Don't Talk to Me »ziam

[36]

Cuando la campana que anunciaba el almuerzo sonó, Liam se apresuró a guardar sus cosas y ponerse de pie para salir cuanto antes del salón de clases.

—Señor Payne, ¿le importaría volver a sentarse? —su maestro de Filosofía preguntó con fingida amabilidad —Tengo un par de cosas que me gustaría que escuchara, si no es mucha molestia.

Las mejillas de Liam se colorearon ligeramente cuando asintió y volvió a su silla. Harry a su lado ahogó una risita mordiendo la goma de su lápiz.

—Presentarán un ensayo de no menos de trescientas palabras y además... —Liam no escuchó el resto, demasiado pendiente en revisar su teléfono móvil por si encontraba algún mensaje.

Cuando el señor Turner finalmente dejó de hablar Liam se apresuró en salir, como había querido hacerlo antes. Caminó por los pasillos llenos de alumnos en busca de su novio o de alguna noticia sobre él.

—¡Avan! —llamó al chico que guardaba libros en su casillero, sólo, sin rastro de Zayn por ningún lado.

—¿Qué pasó? —el pelinegro lo miro cuando estuvo lo suficientemente cerca.

—¿Sabes algo de Zayn?.

Avan sonrió y las mejillas de Liam se encendieron. Zayn no estaba perdido o desaparecido por completo, Liam lo sabía, ellos habían hablado esa mañana. Las navidades habían pasado sin problema y habían sido las mejores para Liam, pero las vacaciones se terminaron y ellos tenían que volver a la escuela. Así que ahí estaban ellos, excepto por Zayn. Había una competición en una escuela vecina y todo el equipo de waterpolo había acudido para conseguir el pase a semifinales por el campeonato local.

—No, —el mayor negó colocando su mochila al hombro —Hablamos hace como dos horas, dejó de responder así que supuse que sería su turno de competir.

Liam asintió mordiendo su labio inferior. El juego normalmente duraba 35 minutos, ya había pasado dos horas desde el último mensaje que recibió de Zayn y empezaba a preocuparse.

—Tranquilo, Li —Avan cerró su casillero con un golpe logrando que Liam diera un brinquito por el sonido. —Seguro que está bien. Probablemente ganaron, porque ya sabes que Zayn es un crack y ahora está por ahí haciendo amigas, coleccionando números telefónicos...

En otras circunstancias Liam probablemente se habría empezado a sentir inseguro y luego habría armado una tonta escena de celos cuando Zayn llegara, pero afortunadamente eso no pasaría, no cuando el chico de sus sueños estaba de pie frente a él pidiéndole que hiciera silencio.

—¿Qué es lo que le andas diciendo a mi novio, Jogia?

Avan saltó en su sitio y llevó una mano sobre su pecho cuando Zayn habló en su oído.

El moreno junto a todo su equipo apenas habían llegado a la escuela, listos para ingresar a clases en el segundo periodo después del almuerzo. Zayn estaba tan desesperado por encontrar a su novio que no fue a la oficina del director como se lo había pedido el entrenador; su celular se había apagado luego de que la batería se agotara dejándolo sin poder comunicarse con su chico, así que lo primero que hizo fue buscarlo.

—¡Zayn!, amigo, compañero... hermano. —Avan sonrió tenso, sintiendo la mano de Zayn apretarse alrededor de su nuca —Le estaba diciendo a tu novio que no se preocupara, que tú estabas bien y que era seguro que ya estabas por llegar. ¡Y mira! ya estás aquí. Yo los dejo solos, tómense su tiempo, dense muchos besitos. Adiós.