Capítulo 19: ¿qué estoy haciendo?

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Dalas

Abro y me encuentro con Meri en la puerta, apenas me ve salta hacia mí lo que me hace perder el equilibrio y gracias a la pared no nos caímos, en engancho en mi con brazos y piernas, me gustaba lo efusiva que era, ayer había estado muy callada para lo que es ella, y era extraño, aquí estaba devuelta, con su torbellino de alegría. No quiso bajarse y la lleve enganchada en mi por toda la casa hasta que deposité en el sillón, me gustaba en contacto con ella, no era incomodo, yacía sentada frente a mi sobre mis piernas, podía ser como una niña cuando quisiera, pero con el vestido que traía, hacia ver que no era una niña, era hermosa, aunque su bufanda arruinaba todo el estilo, me sorprendió verla sin bota pero al parecer ya no la necesitaba, se encontraba bien, la volví a cargar y la deje en la encimera de la cocina, para darle agua, se veía sexy ahí, me coloque entre sus piernas, pero ella no dejaba de esconderse de mí, trataba de ocultar su marcas, lo único que podía hacer era de llenarla de besos como ella lo hacía conmigo, delicadamente repartí unos cuantos besos suavemente sobre su hematoma, no me gustaba que lo tuviera, pero aun así ella se veía hermosa,, la volví a alzar y la llevé hasta el sillón, pero esta vez aplastándola para pelearla, luego de un rato me acomode, pude oír como ahogaba unos quejidos, no recordaba que tenía más hematomas por su cuerpo y me sentí un bruto por no considerarlo, la deje elegir una película mientras me acomodaba sobre ella usándola de almohada., la verdad me estaba durmiendo con la película, y creo que Meri se dio cuenta, tanto que comenzamos a hablar, y le pedí que me contara que hizo en el día, y lo que contó me sorprendió realmente, había estado en una cafetería leyendo literatura erótica, me la podía imaginar con sus mejillas rojas a mas no poder, o tal vez se encontraba algo excitada, ella no dejaba de esconderse, por vergüenza, trate de hacerle ver que era tan normal como el porno, o que a mucha gente le gustaba leer eso o mejor aún ponerlo en práctica para definir sus gustos, al decir eso ella me miró directamente a los ojos, y me daban ganas de descubrir sus gustos, me miraba con sorpresa, tenía un brillo el cual me fascinaban, me acerque más a ella, apoyando mi brazo cerca de su cara y a acariciarla, nuestras miradas no se desconectaban, me encantaban sus ojos, no sé cuándo comenzó a bajar mi mano pero estaba paseando por su cintura, cadera, a ella no le molestaba, es más, posicionó sus manos sosteniéndome cerca de ella, sujetaba mi camina con ambas manos, sentí el suave tacto de su piel, su pierna, me estaba volviendo loco el verla con esa mirada, la misma de la otra noche, si es otro juego suyo no quiero que acabe, me fui acercando hasta sentir su respiración, se encontraba agitada, me volvía loco, necesitaba probar sus labios, esos dulces y suaves labios, podía ver como ella me incitaba a besarlos, se mordía suavemente creo que inconsciente, ella lo deseaba tanto como yo joder, no aguando más, y en eso que voy a unir nuestros labios, sé que mandaré todo a la maldita mierda por cojones y justo a unos milímetros de distancia el timbre suena, entonces la veo, veo su golpe, lo que pudo ocurrirle, lo que le ocurrió, y yo acá, aprovechándome de su inocencia, el timbre vuelve a sonar devolviéndome a la realidad, me levanto casi de un salto cuando siento su mano sujetar la mía, no sabía que hacer o decir, y veo en sus ojos pidiéndome que me quede, pero no podía, no debía, solo le devolví un apretón y sin saber como actuar, como seguir, sin entender lo que pasaba fui a atender.

Era el delivery, no sabía si maldecirlo o agradecerle, no quería arruinar todo con ella, amaba estar con ella entre risas, o haciendo cualquier cosa, era demasiado dulce, aunque nunca me gustaron las personas que eran así, ella es diferente, debo protegerla, era como sentir un golpe aire fresco, su naturalidad, su alegría, su sonrisa.

Volví con la comida y la deje sobre la pequeña mesa que se encontraba frente al sofá.

Yo: llegó la comida - dije sin querer mirarla, debía actuar como si nada pasara, era mi amiga.

Meri: emm si, ¿puedo pasar al baño? - afirme con la cabeza y le señale cual era el baño, después de unos 10 minutos creo, volvió, no quise cuestionar que sucedió, creo que fui muy inoportuno todo lo que hice, y ella necesitaba su privacidad , la cual había invadido - gracias - dijo luego me obsequio una de sus preciosas sonrisas.

Se sentó a mi lado, y lo agradecí, continuamos viendo la tele mientras comíamos, de ve el cuando nos empujábamos con los hombros jugando, luego de un rato le ofrecí ver mi estudio de grabación, no era la gran cosa dentro de todo no era algo fuera de lo normal, vimos unos vídeos y me pidió que le explicara como editaba, tenía uno que editar justo y comencé a mostrarle, luego de un rato le propuse de grabar juntos lo que la sorprendió, no contesto.

Meri: ya es tarde, debo pedir un taxi - dijo viendo la hora en su móvil.

Yo: quédate, puede ser peligroso - dije tomando su mano para que me mirase.

Meri: y, ¿dónde duermo? - dijo mientras observaba el sillón que estaba contra la pared, eso me sorprendió, ¿cuántas veces habremos dormido juntos? o tal vez era por lo sucedido anteriormente, entonces me puse incomodo, comencé a sobarme la nuca como hago en momentos así, respiré y trate de sonar lo mas natural posible.

Yo: bueno, tienes este sillón con la pc por si la quieres usar, el del living con el tv, o mi cama,el cual es el mejor lugar de todos pues estoy yo - conteste tratando de hacer chiste pero luego me arrepentí - o mejor duerme en la cama que yo me arreglo aquí - si es que soy gilipollas, debí decirle desde el principio que duerma en mi cama y yo luego me las apañaría sin decirle, es que en verdad soy idiota.

Meri: es que creí que tendrías otra cama, por eso, pero me da igual, si no es molestia - ella aún sonreía y su sonrisa era genuina, no estaba fingiendo, eso significaba que todo estaba bien, eso volcaba paz en mi..


Una Nueva Vida (Cancelada)Where stories live. Discover now