Una Nueva Vida (Cancelada)

Capítulo 12: ¿Celos?

Dalas se fue a su casa a prepararse y así estar listo para esta noche, yo me puse a escuchar música y a bailar por todo el departamento, estuve cantando a toda garganta mientras me bañaba, adoro cantar, la música es lo mejor que hay en la vida, como tenía la lista de reproducción en aleatorio pasa de un lento y nostálgico a uno de party y luego a un rock, yo cantaba todo lo que estaba en español, no se me dan otros idiomas aún. Termine de bañarme y secarme cuando me envolví con la toalla y salí del baño aun bailando, cuando comienza mi grupo favorito Lacrimosa, mi mamá siempre me decía que era música de satánica que no debía escucharla, yo sólo me reía pues las letras de sus canciones no dicen nada malo ni referente a eso, pero al ser en otro idioma ella nunca la entendió. Me encanta éste grupo comencé a tararearla y a girar en mi pequeña sala el pie ya no me dolía por los medicamentos, era lo bueno de ellos. Me hallaba tan ensimismada con la música, estaba en mi propia burbuja hasta que de golpe la música baja de volumen dejándome escuchar la voz de Dalas, no sé desde cuando me estará viendo haciendo éste papelón de girar por la casa. Me puse como un tomate.

Dalas: No sabía que escuchabas Este tipo de música, ere una caja de sorpresas Meri – decía mientras me observaba y reía.

Yo: ¿Y de qué tipo crees que soy? – le pregunté, todo el mundo sin conocerme cree que soy flores y corazones, y si tal vez me gusten pero no soy sólo eso, me gusta de todo la verdad no soy el típico estereotipo de Barbie como me ve la mayoría.

Dalas: No lo sé, eres tan alegre y efusiva, te tenía por románticas no lo sé la verdad – claro si el me ve como una nena de seguro toda inocente, ya aprenderá.

Yo: -las apariencias engañan – le dije de una forma seductora – amo casi todo tipo de música, pero más que nada el rock.

Dalas: Supongo que sí, el rock en toalla es la mejor combinación ¿no? - ¡Dios! Estoy en toalla frente a un chico ¡que apenas desconozco! No sabía que hacer o donde meterme, el saber que él también sabe que debajo de esto no tengo nada, de seguro estaba como un tomate, y Dalas estaba disfrutando del show, que vergüenza Dios.

Yo: Por-por favor, puedes ir a la cocina hasta que me ponga la pijama – me costaba hablar de la vergüenza, me sentía ahogada – aún no sé qué ropa ponerme – traté de sonar lo más natural posible, baje la cabeza para que no me vea lo roja que podía estar.

Dalas: No te preocupes, cualquier cosa te queda bien – sé que lo que ha dicho es para que me sienta bien, ya siente pena por mí y odio la pena o la lastima – anda ve a vestirte.

Dalas se retiró para dejarme a mi recoger mi pijama y vestirme, fui lo más rápido que pude al baño y me vestí, no tenía ganas de peinarme aún asique sólo tomé un poco de crema y me desenrede con los dedos, luego vería que hacía. Tomé el pote de crema para ponerme el tobillo y andar un rato sin la bota, ya no quiero usarla. Cuando volví encontré a Dalas con mi compu me senté a su lado para ver que hacía.

Dalas: Hola MomoDith – dijo sonriente – como dije eres una caja de sorpresas – MomoDith es mi nombre de usuario en casi todas mis cuentas, todo por un juego me había quedado Momo como apodo con mis amigas pero para ser más original y no me crean como la mascota del Avatar Ang, tenía un monito muy lindo llamado así, me agregue el Dith por mi nombre.

Yo: Es un apodo y me gusta, no se le eh oído a nadie – conteste alegre, aunque algo melancólica porque mis amigas me llamaban así.

Dalas: Bueno Momo ¿qué queréis hacer?

Yo: Mmmm que tal si comemos lo que trajiste y jugamos a algo, hasta que lleguen los demás – me miro creo que incrédulo de lo que había dicho.

Dalas: ¿los demás? – pregunto cortante.