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Ya llegué 😈

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El silencio en toda la casa era absoluto, mientras Zayn bajaba con cuidado las escaleras hacia el primer piso y se escurría sigilosamente hasta la cocina. La luz del refrigerador lo cegó cuando abrió la puerta para buscar la cajita con cupcakes que había guardado por la tarde, colocó la misma en su mochila junto a los dulces y las pequeñas velitas que había comprado. Eligió salir por la puerta trasera porque era la que menos ruido hacía al ser cerrada, además, estaba más lejos de ser oída por sus padres.

A pocos minutos de la media noche, rodeó su casa y empezó a caminar calle abajo hacia la casa de Liam. No era difícil llegar; desde que su padre decidió comprar una casa con piscina para que él pudiera practicar cuando quisiera y esta quedaba convenientemente a sólo una calle de distancia de la de su mejor amigo, Zayn era capáz de ir caminando sin problema. Tenía que agradecer que el vecindario era uno de los más tranquilos, también. Sin embargo, era la primera vez que se escapaba en medio de la noche, realmente esperaba que todo saliera conforme a su plan mental.

La casa de Liam se encontraba en las mismas condiciones que la suya, con las luces apagadas y en completo silencio, pero eso era de esperarse, por supuesto. Rodeó la propiedad como muchas otras veces había hecho y fue hasta el patio trasero, con cuidado de no hacer ruido y ser confundido con un ladrón. Colocó mejor las correas de su mochila sobre sus hombros y trepó al barandal del porche, apoyando sus brazos sobre el techo se impulsó con toda su fuerza hacia arriba. Raspó sus antebrazos un poco, pero no importó, ya estaba arriba asi que empezó a caminar sobre las tejas con cuidado de no quebrar ninguna y alertar a todos.

Un suspiro de alivio abandonó sus labios cuando llegó a la ventana de la habitación de Liam y notó la tenue luz de su lámpara a travéz de las blancas cortinas de seda. Gracias al cielo Liam seguía despierto. Tocó lo suficientemente fuerte como para que sólo el castaño lo oyera y esperó.

Liam estaba recostado sobre las cómodas almohadas de su cama mientras leía el último libro de Harry Potter y bebía leche tibia. No se había percatado de la hora hasta que escuchó que golpeaban el vidrio de su ventana y notó una sombra del otro lado— 11:59 pm. marcaban los dígitos verdes de su despertador. Un nuevo toque en la ventana lo tuvo marcando la página de su libro y saliendo de la cama, no sabía si estaba haciendo bien y probablemente terminaría asesinado, pero su curiosidad era demasiada. Con mucho cuidado y lentitud —como si temiera encontrarse con algún monstruo peludo de dos cabezas del otro lado— retiró las cortinas, sus ojos abriendose en sorpresa cuando se encontró con la sonrísa boba de Zayn.

—¡¿Qué rayos haces aquí?! —Liam gritó en susurros, levantando la hoja de la ventana y tomando a Zayn del cuello de su sudadera lo jaló dentro sin ningún cuidado. Él sólo lo quería a salvo y si era dentro de su habitación y no a casi cuatro metros de altura, mejor.

Zayn aterrizó sobre la alfombra con un quejido y empezó a rodar dramáticamente hasta que su rodilla golpeó la pata de la cama. Liam le rodó los ojos a su puchero y extendió su mano para ayudarlo a ponerse de pie. Chilló cuando el moreno tiró de él y lo llevó contra su cuerpo envolviendolo en un apretado abrazo.

Feliz cumpleaños, Leeyum —susurró sobre su cabello.

Liam sonrió comprendiendo todo y se presionó más contra Zayn, hundiendo su rostro en el cuello de este y sintiendo el abrazo volverse más apretado— más cálido.

—¿Te colaste cómo un maleante sólo para decirme feliz cumpleaños? —preguntó sin romper el abrazo.

—Síp —Zayn respondió haciendo explotar la 'p' en sus labios —Ya sabes que soy rebelde.

Don't Talk to Me  »ziamWhere stories live. Discover now