Enséñame a amar (SS#1) (VR#3)

Capítulo 62: Accidentes

KATE

Nuestros planes de pasar una semana encerrados en mi habitación solo nosotros dos, se ven frustrados una y otra vez. ¿Qué le pasa al mundo? Es que de repente todos nos necesitan.

—¡¿Te robaste un auto policial?! —el grito de Ben me despierta y veo que está hablando por teléfono.

—¿Qué pasa? —pregunto, mitad preocupada, mitad dormida.

—Nada, amor, vuelve a dormir.

No cuestiono nada, ni siquiera me fijo mucho en que me acaba de decir amor porque estoy demasiado somnolienta. Me doy vuelta e intento volver a dormir mientras le escucho darle a alguien mi dirección.

—Tendré que salir unos momentos —me susurra cuando cuelga el teléfono mientras se comienza a vestir en silencio.

—No puedes salir a esta hora, te llevarán preso.

—No pasará nada, volveré en la mañana. Te lo prometo.

Me da un beso y ni siquiera soy consciente de cuándo abandona el departamento porque estoy demasiado cansada y me duermo en cosa de segundos.

***

Al despertar a eso de las siete de la mañana, él está a mi lado como si nunca se hubiese ido. Tiene unas bolsas bajo los ojos que solo me dicen que se pasó la noche despierto y no entiendo por qué tuvo que salir tan deprisa.

—¿A dónde fuiste? —le pregunto y se sorprende, al parecer no notó que estaba despierta.

—Tuve una emergencia, pero ahora todo está bien.

—¿Emergencia? ¿Qué pasó?

—Prométeme que no te pondrás como loca si te lo cuento.

—¿Por qué iba a ponerme como loca?

—Fui a ayudar a Alex con Mía.

—¿Con Mía? ¡¿Qué le pasó?!

—Tranquila, ella ahora está bien. Fueron a ver lo de los archivos de defunción como nos habían dicho, el edificio se electrificó justo cuando estaban por salir y ella se llevó una pequeña descarga.

—¿Se electrocutó?

—Tranquila, no parece haber sido grave. Controlé sus signos vitales toda la noche y cuando despertó no parecía tener secuelas, igual les dije que deberían ver a un médico rápido.

—¿Por qué no me despertaste? ¡Podría haber sido algo mucho más grave!

—Porque Alex no me explicó lo que había pasado, solo me dijo que estaba mal —se acerca para abrazarme y aunque estoy molesta igual lo dejo—. Vamos, no te enojes conmigo.

—Prométeme que la próxima vez me despertarás —mis ojos se llenan de lágrimas—. Mía es la única amiga real, es como una hermana para mí, si le hubiese pasado algo yo... yo...

No puedo terminar la frase porque me derrumbo en sus brazos, él me estrecha con fuerza y acaricia mi cabello mientras me promete lo que le pedí y que ella está bien, otra vez. Nos quedamos el resto del día viendo películas en el sillón, ahora las cosas no están como para disfrutar de todo lo que teníamos planeado.

Al día siguiente, todo vuelve un poco a la normalidad hasta que en la noche mi teléfono suena por una llamada de Alex. Comienzo a temblar y a pensar lo peor, y mi novio ni siquiera está para contenerme si es que ocurrió algo terrible, salió con algunos amigos a tomarse unas cervezas o algo así.