasio, haciendo caso omiso a lo que le dije. Se dirigía hacia mí con toda la manada de chicas detrás de él, como puede ser que no fuera consiente de la multitud a su alrededor. Baje rápidamente y puse los seguros, me acerque a él.

―¿Las encontraste?― pregunto y asentí.

Todas las chicas a nuestro alrededor se quedaron calladas, miraban atentamente cada cosa que hacíamos. Me sentía incomoda.

―Sera mejor que entremos― camine y el detrás de mí.

Las chicas lloriqueaban por que Chazz les prestara un poco de atención, pero como dije antes él les daba por su lado. Entramos y suspire tranquila, había sobrevivido.

La BoxeadoraWhere stories live. Discover now