꧁ хvɪɪ

678 48 6
                                    

Narración: omnisciente

lunes 26 de junio - 7:49P.M.

El señor Yoshimura y Yomo Renji andaban subiendo por los escalones de Anteiku en silencio; al abrir la puerta y encender la luz se encontraron con la escena que había pasado horas atrás. Ninguno mostró alguna emoción, sus caras se quedaron igual de serias y frías. Ya como las tenían antes de encontrarse con tal desorden.

A un lado, por atrás de la barra, se encontraba una Touka lastimada recostada de la pared. Yoshimura se acercó a ella y se puso de cuclillas para llegar al tamaño de esta y preguntarle lo siguiente:

—¿Qué a pasado?— preguntó el dueño del lugar, esta solo bajo la mirada y miro a otro lado menos a la cara de su jefe. —Se lo llevaron ¿no es así?— exclamó suspirando. La chica le miro con ojos llorosos. El señor Yoshimura se paró y se dirigió a Yomo. —Reúne a todos, Anteiku no abrirá las puertas por varios días— dijo serió y Yomo fue a reunir a todos.

lunes 26 de junio- 1:24P.M.

La pelinegra se levantó con una sonrisa en su cara, estaba súper feliz, muy feliz por lo que le estaba pasando. Nada podía ir peor, o eso ella pensaba. La chica se levantó de la cama y se duchó, se vistió con unos shorts negros y una camisa sin mangas blanca ya que estaría en la casa; luego agarró su móvil y pidió una pizza. Ella se encontraba emocionada por la hora en que Kaneki llegara a la casa.

—Aún falta mucho para que Kaneki llegué, qué debo hacer para entretenerme— la chica se dijo para si misma y seguido miro a su alrededor. —Creo que limpiar la casa como agradecimiento no esta mal— dijo amarrando su cabello en un moño despeinado y seguido agarrando una escoba.

La pelinegra notó como es que su cabello había crecido drásticamente en muy poco tiempo, ya que su lado raspado le llegaba hasta más abajo de la oreja; esto se le hacia raro, muy raro. Aunque ahora ella recuerda que no se raspa el lado desde que llego a Tokio o desde más antes de llegar a Tokio, pero... el cabello no crece tan rápido. Mientras ella barría la casa y esperaba la pizza mientras limpiaba pensaba en como pedirle al señor Yoshimura que le permitiera usar un 'beanie' que cubriera su cabeza para así esconder el crecimiento repentino del lado raspado a lo que encontraba un buen estilista.

El timbre sonó y ella salió, agarró la pizza, pagó y entró; suspiro y inició a comer de la misma. Luego de terminar se paró para seguir limpiando. Al cabo de las 5:43P.M. la casa estaba limpia y ella solo sonreía satisfecha con su trabajo. Agarró el cabello que estaba ya crecido del lado raspado y lo amarró junto al resto en un moño; seguido se miro en el espejo y justo recordó a cuando tenía el cabello sin un lado raspado. Suspiro pesadamente y una tristeza repentina se apoderó de ella por un momento.

El móvil de _____ indicó que ya eran las 6:00P.M., sí, ella había puesto una alarma para que le avisará cuando es que salía Kaneki de trabajar. Cuando la escuchó inició a saltar como niña pequeña, apagó la alarma y mientras saltaba empezó a decir lo siguiente:

—Kaneki viene a casa, Kaneki viene a casa— cantareaba felizmente saltando hacia el sofá y acostándose en el mismo. —A Kaneki le gustará la casa cuando la vea— dijo sonrojada.

Pasaron los segundos, los minutos y Kaneki no llegaba. Esta ya no estaba sentada en el sofá, si no que sentada frente a la puerta como si de un perrito esperando a su dueño se tratase. Miraba sus uñas de lo aburrida que estaba y así permaneció frente a la puerta esperando, pensando y entre pensamientos decidió volver a trabajar mañana para poder estar al lado del pelinegro que tanto extrañaba. Aunque sólo estuviese lejos de ella unas cuantas horas, esta semana viviendo con él había provocado que la pelinegra se encariñara mucho con el ojigris, tanto que no podía estar tantas horas sin él sin que se le hiciesen una eternidad. Se cansó y se recostó de la pared que había a un lado de la puerta; aún nada... esto no le olía bien...

Ternura -Kaneki y tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora