Perfecto Secreto (Yaoi +18)

Sarah

Supo que ella había hecho su gran entrada al lugar cuando todos los hombres de por lo menos unas tres mesas a la redonda fijaron su mirada en un punto en particular al mismo tiempo y nada más parecía importar, como si el tiempo se hubiese detenido por la voluntad de alguien, tal vez por la voluntad de ella, realmente lo creía posible.

Pasos seguros, mirada inexpresiva y una sonrisa discreta pero coqueta era lo que adornaba el rostro de la mujer que se dirigía a su mesa, acompañada del mismo gerente del restaurante en persona. Estaba a tres segundos de ser la envidia de todo el lugar, de eso estaba bastante seguro.

Hace tiempo había decidido que, si hubiese una remota posibilidad de haber sido heterosexual, o si hubiese tenido la oportunidad de interesarse por una mujer, definitivamente, sería ella. Sencillamente era mucho mejor que el montón de chicas huecas con las que su padre lo había obligado a salir, en un intento por conseguirle pareja. Podían mantener una conversación interesante por el suficiente tiempo como para considerarla una persona a la altura de su inteligencia, y eso ya era decir mucho, si tomábamos en cuenta su gran ego.

Además, había que admitirlo, ella siempre había sido bastante bonita y elegante, su sola presencia era suficiente para causar tal conmoción, en definitiva, eso debía ser por algo. Además, sus orbes de un negro tan profundo podían parecer la cosa más interesante del mundo, aunque fuesen de ese color tan común.

Bajo aquella descripción, uno podría casi concluir dos cosas:

La primera, Kyuhyun podría muy bien estar enamorado de aquella chica, cualquiera que no lo conociera podría afirmarlo sin dudar, pero lo cierto era que él sólo se dedicaba a admirar la belleza del modo en que admiraría el arte.

La segunda, que aquel rostro angelical era eso, el empaque de un alma igual de bella, pero tampoco podíamos estar seguros de aquello, pues después de todo, era amiga de Cho Kyuhyun, del mismo chico que acababa de asesinar a un chico, sólo porque "sabía mucho", así que sabiendo eso, yo me lo pensaría dos veces antes de juzgar.

Además, las cosas eran como eran, y ambos podían conformarse con ser los grandes amigos que eran hasta ahora, ese era el orden natural de las cosas.

-no puedes pasar desapercibida nunca, ¿cierto? - le dijo a la muchacha ni bien llegó hasta donde él ya se encontraba sentado. El gerente corrió la silla para que ella pudiera sentarse, y se retiró luego de asegurarse que no les hacía falta nada, ya ordenarían la comida más tarde.

-no es mi culpa y lo sabes- la chica hizo una pausa -además, no hay que perder las viejas y buenas costumbres, cielo- rio de su propia broma, mientras acomodaba su larga y negra cabellera que hacía juego perfecto con sus ojos y su pálida y bien cuidada piel. Kyuhyun sólo le dedicó una sonrisa discreta, conociendo el carácter de la chica. Realmente había extrañado su extraño y vanidoso sentido del humor.

-ah, realmente, extrañaba Corea, ¿sabes? Fue bastante bueno volver, además, cuando papá me dijo todo emocionado que querías verme, supe que traes algo entre manos, ¿o me equivoco? -

-bien me conoces, mi estimada Sarah, pero me sorprende que no sepas ya el tremendo lio que se ha montado esta vez, si salió en las noticias hace poco-

-a ver... veamos, no hace mucho llegué, así que no he tenido mucho tiempo de ver los noticieros, sólo he visto el caso de los chicos secuestrados, lo pasaron una vez por el noticiero de la tarde y después lo pusieron como información privada- no le tomó a la chica ni cinco segundos adivinar por donde iba el asunto, por lo cual su rostro demostró sorpresa -no me digas que... pero si dijeron que ya lo habían atrapado y tu... bueno... ¿Cómo? -

-shht, baja la voz, no se supone que discuta este asunto con nadie-

-pero yo no soy precisamente "nadie", cielo, así que ahora que empezaste, debes terminar de contarme todo- le dijo con un tono de voz que para otros podía ser dulce, pero él sabía que significaba una especie de advertencia. Algo así como "hazlo mientras sigo siendo buena".