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Los días pasaron y se llevaron con ellos los encuentros sexuales que WonWoo tenía con su guardaespaldas. Todo había regresado a ser como el primer día cuando él era un manojo de nervios, pero, podía compensarlo con el trabajo y los estudios. Casi no dormía, sus ojos eran dos bolsas negras que debía tapar con un poco de esas cremas milagrosas que estaba obligado a usar por cortesía de SeungKwan.
Mientras tanto, MinGyu estaba aliviado. Agradecía que el mayor solamente se dedicara a sus asuntos y no lo empujara hasta su cama para que ambos perdieran la conciencia en jadeos. Su protegido era un hombre comprometido, lo estaba viendo de esa forma desde que los encuentros con Jun eran más entretenidos para el mayor porque predominaban las risas, el contacto físico y las anécdotas sobre su juventud. El abuelo de WonWoo era astuto, no casaría a su nieto con alguien desconocido o que simplemente rechazara, con Jun no había ese tipo de cosas. Poco a poco, los planes o el tema para romper el matrimonio fueron desapareciendo entre ellos. MinGyu no sabía si era por el simple hecho de que lo olvidaron o, que el mayor de los Lee había logrado su cometido, entonces ¿Qué pasaría con él? Estaba claro, solo era una distracción sexual para el chico millonario, una cana al aire para sentirse vivo antes de un futuro asegurado y él estaba de acuerdo en eso. WonWoo lo atraía, no tan solo corporalmente, sino también su mente astuta y su voz; era un ser hermoso, pero este era el mundo real, un polvo seguía siendo un polvo.

¿Enamorarse? No tenía tiempo para ello y estaba con sus pies fuertemente sobre la tierra. Por más que su corazón chillara o volara en romanticismo, él no podía enamorarse de nadie y esa regla se ajustaba a WonWoo.

Su trabajo fue tranquilo, monótono y estaba bien que ya no pudiera tocarle un pelo. Hasta esa noche.
WonWoo subió a darse una ducha y bajó las escaleras para besarlo cuando sabía que la Señora Jung estaba lejos de su vista. MinGyu lo apartó luego de corresponder levemente el beso, su mente le trajo el recuerdo de Jun tomando sus manos y riendo juntos; un "no" a penas firme salió de él y corrió a su habitación dejando a un azabache confundido con sus labios hinchados.
Los días siguientes, WonWoo desató su faceta seductora y quiso seducirlo en todos los aspectos. MinGyu prefería que lo humillara y gritara, no que lo siguiera al baño de servicio en la cena de cumpleaños de JeongHan para tratar de conseguir algo que no logró obtener. Casi los atrapa una de las mujeres que servía la cena y eso hubiese sido fatal. Ahora más que nunca trataba de ignorar a ese caprichoso chico de ojos afilados o estarían más que muertos.

No pasó mucho tiempo que llegó noviembre y con ello, más periodistas hacían acampe en las cafeterías cercanas para evitar perder una toma del joven más famoso en todo Corea. WonWoo sin duda tenía un atractivo que la gente veía sobre sus hermanos, era una caja de sorpresas detrás de esa cara fría o de aquella voz gruesa, el país no parecía hablar de otra cosa en los canales de espectáculos y sólo a veces era olvidado por escándalos aún mayores o peores. Otro punto más para la razón de MinGyu que buscaba excusas para no comprometerse con su trabajo y la boda que se celebraría más adelante.

-¡Chan, trae más papel!

El grito de Seungkwan lo devolvió a la realidad, MinGyu estaba enfrascando pensamientos cuando el ahora rubio hermano menor de WonWoo gritaba cerca de él. Estaban en la mansión Lee, yendo y viniendo con los preparativos para una fiesta sorpresa para MingHao. Tenían la servidumbre suficiente para decorar el gran salón comedor con lo que quisiesen, pero todos pensaron que no sería una verdadera celebración familiar. Fue el mismo Chan quien propuso la idea y a todos les vino bien salir de su rutina y preparar algo con verdadero amor a su hermano que, hace poco, había terminado su relación amorosa de dos años. Ahora, todo era un caos de guirnaldas de colores, globos y un Jihoon que le repetía a cada rato que esperaba algo mejor para su propio cumpleaños.

-Hyung...- Chan se acercó un poco temeroso a SeungKwan, quien era el director de orquesta de aquello. -Aún no tenemos el pastel.

-¡¿Qué?! -escandalizó casi desorbitando sus redondos y bonitos ojos cafés. -¡¿Cómo es eso posible?!

Wherever You Go ►MeanieWhere stories live. Discover now