Beat of my heart | Sterek |

Capítulo 26

- Esta bien. - exclamó levantándose de la cama. - Me bañaré. - avisó antes de que su amigo saliera. Él entró al baño.

...

Justo en el momento en que Stiles abrió la puerta del baño, ya seco y vestido; Derek entraba por la puerta con una maleta roja oscura con rueditas pequeñas y por lo visto, pesaba.

- ¿Traes mi obsequio en esa cosa? - preguntó el castaño sonriendo radiante.

- No. Es mi ropa. - negó el moreno. - Este es tu obsequio. - dijo mostrándole una pequeña caja rectangular de unos veinte centímetros, de color negra con un listón plateado.

Emocionado, el ojimiel lo tomó y deshizo el listón, le sacó la tapa y apreció un hermoso collar con un dije de un Triskel. - ¡Tu tatuaje! - exclamó dando pequeños saltitos. Sacando el objeto de la caja y dándole en la mano para que se lo pusiera.

- Es un Trisquel de plata. - explicó colocándole en el cuello, a su espalda. - Era de mi padre. Feliz cumpleaños. - le felicitó abrazándolo de la cintura, aprisionándolo en sus brazos, pegando su pecho a la espaldas del chico. Besó su cuello varias veces subiendo hasta su oreja, sintiendo como a su castaño se le erizaba la piel.

Al cabo de unos segundos, el menor lo enfrentó y le besó en sus labios. - Muchas gracias, lobito malo. Debe significar mucho para ti... Darme algo que era de tu padre es demasiado. - murmuró apreciado el dije, acunándolo en sus manos, luego volvió a besarlo rodeando el cuello del mayor con sus brazos.

Éste lo presionó de la cintura, atrayéndolo más hacia él, demostrando cuan contento le había puesto saber que le gustó su regalo. Cuando notó que el cumpleañero estaba igual de excitado que él, intensificó el beso y lo devoró, metiéndole la lengua, explorando su boca con gusto, siendo correspondido de igual manera. Pero al oír que se acercaban a la puerta, rompió el beso y le dio un abrazo antes de abrir la puerta.

Allí estaba Jackson. - Ya esta el desayuno. Bajen. - ordenó y se fue.

Acto seguido, Stiles y Derek salieron de la habitación.

- Por cierto... ¿Por qué la maleta? - preguntó el menor apuntando hacia la puerta con el pulgar mientras caminaban hacia las escaleras.

- Oh, cierto. - se acordó el moreno. - Viviré aquí por unas semanas. - avisó.

- Prácticamente vives aquí, amor. No recuerdo cuando fue la última vez que fuiste a dormir solo allí. -

- Lo s5e. Me refiero a que mi loft estará ocupado... Rentado en realidad. -

- ¿Y eso? - cuestionó frunciendo el ceño. - Creí que Peter tenía un piso en el centro. -

- No es para él. - negó Derek. - Es para Breaden. -

El menor frenó a mitad de las escaleras y lo miró confundido. - ¿La que salvó a Isaac de la manada de Alphas? -

- La misma. - informó.

- Bien. - sonrió inocente. - Menos mal decidiste venir a vivir aquí por ahora. Te conviene. - advirtió.

- ¿Celoso? - bromeó sonriendo socarrón, entrando al comedor junto con los demás.

Se sentaron en la mesa uno alado del otro y siguieron. - Por supuesto. Eres únicamente mío y no te permitiría dormir bajo el mismo techo con una chica atractiva como ella. -

- Sabes que solo tengo ojos para ti. - dijo el moreno, besándolo en la mejilla. - Todavía más ahora que tienes dieciocho. - se burló guiñando un ojo. - ¡Vaya! Estas envejeciendo. - picó.