Capítulo 4

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San Diego, California.

"Mi oponente era muy fuerte, estábamos en el noveno round cuando mi puño conecto con su quijada, un perfecto uppercut, se tambaleo un poco hasta que cayó en la lona, el referee comenzó a contar pero mi oponente no se levantó.

El referee hizo una señal hacia los jueces indicando que mi oponente ya no podía continuar con la pelea. Había ganado por nocaut, no podía estar más feliz. Después de que me entragaran los título de la WBC Y WBA.

Salí del ring con el grito del público, todos vitoreavan con una misma voz "leeooon", camine rumbo a los vestuarios para cambiarme y salir del MGM GRAND GARDEN ARENA hacia el aeropuerto para tomar un avión que me llevaría a San Diego, el lugar donde se encontraba mi hermosa prometida Rachel.

Después de cuatro horas de viaje por fin estaba en San Diego, sin pensarlo dos veces llame a mi representante y mejor amigo West.

-Hey que pasa, ya estas aquí- saludo desde la otra linea. Mire el reloj en mi muñeca.

-Acabo de llegar hace quince minutos- fui a sentarme en una de las bancas del aeropuerto- ¿crees que puedas pasar por mi?

-Por mi boxeador favorito lo que sea- bromeó conmigo.

-Pues tu boxeador favorito quiere que vengas por el para llevarlo a su casa, como el buen amigo y representante que eres- le seguí el juego.

-Ya, ya en quince estoy ahi- finalizó.

Y dicho y hecho ahí estaba West en su porsche esperando a que yo subiera. El problema era que había mucha gente, alguna se acercaba a pedirme un autógrafo o a tomarse una foto conmigo. Después de todo eso por fin logre subirme al porsche de mi amigo.

-¿Que tal el viaje?- preguntó.

-Lo normal- paramos en un semáforo y volteo a verme con una ceja levantada pidiendo una explicación- ya sabes, no falta el niño que se acerca a saludarme, la abuela que quiere un autógrafo para su nieto o la chica que me pide mi número.

-Gracias a dios ya estas comprometido- llegamos a la casa que compartía con Rachel mi prometida- has llegado sano y salvo, nos vemos mañana viejo- nos despedimos y baje del auto.

Entre a mi casa esperando ver a Rachel, pero no la vi así que supuse que se encontraba en la cocina, la fui a buscar ahí pero tampoco estaba. Nuestra habitación era el único lugar en el que se podía encontrar.

Subí los escalones, pero con cada escalón que subía se escuchaban claramente unos gemidos que provenían de la habitación que compartíamos mi prometida y yo. Subí más rápido, pensé que Rachel podría estar lastimada, al llegar a la puerta la abrí de golpe.

No estaba preparado para ver esto. Mi prometida estaba desnudez encima de un sujeto que en mi vida había visto, maldita sea estaban follando en nuestra cama. Al parecer el azote de la puerta los interrumpió.

-Chazz mi amor ¿Qué? ¿Qué haces aqui?- pregunto la muy zorra mientras se cubría con una sabana.

-Es mi casa. Venia a pasar un tiempo contigo, pero al parecer estas ocupada- salió de la cama aun con la sabana cubriéndose y me empujó para que salieramos de la habitación y habláramos- ¿que te pasa? ¡no me toques!

-Chazz yo te lo puedo explicar, lo que acabas de ver...- la interrumpí, estaba furioso.

-Y una mierda Rachel, que hice mal para que me pagues asi- se me quebró la voz y las lágrimas amenazaban con salir, pero mi orgullo me lo impidió- yo te amaba, quería formar una familia contigo- carraspé, la mire con odio, ahora era el único sentimiento que tenía hacia ella.

La BoxeadoraWhere stories live. Discover now