Capítulo 9: Golpes

5K 387 14
                                    

Las cosas con Gabe han estado maravillosas, juro que está vez está poniendo todo de su parte para que lo perdone; al parecer cambió de verdad y eso me está haciendo muy feliz. Después del día que me llevo flores, nos reconciliamos completamente y aunque todas sus cosas estaban donde su amigo Fry, prácticamente estaba viviendo conmigo; aunque no le pase llaves de mi departamento, era mi forma de cumplir la promesa que le hice a mamá de que no viviría con él, y sé que me estoy engañando a mi misma diciendo eso.

—Que tengas un buen día —dice antes de darme un beso en la entrada de la academia—, te veo a la salida.

—Está bien, te amo.

—Yo también —me besa por última vez y se va.

Me encuentro con Brenda y Christina en la entrada y nos quedamos conversando un momento, ellas siguen maravilladas con lo atento que es mi novio aunque ya hayan pasado más de dos semanas de lo de las flores. Un auto negro como esos de las películas se estaciona en la entrada y un hombre vestido con traje formal se baja para abrirle la puerta a quien sea que viene atrás.

—¡Dios! Que manera de llamar la atención —dice Christina, parece molesta—. Pensé que este año no habrían tantos niños ricos.

—¿Quién es? —pregunto.

—No lo sé, pero pareciera que fuera una estrella de cine. Debe ser hijo de algún político o algo.

Puedo ver como a nuestro alrededor todos se quedan mirando el auto, cuando el señor abre la puerta lo primero que veo son un par de zapatos que claramente deben pertenecer a alguien con dinero, ni trabajando toda una vida podría costearlos. Aparece frente a todos la chica, parece nerviosa e incomoda por ser el centro de atención pero camina como si estuviera en una pasarela; no es tan alta como una modelo pero podría serlo, va vestida con una falda negra y una blusa rosada; se pueden distinguir unos ojos azules y piel pálida que contratan notablemente con su cabello castaño oscuro, que lleva suelto.

—¿Se pueden inscribir a mitad de mes? —pregunto cuando entra y el ambiente se tranquiliza un poco.

—Por favor, con ella podrían hacer cualquier tipo de excepciones.

Puedo ver como el comentario fue lanzado con algo de envidia, y me molesto un poco ya que ni siquiera la conocen y la están juzgando. Mi madre siempre dice que no tienes que juzgar un libro por su portada.

Ya en clases, Cassidy pide que formemos grupos de dos o tres para hacer una obra, Brenda y Chris me dicen que seamos las tres pero yo dudo al ver a la chica nueva sola. Pareciera que todos la ignoran por el hecho de tener más dinero, y eso me molesta mucho.

—Creo que seré con la nueva.

—¿Qué? Si nadie se le acerca debe ser por algo, lo más probable es que te ignore, o te mire mal.

—Están siendo muy prejuiciosas.

Me voy un tanto molesta, todos merecen una oportunidad. Veo a la chica un poco nerviosa y mirando hacia los lados; sé lo que se siente ser el centro de atención pero que aún así nadie te hable, lo viví en carne propia.

—¡Hola! —la saludo animadamente y ella parece tranquilizarse—. Soy Kate ¿tienes compañero?

—No, nadie quiere ser con la chica del chófer —dice en broma pero puedo notar tristeza en su voz—. Soy April.

—Muy bien, April. Te propongo hacer una obra maravillosa y dejar sin palabras a todos esos prejuiciosos.

—Claro.

Comenzamos a trabajar en nuestro cuadro y una hora después ya va teniendo forma, y bastante lindo. Esta chica también tiene mucho talento; mientras pintamos vamos hablando de cualquier cosa y puedo notar la mirada de varios en nosotras. Es como si hubiesen pensando que la chica los habría matado si le hablaban.

—Si no te gusta andar con chófer ¿por qué no vienes sola? —le pregunto cuando estamos trazando los últimos detalles.

—Es complicado —veo que se siente incomoda—, soy bastante nueva aquí y mi madre piensa que me perdería, no se quiere arriesgar por lo que obliga al chófer a que no me quite la vista de encima.

—Yo también soy nueva aquí —le digo y le comienzo a contar un poco de mi ciudad.

No le pregunto mucho más de ella porque noto que no le gusta hablar de eso. Cassidy nos dice que se nos acabó el tiempo y salimos de la sala; decido quedarme con April conversando ya que estoy pasando un gran momento, Brenda y Chris son muy simpáticas pero me molesta que todo el día hablen de la suerte que tengo por Gabe, a veces también me gustaría que me escucharan.

El día acaba bastante rápido y me voy con Gabe a casa, voy pensando en que a pesar de ser de diferentes clases sociales, con April tenemos muchas cosas en común y me sorprendió ver lo resignaba que estaba con que nadie le hablara, parecía estar acostumbrada. También me di cuenta que o no tiene nada que contar de su vida, o oculta muchas cosas.

—¿Quieres ir a cenar fuera hoy, Katie? —pregunta Gabe cuando vamos en el metro.

—¿Por qué?¿Qué celebramos?

—Nada, solo quiero sacar a mi chica a comer. ¿Qué te apetece?

—¿Sushi? Pero preferiría comer en casa, estoy cansada.

—Sushi a domicilio será.

Cuando llegamos a casa me doy una ducha mientras él pide la comida y luego juntos ponemos la mesa. Llega el sushi y comemos entre risas; Gabe se ofrece a lavar la loza y yo me voy a la habitación, no sé por qué estoy tan cansada.

Gabriel se acuesta a mi lado y comienza a repartir besos por todo mi cuello, terminamos haciendo el amor pero es raro, estoy comenzando a asustarme porque ya no siento lo mismo que antes. Por más que se esfuerce, creo que gran parte del amor que sentía por él se ha ido borrando.

El resto del mes se pasa volando, no me di ni cuenta cuando llegamos a abril. Con Gabe vamos totalmente para atrás, no dejamos de pelear y ahora no le gusta que pase tanto tiempo con April, la verdad no me cree que salgo con ella, piensa que tengo otro.

—¡Deja de mentirme, Katherine! —terminamos la noche con gritos como todos los días.

—¡No te estoy mintiendo! No te estoy engañando.

—¿Crees que me voy a creer que pasas todo el día con esa amiga tuya?

—No me interesa lo que creas, no voy a gastar mi tiempo haciéndote entender esto. Estoy atrasada.

—No te irás hasta que terminemos de hablar. Eres mía y haces lo que quiero.

—¿Quién te crees que eres? Yo no soy de nadie, puedo tomar mis propias decisiones. ¡Y me importa una mierda que no te parezca bien!

No veo venir su puño hasta que siento que choca con mi cara, para ser más exacta en mi ojo. Siento arder todo el lado derecho de la cara. ¡Dios! De todas las putas veces que me ha pegado, siempre es en el lado derecho, tengo delicado desde la última vez. Me quedo mirándolo dolida y antes de que pueda hacerme algo más salgo corriendo, alcanzando a sacar solo mi celular y las llaves; puedo escuchar su voz tras de mi pero lo ignoro y sigo corriendo. 

Enséñame a amar (SS#1) (VR#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora