Capítulo 24

1.1K 92 0
                                    


Olivia Pimentel

Lo mire a los ojos esperando una explicación. Mi hermano estaba caminando de un lado a otro desesperado, no sabía que pasaba.

–¡Basta Joel! Ven acá –fue un grito leve, el se sobré salto por el susto y se acercó a pasó lento.

–Necesito de tu ayuda... –me tomo de ambas manos apretándolas con fuerza.

–Joel me estas asustando, si no me dices que pasa no podré ayudarte –soltó un suspiro y regreso su vista hacia mi.

–Conocí a una chica –tosió un poco–. Pero todo fue demasiado rápido que...

–No me digas que... ¿La dejaste embarazada?! Joel como fuiste tan irresponsable, no puedo creer esto, no de ti –abrió sus ojos sorprendido.

–¿Qué? ¡No! –una ola de alivio recorrió mi cuerpo–. Si me dejarás terminar tal vez sabrías que es lo que me pasa.

–Prosigue...

–Bien. Conocí a una chica hace no mucho tiempo, fue algo así como amor a primera vista, pero la verdad era que no la conocía de nada. Intente dejarla de un millón de formas posibles pero sin embargo nada funcionaba, es una loca maniática que esta obsesionada conmigo. Hace menos de dos semanas me ha estado amenazando para que no la deje, no se de lo que es capas de hacer y me asusta que llegara a hacerle daño a las personas que más quiero... No se que hacer Liv, ni siquiera se porque te estoy contando esto, aún eres una niña, que sabrás tu de estos temas –jalo su cabello con desesperación, lo oía respirar con dificultad.

–Primero que nada tranquilízate, estas muy alterado –intente relajarlo.

–¡Como quieres que me tranquilicé! La loca está invadiendo mi espacio y mandando amenazas, no puedo estar tranquilo, no después de eso –creo que mi plan de hacer que se calme no funciono a la perfección. Y si tenía razón, nadie podría estar tranquilo en su situación, pero después de todo no sabe si sea cierto o simples amenazas sin sentido.

–No has penado ir a la policía? O algún centro de enfermedades mentales?

–Claro que si! Pero lo niega todo y el que queda mal ahí soy yo. He estado en la estación por un día por dar falsas acusaciones cosa que es completamente falsa, sabe fingir muy bien, nadie podría sospechar que ella es de tal forma –ni siquiera estaba enterado de que Joel estuvo en prisión por un día completo, como no me lo dijo antes. Tenía miles de ideas en mi mente sobre como solucionar el problema, más ninguna palabra salía de mi boca, no podía.

–¿Liv? –no conteste.

–¿Qué pasa? –cerré los ojos.

–¿Estas bien? –todo se volvió oscuridad.

[...]

Abrí mis ojos poco a poco.

–Al fin despiertas, me tenías muy preocupado –la voz de Joel sonó como un eco en mi cabeza. Que por cierto me dolía un montón y en cualquier momento explotaría.

–¿Qué ha pasado?

–Te has desmayado, no alcance a sostenerte y caíste al suelo golpeandote la cabeza, lo siento.

–¿Cuanto tiempo dormir? –pregunte.

–Ocho horas –susurro.

–¡¿Qué?! Tanto tiempo –grité, mire la hora y eran las 4 A.M–. Has estado todo el tiempo aquí?

–Claro, no iba a dejarte sola, después de todo fue mi culpa...

No respondí a eso, sólo guarde silencio. Llegaron a mi mente los recuerdos de la conversación que tuvimos hace un rato, Joel asustado, yo asustada, no era una buena combinación. Pero gracias a el no saldría en un mes del susto que me ha dado, y si la loca esa va a por mi?

–Liv... ¿Puedo preguntarte algo? –dijo Joel, sólo asentí.

–¿Que te traes con Erick? –su pregunta hizo que me atragantara con mi propia saliva.

–De que hablas –salió como un susurro.

–No mientas. Lo veo en sus miradas cómplices y el que siempre quieran estar juntos, ¿cuándo me lo ibas a decir? –dijo tranquilo.

–Enserio que no está pasando nada, sabes que el a mi me gusta, ya te lo he confesado, pero... No importa porque yo no le gusto a el –fingí estar triste, todo para que se creyera aquel cuento, funciono tal y como pensé.

–Yo... Lo siento Liv –me abrazo, beso mi frente y se separó de mi–. De lo que se pierde hermanita, no estés triste.

Me sentía mal al mentirle pero después de todo, el hacia lo mismo conmigo.

No entiendo |Erick Colón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora