Capitulo 21

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No me odien, lamento no haber podido subir capítulos, salí de vacaciones y me deslinde del Internet. El tiempo de espera sera recompensado pequeños saltamontes. :)


No había podido dormir bien, me levante temprano, mi padre y mis hermanos aun dormían. Me puse un top deportivo y unos shorts de chándal, encima una de las viejas sudaderas de mi padre, me quedaba tan grande que cubría gran parte del short, como si no trajera nada debajo, me calce unos tenis, tome mi bolso y salí de mi habitación sin hacer ruido. Hoy no tenía ganas de ir en auto, cerré la puerta de la casa muy despacio, estaba algo nublado así que me coloque la capucha de la sudadera y saque los airpods para colocármelos.

Camine unas cinco calles para poder tomar el bus que me llevaría al M&P, espere unos minutos junto a otras personas. El autobús llego y todos subimos, fui a sentarme hasta uno de los últimos asientos. El camino era algo retirado, me recargue cómodamente sobre la ventana mientras veía como subía y bajaba la gente. Llego mi parada, me levanté del asiento y agradecí al chofer antes de bajar. Me quite los airpods y camine al M&P, las luces estaban encendidas, supongo que John y Lenno estaban dentro. Empuje la puerta y entre, John giro a ver quién había entrado, hizo un gesto de sorpresa.

―Atenea, que haces tan temprano aquí― dejo las manoplas sobre el ring.

―No podía dormir― me miro comprensivo― antes siempre iba al octágono, me relajaba estar ahí― me encogí de hombros.

―¿Lo extrañas?― mire a John, era la primera vez que entablábamos una conversación― el octágono.

―A veces― confesé, extrañaba muchas cosas― pero el ring también es divertido― sonreí, deje el bolso sobre una banca― iré a correr― asintió burlón, sabía que odiaba correr.

Me coloque en el brazo izquierdo por encima de la sudadera la banda para colocar el celular, tome de nuevo los airpods y salí del gimnasio. Camine hasta llegar al malecón, una vez ahí abrí la app Nike+Run, coloque los kilómetros que iba a recorrer y comencé a trotar. Para ser muy temprano había varias personas que al igual que yo corrían y otras que me miraban curiosas, sonreí, quizás se debatían si era de verdad yo o no. Faltando un kilómetro para que terminara, sentí que alguien iba detrás mío, acelere el paso, si era un depravado lo mandaría a la mierda. Ralentice el paso hasta que comencé a caminar, sentí una mano sobre mi hombro, una cosa era que me siguiera por detrás viéndome el trasero, pero se había atrevido a tocarme, me quite bruscamente los airpods y gire molesta con toda la intención de echarle la bronca.

Me quede pasmada cuando vi unos ojos verdes tan penetrantes y esa barba de días, ni que decir del piercing que brillaba al igual que su sonrisa. Iba todo sudado, traía unos shorts y una camisa sin mangas dejando ver en todo su esplendor su brazo tatuado.

―Demonios, ha sido el kilómetro más largo de mi vida― se quejó mirándome divertido― me dejaste exhausto Atenea.

―Así que eras tú el que me estaba siguiendo― lo mire acusatoria. Sonrió inocente haciéndolo ver encantador, flaqueé por un momento.

―En mi defensa, pensé que ya habías notado mi presencia y creí que querías hacerme sufrir el ultimo kilómetro.

Le sonreí. Pobre Zach, si, en efecto, recordaba su nombre y todo lo que había hecho esa noche, los recuerdos en mi cerebro eran tan nítidos que aterraban, no quise decirle a Chazz que si recordaba todo a la perfección porque seguramente se molestaría. Camine con Zach a mi lado, sugirió que nos sentáramos un rato en una banca.

―¿Y que haces tan temprano por aquí?― me miro, yo seguí viendo como rompían a lo lejos las olas.

―No podía dormir, me relaja hacer ejercicio y además es parte de mi entrenamiento.

La BoxeadoraWhere stories live. Discover now