Quattro.

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Quattro.

[Lina]

Oigo sus pasos, cada vez esta más cerca y sé que nada bueno pasará. Nada bueno pasa cuando él viene, siempre me obliga a cosas que no quiero hacer. Siento mi cuerpo temblar ante los recuerdos y lo único que deseo es escapar de aquí.

La puerta es abierta y él aparece en mi campo de visión. Un nudo se forma en mi garganta cuando veo la sonrisa en su rostro y un escalofrío me recorre entera. Mi vista se nubla por las lágrimas que comienzan a salir y siento demasiado temor.

El miedo se apodera de mí y no soy capaz de ocultarlo. Comienzo a suplicar, suplicó para que me dejé en paz. Suplico para que me dejé ir, suplico para que se apiade de mí. Pero mis súplicas no son escuchadas, él sólo se ríe del miedo que provoca. Ríe de lo patética que me veo suplicando, se ríe porque le divierte esta situación.

Se pone de cuclillas frente a mí y sonríe de una manera siniestra. Limpia una de mis lágrimas con el dorso de su mano y una sensación de repulsión me recorre. Su toque me repugna demasiado, su cercanía me enferma, porque sé a la perfección que ama que le ruege. Le gusta verme así, ama tener el control.

Lo maldigo internamente, porque en voz alta no me atrevería hacerlo. Porque el miedo que siento no me lo permite y la valentía que creía tener se perdió hace mucho tiempo.

Eres demasiado hermosa Lina — susurra—, Eres mía pequeña y eso no cambiará —sonríe cuando suelta esas palabras y el odio se apodera de mí.

No sé de dónde sacó la valentía para hacerlo, pero escupo su rostro. Lo hago y ni siquiera soy capaz de procesar lo que acaba de suceder. La rabia se apodera de su rostro y la valentía que sentía hace un momento se esfuma. Su puño se estrella en mi mejilla, siento dolor en la zona golpeada. Luego su pierna se estrella contra uno de mis costados y caigo al suelo. Me hago un ovillo y sollozo con fuerza, rezando que todo terminé rápido.

¡Maldita perra! —masculla—, Hago todo por ti zorra y así me pagas —grita y otra patada es propinada a mi estómago.

Vuelve a gritarme y otra vez vuelvo a ser una niña asustada...

Abro mis ojos con el miedo instalado en mi pecho, me incorporó de inmediato en la cama. Mi respiración está agitada y mi cuerpo está sudoroso. Observo a todos lados con los ojos nublados por las lágrimas y no demoró en derrumbarme, comenzando a llorar.

Acercó mis piernas a mi pecho y me muevo de atrás hacia adelante. Me digo a mi misma que sólo ha sido una pesadilla, que él no puede lastimarme otra vez. Pero aún así el miedo sigue, sé que me encontrará. Lo prometió y él cumple sus promesas.

La puerta de mi habitación es abierta, tras ella aparece Madison y Eloise.

Ambas me miran con preocupación y se acercan a mí. La primera en abrazarme es Eloise, ocultó mi rostro entre sus brazos y lloro con más intensidad.

—Tranquila cariño, estas a salvo aquí —susurra dulcemente—. Él no volverá a lastimarte jamás —oír esas palabras me calman un poco.

Me aferró más a ella y cierro mis ojos para poder calmarme por completo. Siento como los brazos de Madison nos rodean a ambas y no puedo evitar sentirme a salvo. Pero sé que no durará mucho, él va a encontrarme. Lo hará y tengo tanto miedo, porque cumplirá su promesa.

Toxic.   #TopCharacter2018 #PremiosPlaneta2021Where stories live. Discover now