Capítulo 28- Falsa alarma

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Papá dijo que me pondría tan hermosa como tu cuando fuese grande ¿me falta mucho? -hace un gesto pensativo- quiero ver a mi hermanito

Ríe un poco- tu padre tiene razón y si lo amor, te faltan algunos, apenas tienes 9 años y yo muchos más... ¿hermanito? ¿niño? -Lisa asiente- ¿tu quieres que sea niño?

¡si y estoy segura que lo será! -expresa con esa intención.

Pues ya vamos a ver -sonriendo.

Ya arriba del auto- ¿listas?

Si papi, quiero ver a mi hermanito.

Lisa está muy segura de que será niño -le dice a su esposo.

Yo también podría asegurarlo.

Pero yo no quiero saber, que sea sorpresa.

¿y como le haremos con la ropa? -ya andando, la miraba de reojo.

Pues será de color neutro, amarillo, verde, blanco, naranja, incluso azul, cualquier color, nada tiene que ver mi amor.

¿y si es niña? -pregunta Lisa- ¿como se va a llamar?

¿como qjierss que se llame princesa? -dice José Manuel- sientate bien mi amor.

Si papá... -lo hace- emm pues... ¡Elisa! -sonríe abiertamente.

Pero Elisa te llamas tu mi amor, no puede haber otra Elisa ¿no crees? -le dice dulcemente Isabel.

Bueno, tienes razón... Entonces lo pensaré...

Los adultos rieron un poco ante la inocencia de Lisa, aunque ella a su corta edad era muy inteligente.

La consulta fue de maravilla, en la ecografía vieron como había crecido él bebé, ya no parecía una semilla, estaba más grande y se movía, Isabel muy bien lo podía decir, en las noches más que nada esa criatura hacia de las suyas, haciendo que sua padres se mantuvieran despiertos.

Los meses pasaron, siguieron asistiendo a las ecografias, siemñre acompañados, sino era Lisa, era Mayte, alguna de sus hermanas, su mamá e incluso Fer; Isa ya estaba en la semana 36, con una enorme panza, hermosa pero agotadora, poco se levantaba de cama, su doctora había recomendado reposo esos últimos meses de gestación.

Eran las dos de la madrugada con cinco minutos, ella y su esposo buscaban la posición ideal para hacer él amor, después de besos y caricias venía la penetración pero al parecer la unica manera era hacerlo de costado, como antes dormian, ya bastante incomoda para ella también, quien solo dormía boca arriba.

Pero ella se lo habia buscado, fue ella quien incitó a su esposo a tener un contacto mucho más íntimo, tenia días así, insaciables, José Manuel nada tonto cumplía cada antojo de Isabel.

Ya amor así, quedate quieta -murmura agitado.

Si... -habla de la misma manera- por favor hazlo ya -algo extraño era que se encontraba lista con menor esfuerzo.

Muy lentamente se fue sumergiendo en ella, iniciando las embestidas lentas. Y no crean que así continuaron pues desde que leyeron su él ritmo de esta no afecta en nada al feto han hecho lo que se les ha antojado.

Rato después él acto los habia cansado tanto que se durmieron apenas se apagó la luz del buró, ella durmiendo boca arriba y él boca abajo, con la cabeza hacia su esposa y su pie rozando su pierna.

5:23 am

Los dolores despertaron a Isabel, inquieta se sentó en la cama, visualizó la hora en su despertador y enseguida prendió la luz tenue, tallaba su panza.

Ya mi bebé -susurraba- tranquilo por favor -apretó los labios ante él fuerte dolor en él bajo vientre, respira profundo y cuenta hasta tres, no quería despertar a su esposo por miedo a que fuera una falsa alarma, pero no puedo más, comenzó a sentir húmedo entre sus piernas, eso la alertó- José... ¡José! -palmeando su espalda.

Este enseguida se despertó, últimamente tenia su sueño muy ligero por lo mismo del embarazo en su esposa, quitó la daban de encima de ellos y vieron l gran mancha que cubría las sabanas.

¡HAZ ROTO FUENTE! -los nervios llegaban a el- dios mio hay que llamar a una ambulancia, no no, yo te llevaré.

¡Haz algo pronto! -sentía dolores aún.

José Manuel se las ingenio bajo su nervio, tomó la maletita que habían armado desde hace ya un tiempo, buscó su teléfono, las llaves del auto y ayudó a su esposa a ponerse de pie y caminar hasta llegar al auto, una vez ambos ahí partió hacia la clínica privada.

Apenas llegaron fueron interceptados por una enfermera y un doctor muy atentos, quienes llevaron a Isabel a tomarle los signos y demás, a él le dejaron claro que debía esperar en la sala.

7:37 am

Salían del hospital caminando como si nada, pero si los dos con cara de sueño, en silencio se subieron al auto y se fueron hacia la casa. En él camino, José habló.

Sigo sin creer que te hayas hecho pipí.

Ya lo dijo él doctor, fueron lo nervios por él dolor -eleva las pupilas, sabia cuantas burlas se acercaban por parte de él.

Menos mal no llamé a Mayte sino aquí estuviera también, no solo molestandote sino molesta ella por interrumpir él sueño.

Bueno ya, y sabemos que al bebé no le gusta que sus papis hagan él amor.

Pero se debe acostumbrar porque sus papis se aman y harán todas las veces necesaria él amor -estirando una mano y acariciando él abultado vientre y mirando de reojo- con falsas alarma y todo los amo.

Unos minutos después estaban de nuevo en la casa, en la cama, ya limpia pues José se encargó de ello mientras su esposa se duchaba. Esta vez él se encontraba con la cabeza a la altura de la barriga de su esposa, acaricia esta y le susurraba cosas que ella no podía entender ya, él sueño la estaba venciendo.

José Manuel esta siendo llamado por morfeo, lo último que susurró fue un dulce "te amo, mi pequeño milagro" .

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